Repsol busca desesperadamente soluciones, que no encuentra sin que aparezcan garantias para Lukoil.
Repsol enfila la recta final para cerrar un acuerdo con Lukoil
Los seguidores del culebrón sobre Repsol están a punto de conocer el desenlace. Ahora la petrolera enfila la recta final en la que se cerrará previsiblemente la entrada de Lukoil, que adquirirá a Sacyr su participación del 20 por ciento. Las conversaciones van por el buen camino y están sólo a falta de concretar los últimos flecos. A priori,parece claro que los bancos acreedores de Sacyr por su crédito de 5.175 millones están dispuestos a migrar esta deuda a Lukoil.
Falta ahora concretar qué garantías aporta la petrolera rusa y a partir de ahí se fijará el precio definitivo de la operación.De momento, ha transcendido que el gigante del páis ex soviético está dispuesto a poner encima 26,7 euros por título, lo que supone un desembolso de 6.500 millones de euros.
Pero a los bancos están resentidos por la crisis financieras y quieren garantías solventes.Ya no les sirve con poner simplemente las acciones adquiridas como aval,más aún si se tiene en cuenta que los títulos de la petrolera han llegado a caer más de un 50%. Ahora, las entidades piden al grupo que preside Vagit Alekperov que ponga a su disposición su propio patrimonio.
Problemas en la operación
Sin embargo, el acuerdo definitivo es delicado.Para empezar la petrolera rusa está renegociando parte de su deuda con el banco estatal ruso VEB con una operación que asciende a 1.600millones de euros. Además, LaCaixa, a pesar de que se mantendrá íntegramente en el capital, está dispuesta a financiar a Lukoil. Para ello, aceptaría como prenda las propias acciones de la compañía, pero requerirá garantías adicionales por el precio a pagar.
Asimismo hay que tener en cuenta que los 44 bancos que forman parte del crédito de Sacyr necesitan que Lukoil aporte activos para poder liberar un poco más a la constructora, a pesar de que la venta de Itínere aCiti ha sido un balón de oxígeno para solventar su abultada deuda que ascendía a 18.500 millones.
Con la venta de su filial de concesiones ha reducido su deuda en 5.000 millones, pero la constructora aún necesita liquidez, sobre todo si se tiene en cuenta que ha estado a punto de presentar un concurso de acreedores.
Futuro de Repsol
Por su parte, la petrolera rusa considera que su solvencia está más que probada al ser la segunda petrolera mundial en reservas de petróleo, por eso considera que simplemente con las acciones en prensa y asumiendo la deuda es suficiente. A falta de que se haga efectivo el desembarco de Lukoil, cada día se van dando más datos sobre cómo quedará configurado el capital de Repsol. Miguel Sebastián, ministro de Industria, se encargó ayer de desvelar nuevas pistas, ya que condiciona la entrada del grupo ruso a que en el capital se mantenga el mismo porcentaje de accionistas españoles para hacer un equilibrio y evitar la controversia que se ha creado con la operación. El ministro defendió así la ?españolidad? de la petrolera de cara a garantizar la seguridad del suministro energético.
De esta manera, los encargados de mantener a raya a Lukoil serán La Caixa, Mutua Madrileña,Caixa Galicia e, incluso, la mexicana Pemex, que siempre ha demostrado su apoyo incondicional a la gestión de la petrolera.
Por fin, en Repsol se vemásclaro el futuro. Desde hace un par de años se suceden los rumores sobre una posible operación que afectaría a la petrolera, una pera en dulce en el negocio petroquímico. Finalmente, la entrada de Sacyr en el capital con un 20% en 2006, venía a dar estabilidad, en un momento donde Repsol representaba entonces un valor con gran potencial de crecimiento y se convirtió en el objetivo de una constructora, ávida de ganar fuertes plusvalías como hizo en su día ACS en Unión Fenosa y luego en Iberdrola.
Pero llegó la crisis económica y con ello el desplome de las bolsa. A Sacyr le salió mal la jugada y su salida de la petrolera era inminente.Todos los sabían y Repsol volvió a estar en el punto de mira de las operaciones corporativas. Finalmente, Lukoil se queda con la chica.
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