domingo, 5 de junio de 2011

Amistosos de....cine!

FÚTBOL | 0-4 ante EEUU en Boston

Los amistosos vuelven a ser una fiesta

Silva conduce la pelota ante la oposición de Spector. (Foto: Efe)

Volvió de blanco España a Boston, como aquella infausta tarde de 1994, con Luis Enrique y su sangre derramada. Esta vez, 17 años más tarde, en el Gillette Stadium, sobre los cimientos del derruido Foxboro, el fútbol de salón de La Roja hizo enloquecer a 60.000 aficionados, que ya tiene mérito por esas tierras. Todos quedaron admirados con la campeona del mundo, necesitada de volver por sus fueros en los amistosos. Todos, desde inmigrantes latinos con camisetas del Barça hasta los recién llegados al 'soccer' que celebran goles en fuera de juego, disfrutaron con el juego de seda de la campeona del mundo. [Narración y estadísticas]

Bordaron el fútbol estos 'locos bajitos' sobre un pésimo césped, donde la pelota rodaba con dificultad y apenas botaba. Sobre todo en una primera parte asombrosa, marcada por la zurda de David Silva, ese genio que hace un año quedó señalado tras la derrota ante Suiza. Desde entonces, corría el peligro de convertirse en uno más, quizá la peor condena que aguarda a los escogidos.

Jugó en la mediapunta Silva y a ratos cayó hacia la izquierda. En sus botas, con la colaboración de Cazorla o Alonso, brotó el fútbol de España, autora de una primera media hora soberana. Desde un disparo colocadito de Ramos a un gol mal anulado a Silva, por fuera de juego de Arbeloa. O la vaselina al travesaño de Negredo, tras una asistencia del zurdo del City. O esa parábola de Villa desde la media luna que merecía más la red que un lametazo a la madera.
Dos años después de la Confederaciones

Había pasado casi media hora y el 0-0 era una de esas ficciones que de vez en cuando se dan en este deporte. Porque Estados Unidos llegaba siempre tarde a la presión y ni podía estirarse hacia alguna carrera de Altidore. De hecho, no fue capaz de completar dos pases seguidos ni de probar los guantes de Reina. Era su último amistoso antes de debutar el miércoles en la Copa de Oro ante Canadá. Y en nada se pareció a ese equipo agresivo de la Confederaciones. Privado por descanso de Donovan y Bradley, dos de sus pilares, la selección 'yanqui' fue un juguete en las garras de España.

Así que en el minuto 27, Alonso vio a Silva por la izquierda y el pase atrás del canario fue enviado a la escuadra por Cazorla. Poco después, Alonso sacó el periscopio en la media y puso en suerte a Negredo ante Howard. Y aún hubo tiempo antes del descanso para que Cazorla cerrara su doblete en una jugada casi calcada al 0-1.

Con todo resuelto, Del Bosque inició el reparto de minutos, primero para Iniesta, Bruno o Torres y más tarde para Capdevila o Borja Valero, que debutó con el '10' a la espalda. Bonita manera de reunir sobre la hierba a cuatro futbolistas del Villarreal. El martes ante Venezuela habrá oportunidades para Manu o Iraola, inéditos esta vez.
¿Problemas de convivencia?

El caso es que el trajín de cambios supuso un lógico bajón del ritmo. Siguió controlando España, aunque sin las exquisiteces previas. En el minuto 63, Fernando Torres erró un mano a mano por la derecha y tuvo que desquitarse poco después tras una precisa asistencia de Valero. Era el primer gol de El Niño con La Roja desde el pasado 3 de septiembre.

Así se completó la fiesta en Boston, donde no hubo noticia de los dramas de Buenos Aires ni Lisboa, ni del cacareado desgaste en la convivencia, consecuencia al parecer de los últimos Madrid-Barça. Curiosamente, los cinco indiscutibles del once (Ramos, Piqué, Alonso, Busquets y Villa) se habían visto las caras en los cuatro clásicos de abril. Y al parecer, se siguen pasando la pelota sin problemas.

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