martes, 23 de abril de 2024
Un verdadero HITO...Apasionante....
Santa María del Naranco se construyó para albergar la tumba de Ramiro I
Este descubrimiento supone «un hito para ahondar en la historia de Asturias y despejar incógnitas sobre el pasado», destaca la consejera de Cultura
Alberto Arce
Alberto Arce
Oviedo
Lunes, 22 de abril 2024, 19:11 | Actualizado 22:32h.
Entre los estudiosos, la hipótesis de que el monumento prerrománico de Santa María del Naranco fue construido como una residencia de verano o pabellón de caza para la monarquía asturiana lleva muchas décadas relegada a un plano residual en favor de quienes defienden que se ideó para albergar usos religiosos y palatinos de diferente índole. ¿Cuáles? Los académicos no han coincidido en todo este tiempo en una versión única ni unívoca; no obstante, el arqueólogo César García de Castro apunta a una muy concreta sobre la génesis del edificio: Santa María del Naranco fue construido como el mauselo de Ramiro I, su promotor, y ello no invalida que haya podido tener –como tuvo– múltiples usos.
Al menos eso defendió ayer durante una visita a las obras de conservación que la Consejería de Cultura se encuentra realizando en el monumento. ¿En qué se basa? En una gran losa de caliza blanca de L'Aspra de 2 por 0,80 metros y 600 kilos que lleva más de mil años colocada en el vestíbulo del pórtico norte de Santa María y que se trata de un elemento independiente del pavimento del acceso a la sala central. No es nueva, lo que no se conocía era su cronología. Tras levantarla para acometer la restauración, se dieron cuenta de que la posición de esta losa caliza es la original; es decir, que fue colocada en el momento de la ejecución del edificio, a mediados del siglo IX, y ello implica que debería tener un papel protagonista en su fundación.
«Podemos decir que es original porque está colocada antes de rematar la obra (los pavimentos fueron contra ella) y que su única función, dadas sus dimensiones y su morfología, es servir de soporte al posible sarcófago que albergó a Ramiro I –fallecido en el 850 y trasladado después al panteón de Santa María del Rey Casto de la Catedral por su hijo Ordoño I–, que habría voluntariamente decidido enterrarse en el edificio cumbre de su promoción artística, Santa María del Naranco», manifestó García de Castro. Eso sí, dicho sarcófago se ha perdido y los arqueólogos ignoran si llegó a montarse sobre esa gran losa de piedra.
César García de Castro: «Yo publiqué esto en 1995, lo que pasa es que mis libros parece que no se suelen leer, pero está en mi tesis doctoral»
Esta hipótesis, más que cambiar por completo la perspectiva de estudio del monumento, lo único que hace es seguir la senda de las ideas que se han venido formulando a lo largo de los últimos treinta años. García de Castro fue tajante a ese respecto. «Yo publiqué esto en 1995, lo que pasa es que mis libros no se suelen leer; está en mi tesis doctoral», sentenció, para admitir a renglón seguido que se trata de «una satisfacción porque no siempre uno tiene la posibilidad de esperar 30 años a verificar lo que pensó en un principio».
A la visita acudieron también la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez; el director general de Patrimonio, Pablo León; el alcalde, Alfredo Canteli, y la directora del Museo de la Iglesia, Otilia Requejo, entre otros. Según la primera, este planteamiento supone «un hito para ahondar en la historia de Asturias y despejar incógnitas sobre el pasado». Ahora, lo que toca es pensar qué va a ocurrir con esa losa, que no volverá a colocarse donde estaba para que no se siga deteriorando (está fragmentada). La consejera habló de «reubicar» la pieza para musealizarla al tiempo que se garantiza una menor exposición. «Sería lo suyo que se pueda disfrutar en el propio monumento» porque, concluyó, supone «una lectura totalmente distinta y vital para entender Santa María».
Un «hito»; sin embargo, otros investigadores consultados ayer por este diario manifestaron sus dudas, dado que «no es común colocar una losa de esta magnitud, con la dificultad que implica transportarla y colocarla, para marcar el espacio donde debería estar ubicado un sarcófago» que, por otra parte, «no tenemos».
El monumento reabrirá las visitas cuanto antes
Las filtraciones son uno de los principales enemigos de la conservación del Prerrománico asturiano. Los monumentos del Naranco no se han librado de ellas a lo largo de su historia. En el caso de Santa María, las venía padeciendo, sobre todo, en la fachada norte a través de las juntas de encuentros con los tramos este y oeste de la escalinata y desde el vestíbulo exterior que da acceso a la planta de la sala de los miradores.
Es por esto que la Consejería de Cultura inició en octubre una campaña de actuaciones dirigida a atajar las humedades en el edificio. Deberían haber terminado en febrero, pero se han ido alargando por la mala climatología, primero, y más recientemente por el desmontaje de la losa de entre 600 y 700 kilos en el vestíbulo norte sobre la que los arqueólogos creen ahora que debió ubicarse el sarcófago del monarca Ramiro I. Tras su retirada –y su posterior musealización en otro lugar–, ahora sólo queda rellenar el hueco antes de reabrir este importante monumento al turismo.
Así lo explicó ayer la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez, durante una visita a las obras. «Para poder reabrir no queda prácticamente nada más allá de sellar el sitio donde estaba esta pieza expuesta y la intención es poder reabrir cuanto antes». En principio, tendrá a lugar a principios de julio.
Los trabajos para eliminar las filtraciones de Santa María del Naranco y hacer más accesible el monumento prerrománico se están desarrollando bajo la dirección facultativa del arquitecto Román Villasana y del arquitecto técnico David Carracedo, con la asistencia de la empresa adjudicataria del contrato, que asciende a 192.912 euros, ArtDec2. A la obra, además, se han sumado Alicia García Fernández y César García de Castro. «Esto empezó como una operación de salvamento por la situación de degradación por las filtraciones de agua, que lo hacían insostenible; había que acometerlo ya», comentó, precisamente, este último.
García de Castro también aseguró que el lugar donde estaba ubicada la losa sobre la que descansaría, a priori, el sarcófago perdido de Ramiro I, «se va a reponer con otros materiales».
Unas obras que han mejorado notablemente el estado de salud de este BIC del siglo IX, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985. En todo este tiempo se han desmontado con sumo cuidado las piedras de las escaleras para rejuntarlas y fueron sometidas a diferentes tratamientos hidrofugantes para evitar el crecimiento de la maleza Además, los alrededores del monumento han sido excavados para colocar nuevos sistemas de drenaje del agua.
Accesibilidad
Junto a la fachada se han colocado piedras y desde el exterior se puede ver el nuevo sistema de canalización. En la fase final de los trabajos se han instalado adoquines de piedra que, por un lado, facilitarán el acceso a los visitantes a esta joya del prerrománico. Por el otro, evitará que el barro y la tierra que los visitantes lleven en sus zapatos entre en el templo afectando al pavimento.
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