lunes, 23 de mayo de 2022
Nuestro Asturcón , ese aliado ancestral....
El asturcón, aliado contra el fuego y la despoblación en España
LA VOZ
REDACCIÓN
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La reintroducción de manadas de bisontes, vacas y caballos salvajes permitiría combatir los incendios e impulsar el turismo basado en la observación de fauna para revitalizar la España vacía
23 may 2022 . Actualizado a las 12:33 h.
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La reintroducción de manadas de bisontes, vacas y caballos salvajes permitiría combatir los incendios e impulsar el turismo basado en la observación de fauna para revitalizar la España vacía, ha planteado el periodista ambiental y escritor Benigno Varillas, con motivo del Día Internacional de la Diversidad Biológica que se celebró este domingo.
«Devolver al monte» a los grandes herbívoros prehistóricos, como uros, tarpanes y bisontes europeos, es el objetivo de los gestores de programas de reintroducción que participarán en el primer Encuentro Mundial de Profesionales de la Translocación para Conservación que se celebrará en el Oceanogràfic de Valencia del 23 al 25 de mayo.
«Aunque al último uro (antepasado de la vaca) lo mataron en el siglo XVIII, y el último tarpán (antepasado del caballo) murió en el siglo XIX, estas especies extintas se podrían recuperar a partir de asilvestrar a sus descendientes domesticados, la vaca y el caballo», asegura el fundador de la revista Quercus.
Estos animales, que fueron domesticados hace unos 6.000 años, «han ido perdiendo sus antiguas capacidades», pero se podrían recuperar a partir de las vacas españolas, «como la pajuna de Andalucía, la tudanca de Cantabria o la Sayaguesa de Zamora».
En cuanto a los equinos, los protagonistas serían el onubense caballo de las retuertas, el asturcón asturiano, el pottoka vasco, el losino burgalés o el garrano gallego.
Varillas señala que «no se trata de llenar la España vacía de herbívoros», sino de que «no se siga vaciando», porque «como ahora nadie quiere ser pastor», la forma de que estos animales permanezcan es «que se asilvestren para ser gestionados por naturalistas».
«Estos grandes herbívoros se estructurarían en manadas» una vez liberados, con machos y hembras dominantes «que aprenderían a defenderse de los grandes carnívoros», como osos y lobos, explica Varillas.
Por ello, «si un depredador ataca al rebaño, no sería un drama», sino más bien «un sistema de sanidad ambiental», ya que los grandes carnívoros «eliminan individuos enfermos, débiles o sobrantes» y mantienen los ecosistemas en «equilibrio».
Esos «neouros» y «neotarpanes» nunca serán iguales que los originales, pero «podrían ocupar el nicho ecológico» de éstos y cumplir la función de sus ancestros: «controlar la vegetación».
Los grandes herbívoros «controlan la vegetación a diente y pisoteo», ya que «todo animal de más de 200 kilos» aporta al ecosistema un control de la flora que no ofrecen «los corzos o los ciervos que abundan hoy en día”.
A diferencia de los uros y los tarpanes, «que desaparecieron», los bisontes europeos corrieron mejor suerte, ya que «a partir de una docena de bisontes asilvestrados se evitó su extinción definitiva».
Este concepto de «resilvestración» (rewilding, en inglés) ya se ha puesto en práctica en algunas zonas de España, como en Atapuerca (Burgos), una zona de gran interés arqueológico que conserva los restos más antiguos de seres humanos de la Península Ibérica.
A solo 9 kilómetros del yacimiento prehistórico, la localidad burgalesa de Salgüero de Juarros acoge 'Paleolítico Vivo', una reserva biológica en la que un grupo bisontes europeos salvajes protagonizan un modelo de turismo de observación de fauna que «ya ha atraído a más de 30.000 visitantes desde 2009».
De forma paralela, el turismo en torno a estos animales también se apoya en el arte rupestre, un recurso que «España no ha sabido explotar», a pesar de ser «el país con mayor patrimonio» de arte prehistórico, algo que permitiría «atraer a gente de las ciudades y recuperar el territorio», sostiene Varillas.
Según la ONU, el lema del Día Internacional de la Diversidad Biológica de 2022 es «Construir un futuro compartido para todas las formas de vida», un objetivo que promueve la idea de que los ecosistemas y la naturaleza «aportan soluciones al clima, los problemas de salud y la seguridad alimentaria e hídrica», informa Efe.
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