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Irarragorri: «No odio al nuevo dueño del Oviedo, pero tenemos formas opuestas» DANI SOUTO Alejandro IrarragorriAlejandro Irarragorri Real Sporting El presidente rojiblanco habla sobre su relación con Grupo Pachuca 15 jul 2022 . Actualizado a las 01:15 h. La rivalidad entre el Real Sporting de Gijón y el Real Oviedo, que se extiende a lo largo de toda su historia, ha encontrado un nuevo capítulo tras la adquisición del Grupo Pachuca, de capital mexicano, de la mayoría accionarial del conjunto azul. Si bien el país norteamericano ya representaba al principal propietario del club con anterioridad, el Grupo Carso, que se mantendrá con cerca del 20% de las acciones, este cambio de poderes da con una historia de rivalidad paralela a la que se vive en el fútbol del Principado de Asturias, en este caso entre los representantes de ambos grupos, Orlegi, con Alejandro Irarragorri como su cabeza visible, y Pachuca, con Jesús Martínez asumiendo el mismo papel. Esta noche -en horario peninsular- el presidente del Consejo de Administración del Real Sporting, Alejandro Irarragorri, ofreció una entrevista a David Faitelson, de ESPN México en las oficinas del Grupo Orlegi. Dentro de una conversación que se alargó por más de una hora y en la que trataron especialmente temas referidos a la multipropiedad en México, su relación con las decisiones de la Federación Mexicana y cuestiones que atañen al fútbol de aquel país, también hubo un pequeño espacio para hablar sobre esta rivalidad astur y la nueva dimensión que adquiere con la llegada de Jesús Martínez a la propiedad, dejando claros los puntos que los diferencian. Entre otras cosas, Irarragorri se mantuvo prudente a la hora de hablar de los equipos de los que es propietario, alegando que en su familia "quiere a todos sus hijos por igual". Por ello, el empresario mexicano no escogió a uno sobre otro para alzarse campeón, pues "elegir supone renunciar", pero aseguró que no considera incongruente celebrar los títulos de todos sus equipos, afirmando que "celebré el título de Santos, al igual que el de Altas y como celebraré el del Sporting". Un guiño más para la afición rojiblanca. Además, reconoció haber evaluado hasta "10 oportunidades diferentes entre España e Inglaterra para invertir", convencidos de que querían adquirir "un club en una liga ya evolucionada como la Premier o La Liga y una entidad que tuviera una gran historia, un pasado fuerte, una necesidad presente y una gran posibilidad de futuro con una comunidad, tanto de afición como de empresas, que pudieran soportar al equipo." Afición Sporting El Molinón El Sporting confía en traer el Mundial a Gijón A.V.M. Ya centrados en su relación con la nueva propiedad del Oviedo, Irarragorri aseguró que: "No odio a Jesús Martínez, tengo mucho respeto por su camino que sin duda es importante. Él tiene sus formas y será su consecuencia. No estoy para juzgar la forma de trabajar de ambos proyectos, yo me centro en trabajar por mejorar la nuestra. Martínez es una persona que ha logrado grandes éxitos que merecen respeto, pero sus formas y las nuestras son clara y diametralmente opuestas y eso nos tiene en una situación encontrada." A pesar de ello, no faltan las palabras de buen deseo del propietario rojiblanco, que ya pone el foco en este nuevo episodio con el fútbol asturiano como protagonista: "Le deseo lo mejor tanto a él como a su familia en sus éxitos. Por suerte nos enfrentamos pocas veces en la cancha, aunque ahora parece que van a ser más porque vamos a competir en España, lo cual es bienvenido, porque es un grupo que tiene éxito y que ha construido cosas a su manera y nosotros a la nuestra". Sus diferencias se remontan a la rivalidad que han vivido en los últimos años en México en el plano deportivo y todo lo que rodea a la multipropiedad de los clubes. El Grupo Pachuca es dueño de dos equipos en México, el León y los Tuzos, mientras que el Grupo Orlegi es propietario de Atlas y Santos. Su palmarés es seña de esa competencia entre ellos: Pachuca tiene cinco campeonatos, 10 finales y seis finales internacionales que cuajaron en otros tantos títulos, (cinco Ligas de la Concacaf y una Copa Sudamericana). Orlegi tiene también cinco campeonatos y llegó, igualmente a 10 finales, pero tiene menos competiciones y triunfos internacionales: dos Ligas de Campeones de la Concacaf. Sin embargo, más allá de la competitividad que se viva sobre el terreno de juego, sus principales puntos de desencuentro se alojan en diferentes negociaciones, especialmente en lo que se refiere a los derechos televisivos y también a las reformas de los sistemas de cambio de categoría. La cuestión de la disputa de derechos de televisión se remonta a 2017 y atañe a las retransmisiones de la selección nacional mexicana. Hasta entonces estaban en poder de un conglomerado entre Televisa y TV Azteca en el que estaba Irarragorri, pero la concesión terminaba y debía negociarse un nuevo acuerdo por un periodo de siete años. Jesús Martínez lanzó una potente oferta que además iba acompañada de una alianza con Carlos Slim. El monto que pusieron sobre la mesa era mayor que sus rivales, pero los derechos terminaron en las mismas manos, en una suerte de renovación semiautomática que Martínez consideró que se le había ocultado, lo cual enemistó a ambas partes. Ya en 2020, en plena pandemia, un nuevo episodio alejaría sus posturas. En este caso fue la supresión de los ascensos y los descensos que Martínez entendía "blindaban" a Irarragorri por los problemas iniciales que se encontró en Atlas. Esto acrecentó la rivalidad entre ambos empresarios, con Martínez declarando por aquel entonces que "Irarragorri ya no es mi amigo" y con una respuesta de este que repitió esta misma noche en su entrevista en ESPN: "Yo ya le invité a debatir públicamente las diferencias de las que a él le gusta hablar por los pasillos y no lo ha querido hacer y entiendo sus razones." Una rivalidad que abre ahora un nuevo capítulo en un contexto ya polarizado de por sí y que ha vivido en los últimos años una escalada de tensión que ha trascendido a las aficiones, con las directivas ya salientes de ambos clubes mostrando de forma pública sus diferencias especialmente a raíz de los dispositivos de seguridad para el desplazamiento de los aficionados como visitantes.