Bajando del pedestal.
El poder adquisitivo de los consumidores españoles está por debajo de la media de la UE
Antonio León (BRUSELAS)29/03/2010
Las estadísticas son tozudas e insisten en demostrar que pecó de fanfarrón José Luis Rodríguez Zapatero cuando en plena cresta de la ola económica aseguró que España ya era un país más rico que Italia y que pronto adelantaría a Francia.
La Comisión Europea tiene previsto publicar hoy de marzo un informe sobre indicadores de consumo en el que se constata que el poder adquisitivo de los españoles está por debajo de la media de la UE y, por supuesto, por detrás de la capacidad de compra de italianos y franceses.
Por detrás de trece países
Y lo peor es que los datos son del año 2008 y, desde entonces, la crisis se ha ensañado más con el empleo en España que en Francia o Italia, de modo que la evolución de la coyuntura amenaza con hacernos perder aún más terreno con respecto a los referentes que marco el presidente español.
El informe del Ejecutivo comunitario atribuye 100 puntos a la media europea de poder adquisitivo, tras corregir las diferencias de precios y salarios entre los diferentes países de la UE. España sólo obtiene 96 puntos; Italia, 103; y Francia, 110.
Los consumidores de trece de los veintisiete países del club comunitario disfrutan de un poder adquisitivo superior al español. El consumidor luxemburgués es el más favorecido, y obtiene 188 puntos. El farolillo rojo es Rumanía, con 22.
Privación material
Más favorable para España es el indicador sobre privación material, que mide el porcentaje de la población cuyas condiciones de vida se ven severamente afectadas por la falta de recursos.
Son personas que no puede permitirse al menos tres de las cosas siguientes: gastos imprevistos; una semana de vacaciones fuera del hogar; hipotecas o facturas de servicios públicos como el agua, gas o la electricidad; comer carne, pollo o pescado con frecuencia; mantener una temperatura adecuada en el hogar; tener lava vajillas, televisión en color, teléfono o coche.
Sólo el 9% de los españoles viven tan complicada situación, un porcentaje que es igual en Finlandia, y que sólo es inferior en Dinamarca (7%), Holanda y Suecia (5% ambos), y Luxemburgo (4%).
El español no se fía
Otro de los indicadores de Bruselas que dejan a España en un mal lugar es el del temor de los consumidores a salir trasquilados. En 2009, España suspendió al obtener sólo 49 puntos de 100 posibles. En 2008, nuestro país había obtenido 55 puntos. Este indicador está compuesto de sub indicadores como la confianza de los consumidores en la protección que les ofrecen las autoridades públicas, la legislación; y también su confianza en distribuidores y proveedores, en ofertas y publicidad, etcétera.
En el capítulo dedicado específicamente a España, Bruselas subraya que el 69% de los consumidores han chocado con anuncios y ofertas engañosas, lo que constituye el mayor porcentaje de la UE. Añade que sólo el 28% de los consumidores que plantearon quejas quedaron satisfechos con la resolución de la misma, la cifra más baja de la UE.
También detalla que la tasa de cambio de cuenta corriente es la segunda más elevada de la UE, con 15% de consumidores que han cambiado de banco. Pero añade que todavía hay dificultades en la comparación reofertas bancarias. De hecho, el 51% de los consumidores tienen dificultades para comparar ofertas de los bancos, el porcentaje más elevado de la UE.
Bruselas concluye en su informe que también es difícil comparar las ofertas de suministro de electricidad, aunque la evolución de los precios es ampliamente comprendida.
Banca, telecos y energía
Reunido con un grupo de periódicos económicos europeos entre los que se encontraba elEconomista, el maltés John Dalli, comisario europeo de Sanidad y Política de Consumidores, explicó que durante el lustro que durará su mandato recién iniciado prestará especial atención a los sectores de la energía, las telecomunicaciones y los servicios financieros.
Dalli no descartó que Bruselas legisle para proteger mejor a los consumidores en estos sectores. Pero de momento su prioridad será garantizar que los ciudadanos de a pie reciben "información eficaz, relevante y comprensible para poder tomar decisiones inteligentes que influyan en los suministradores y en las políticas".
En referencia al sector financiero, especialmente a las inversiones y las hipotecas, Dalli señaló que "hay lecciones que debemos aprender de la recesión". Y detalló que "antes de la crisis mucha gente asumió compromisos que no se podían permitir". Y reclamó "contratos claros, costes comprensibles, y posibilidad de salir sin costes de los compromisos".
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