lunes, 21 de septiembre de 2020

Jose Carlos Diaz....al habla.

José Carlos Díez - 21 de septiembre de 2020 El Covid-19 ha vuelto. En el gráfico posterior han simulado los infectados según el estudio serológico del INE y se ve claramente que la segunda ola está siendo mucho menos intensa. En Torrejón el INE -con muy pocas muestras- estimó un 11% de infectados y el estudio que hizo el ayuntamiento con 100.000 muestras identificó que el 23% de los vecinos ya había pasado el virus. Por lo tanto, esa curva de marzo es muy probable que fuera mucho más intensa. Esto ayuda a explicar que el número de fallecidos también sea mucho menor. No obstante, el brote está siendo muy intenso: vemos de nuevo saturación en las UCI de Madrid y el sistema de salud se ha visto obligado a parar las intervenciones quirúrgicas para usar las salas de reanimación para Covid-19. Las aguas residuales anticipan que en los próximos 15 días en Madrid el número de contagios seguirá aumentando. En el gráfico posterior se observa que España de nuevo destaca como el país con más infectados, por delante de Francia que tiene 20 millones de habitantes más que nosotros. Italia, el origen del virus en Europa, ha conseguido controlarlo y Alemania -que fue el país que mejor controló la pandemia en marzo- sigue siéndolo ahora. La pregunta que surge es ¿qué estamos haciendo mal los españoles? Hay muchas causas seguramente, pero voy a destacar algunas que he venido advirtiendo. La principal es la negación de la realidad y visión estática del virus. En julio el presidente Sánchez dijo que el virus estaba controlado, que perdiéramos el miedo y saliéramos a disfrutar para recuperar la economía y se fue de vacaciones delegando toda la gestión en las CCAA. Este fin de semana ha hecho una entrevista en TV para denunciar que toda la culpa es de la presidenta de la Comunidad de Madrid sin anunciar ninguna medida ni ningún plan para contener la pandemia en la capital de España. La presidenta de Madrid, Díaz Ayuso, hizo lo mismo en marzo culpando de todo a Sánchez cuando asumió el mando único y cuando ella habría fracasado estrepitosamente en planificar la pandemia, preparar más camas de UCI o el material para los sanitarios. En Cataluña con 200 infectados por cada 100.000 habitantes tomaron medidas restrictivas en agosto y consiguieron parar la curva. En Madrid las ha tomado con más 1.000 en varios barrios. A mediados de agosto advertí en Twitter que Madrid volvía a liderar los contagios y el número dos de Ayuso en el Parlamento de Madrid me recriminó que no era cierto. Desde entonces han hecho lo mejor que saben hacer y que han heredado de Rajoy, o sea nada. Ciudadanos que cogobierna en Madrid también está a por uvas, Vox, que apoya en el parlamento ese gobierno, lalala los pajaritos en el campo y Podemos pidiendo una nueva República. O el que negoció el cupo vasco por el PNV en Twitter diciendo que gracias al Concierto en Euskadi lo hacen genial con diez veces más infectados per cápita que Alemania. Los independentistas catalanes viendo cuándo convocan las elecciones. Teruel existe y los partidos locales criticando sin aportar medidas. Pocas cosas nos pasan. Mientras todo el mundo pide más rastreadores pocos advierten que con la tecnología de geolocalización los que ya hay serían mucho más efectivos. Pero en Madrid la aplicación Radar Covid todavía no está operativa, su uso es voluntario y te piden perdón por usar tus datos. Google y Apple tienen todos nuestros datos y nos dicen cuánto vas a tardar en llegar a tu casa o a tu destino habitual a esa hora, pero el Estado no puede disponer de ellos para planificar una pandemia que está matando a miles de personas y dejando en el paro a millones. Vuelvo a repetir por enésima vez que los países que mejor han gestionado la pandemia, quienes han tenido menos muertos y menor impacto sobre la economía son los que mejor han usado la tecnología. ¿Veremos una nueva caída del PIB? De momento lo que estamos viendo es un frenazo de la economía y el mayor riesgo es un confinamiento completo como en marzo y abril. En el 3tr20 si en julio y agosto y septiembre el PIB ha crecido 0% en tasa mensual, la tasa trimestral habrá crecido un 10%. La tasa trimestral compara mediados de agosto con mediados de mayo y contabilizará el repunte que vimos en la actividad y el empleo en mayo y junio. Si la tasa está muy cerca del 10% indicará que el tercer trimestre no fue bien y el riesgo de ligera recaída del PIB y el empleo en el 4tr20 aumentaría. El gráfico anterior que ha publicado el ministro