España el 8º fabricante global de armamento.
Un sector en alza
España multiplica por siete las exportaciones de armas desde 2005
El volumen de las exportaciones de armamento convencional por parte de España se ha multiplicado por siete en los últimos cinco años. El país se sitúa como el octavo suministrador mundial de armas, por encima de países como China.
Javier L. Noriega - Madrid - 22/03/2010
España se ha convertido en uno de los principales exportadores de armamento convencional del mundo en el último lustro. El volumen de ventas de aviones, buques, submarinos, blindados, artillería y sensores de España al exterior se ha multiplicado por más de siete en el periodo 2005-2009 respecto a los cinco años inmediatamente anteriores (2000-2004), según los últimos datos hechos públicos por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri).
Este instituto internacional se dedica a la investigación del comercio de armas desde 1966 y cuenta con una de las bases de datos más amplias sobre este asunto. A la hora de analizar los flujos comerciales de armamento, compara periodos de cinco años y usa como indicador cifras de ventas a precios constantes (no el coste financiero real de las operaciones).
Así, el volumen de exportaciones de armas convencionales de España ha pasado de los 385 millones de dólares (a precios constantes de 1990) del periodo 2000-2004 a los 2.958 millones de 2005-2009, según los datos del instituto.
Esto supone que España ya se ha convertido en el octavo país exportador de armamento pesado del mundo, lejos del puesto número 17 que ocupaba en el periodo anterior. Ahora España controla el 2% de las ventas globales de este tipo de armas, por delante de países como China, Suecia, Israel o Canadá.
En cuanto a los países receptores, los contratos de los últimos cinco años han tenido como destinatarios a 26 Estados de todo el globo. La lista de clientes incluye aliados militares, como pueden ser EE UU, Portugal, Polonia o Australia; países africanos con los que hay acuerdos para el control de flujos migratorios, como Senegal, Mauritania o Cabo Verde; naciones del sudeste asiático, como Indonesia o Malasia; y Gobiernos latinoamericanos, como los de Venezuela, Bolivia, Colombia o México.
Barcos y aviones
En cuanto al tipo de armamento que se ha vendido, el producto estrella es el C-295, un avión de transporte táctico de tamaño medio diseñado por la antigua EADS-CASA (hoy, Airbus Military). La aeronave se ha vendido a Brasil (12 unidades por 238 millones de euros), Colombia (cuatro), Finlandia (dos por unos 85 millones de euros), México (siete unidades) o Polonia (cuatro unidades y ocho más bajo licencia que se fabricarán en el país).
En todo caso, por volumen económico, los contratos más importantes son los firmados por los astilleros públicos de Navantia (o su antecesora Izar) para la venta de buques de guerra o submarinos: desde el programa de buques anfibios y destructores de Australia a la venta (polémica incluida) de patrulleros y buques de vigilancia litoral a Venezuela, pasando por la fragatas noruegas o los submarinos chilenos y malayos.
A nivel global, el informe que publicó Sipri la semana pasada constata que el volumen de ventas de armamento convencional en el mundo creció un 22% en el periodo 2005-2009 respecto a 2000-2004. Las regiones que recibieron más armas fueron las de Asia y Oceanía (41% del total), seguidas de Europa (24%), Oriente Medio (17%), el conjunto de América (11%) y África (7%).
Grecia se mantiene entre los cinco mayores compradores de armas, gracias a la transferencia de 26 aviones de combate F-16 provenientes de los Estados Unidos y a 25 Mirage de origen francés, unos contratos que suponen el 38% del volumen de las importaciones griegas. Argelia y Singapur, por su parte, entraron en el ranking de los diez mayores importadores de armamento por primera vez.
Por el lado de las ventas, Estados Unidos continúa siendo el mayor exportador de equipo militar, concentrando un 30% del monto global en el periodo 2005-2009. Un 39% de sus exportaciones tuvieron como destino el área de Asia-Pacífico y un 36%, los países de Oriente Medio.
Rusia, el segundo gran vendedor mundial de armamento, colocó el 69% de sus exportaciones militares también en la zona de Asia y Oceanía. Su segundo mercado fue África, que concentró un 14% de sus ventas, frente al 10% del quinquenio anterior.
Riesgos para mantener la estabilidad
En su último informe, Sipri expresa su preocupación por el posible inicio de una carrera armamentista en determinadas regiones del mundo "con un clima sociopolítico tenso", como Oriente Medio, el Norte de África, Latinoamérica o el sudeste asiático.
Entre los factores que entiende que pueden tener un impacto negativo en la estabilidad de estas zonas es el creciente número de contratos de compra de aviones de combate.
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