Escrivá en Twitter refleja bien la evolución de la recuperación. En marzo y abril con el confinamiento completo el empleo y el PIB se hundió. En junio y julio con la desescalada la recuperación fue muy intensa. En agosto y la primera quincena de septiembre la recuperación fue exasperantemente lenta. Hoy las horas trabajadas que explican el 75% del PIB siguen un 10% por debajo de febrero antes de la pandemia. El Presidente Sánchez en su entrevista de televisión dijo que no ve un confinamiento completo de nuevo. Como han demostrado Cataluña, Aragón, Castilla y León, así como otros países europeos, el confinamiento completo no es necesario salvo que colapse de nuevo el sistema de salud y se dispare la cifra de muertes. El problema de Sánchez es que su palabra no tiene valor ya que estamos acostumbrados a que cambie de opinión y haga todo lo contrario de lo que había dichos días antes. Por lo tanto, el riesgo de un nuevo confinamiento completo en España es reducido pero no debemos descartarlo. Eso sí tendría un impacto tremendo sobre el PIB, especialmente sobre la previsión de 2021. El Presidente también habló de economía en su entrevista de televisión. Afirmó que la recuperación del empleo en muchos sectores está siendo “extraordinaria” De nuevo, como en marzo, el gobierno se equivoca en el diagnóstico. Dijo que no es momento ahora de subir los impuestos, en contra de lo que piden sus socios de Podemos y que ve factible que los presupuestos los apoye Ciudadanos a los que hace pocos días dijo en el Congreso que siguen en la foto de Colón. La realidad es que el 30 de junio debería haber presentado en el Congreso la senda de déficit y el techo de gasto y antes del 30 de septiembre los presupuestos completos. Es evidente que los presupuestos de Montoro se volverán a prorrogar y veremos si consiguen aprobar unos nuevos el próximo año. El gobierno fía todo al Plan Europeo. La Comisión Europea ya ha publicado su guía para elaborar los planes. En España el ministerio de economía elabora un plan presupuestario y proyectos susceptibles de recibir fondos, pero las CCAA y los ayuntamientos aún no saben cuál es su interlocutor, ni tienen instrucciones de cómo elaborar los planes. Únicamente en una Cumbre de Presidentes Sánchez les dijo que los enviasen a Moncloa, donde aún están negociando con Hacienda, Economía y Transición Ecológica quién coordina con ellos. En el gráfico anterior se observa que en 2019 del total de fondos europeos planeados, sólo se aprobaron el 70% y sólo se ejecutaron el 35%. Esos fondos sin ejecutar se podrían adaptar al nuevo plan y gastarlos en proyectos en 2021. Ahora sólo falta que envíen los proyectos a Bruselas, que la Comisión los apruebe, que se publique el pliego de licitación y que se ejecute la obra. Con la nueva ley de Contratos públicos eso serán varios meses o años en muchos casos. Personalmente tengo más confianza en los proyectos de colaboración público-privada que tendrán financiación con el Green Deal del BEI y que se podrían ejecutar ya. Si Hacienda aprueba aumentar a los ayuntamientos el techo de la regla de gasto este año y el próximo, podrían ejecutar muchos proyectos y generar mucho empleo. No obstante, el Banco de España estimó que el impacto del plan europeo sobre el PIB será de 2 o 4 décimas de PIB como mucho cada año. Sin duda necesarias pero no suficientes para reducir la tasa de paro generada por esta pandemia. La clave es afrontar la crisis empresarial. Las pymes y los autónomos son los más vulnerables financieramente y los más afectados por esta crisis. Muchos llevan meses con sus ventas por debajo de los costes, perdiendo dinero y han agotado la liquidez. Los concursos de acreedores se han retrasado a enero, y en abril habrá que empezar a devolver los préstamos del ICO y muchos no podrán hacerlo. El Banco de España estima que el déficit estará próximo al 12% en 2020 y al 8% en 2021 y el margen de actuación del Gobierno es muy limitado. Por fortuna, la Comisión Europea no exigirá recortes en 2021 y el BCE parece que continuará con sus compras de deuda. Eso amortigua el impacto pero la tasa de paro superará el 20% el próximo año. En este escenario el Gobierno debería preparar planes para activar la inversión privada y crear empleo, y para eso debería ser el director de orquesta que dirige que todos toquen la misma melodía. De momento el PSOE y Podemos tienen distintas partituras y cuando llegan al Congreso sólo hay un ruido difícil de interpretar para los ciudadanos.

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