"Se ha comenzado a ver la realidad de estos países, que han crecido muy rápido y, en muchos casos, de manera desordenada", explica a Cotizalia Daniel Álvarez, analista de XTB. "Esto ha hecho que hayan sido los más castigados por el tapering", concluye.
Y es que, en los últimos años, la expansión cuantitativa provocó una búsqueda de rentabilidad que generó abundantes flujos de inversión hacia los mercados emergentes, que a la vez se beneficiaron de un periodo de crecimiento excepcional de China. Ello provocó que muchos gobiernos de países en vías de desarrollo se dejaran llevar por el pan para hoy y no pensaran en la planificación de su crecimiento futuro.
"Muchos se enfrentan ahora a situaciones inflacionistas en un momento en que los tipos de interés está subiendo y la demanda externa y la inversión se están evaporando", comenta James Balfour, analista de estrategia macroeconómica de Loomis, Sayles & Company. "El próximo ajuste será mucho más difícil para algunos países que para otros, dependiendo de las condiciones locales", asegura el experto.
Brasil
En los últimos doce meses el real brasileño acumula una caída del 15% a pesar de los esfuerzos que está haciendo su banco central para contener la inflación. Desde abril, el Banco de Brasil ha elevado los tipos de interés en 175 puntos básicos, hasta situarlos en el 9%, pero el repunte de los precios continúa su avance y ya ha superado el 6,5% que ha fijado como límite máximo la institución.
Y es que, aunque la economía de Brasil se ha frenado en seco, pasando de crecer el 7,5% en 2010 a apenas un 0,9% en 2012 -y un 0,6% en el primer trimestre de 2013-, el problema más grave al que se enfrenta el país es una inflación del 6,7%, provocada por un fuerte consumo privado, problemas de suministro de materias primas, unas políticas fiscales y monetarias laxas, un aumento de las importaciones y el desplome de su divisa frente al dólar.
No obstante, Brasil empieza a reaccionar. "Las políticas monetarias que se han adoptado para incrementar los tipos parece que van a ser efectivas y van a provocar caídas en la inflación", explica Álvarez. "Creemos que son las medidas que se tienen que tomar y que, a pesar de la pérdida de competitividad mostrada en el primer trimestre, de cara a final de año está mejor posicionado para enfrentar el tapering", asegura.
La divisa brasileña firmó su nivel más bajo en agosto en los 2,45 reales por dólar y desde entonces se ha recuperado ligeramente, hasta 2,32 reales por dólar y 3,03 contra el euro. El consenso del mercado recogido porBloomberg apuesta a que todavía tiene que arañar alguna posición más de aquí a los próximos tres meses, hasta los 2,31 reales por dólar.
Turquía
El caso de Turquía no es tan esperanzador como el de Brasil. Hay cierta decepción porque se esperaban medidas más fuertes por parte de su banco central, explican fuentes del mercado a Cotizalia. La lira acumula una caída del 15% desde septiembre del año pasado, aunque el grueso del castigo se viene produciendo desde la comparecencia de Bernanke ante el Congreso de EEUU el pasado 22 de mayo, cuando mostró abiertamente sus intenciones de empezar a reducir la barra libre de liquidez.
"Se ha depreciado alrededor de un 10% en los últimos 4 meses, pero las medidas de política monetaria, quizá porque no hay consenso, son menos agresivas cuando el mercado esperaba fuertes subidas de tipos de interés", explican desde XTB. "El gobernador del banco central, Erdem Basci, es consciente de que hay un problema, pero, de momento, ha descartado más subidas de tipos -desde el 4,5% actual-, por lo que todavía esperamos debilidad de la lira en el último trimestre", asegura.
No obstante, el consenso del mercado apunta a una cierta recuperación durante los próximos 3 meses, hasta las 1,98 liras por dólar frente al 2,06 actual y 2,70 en el caso del cruce con el euro.
India e indonesia
La situación de ambos países es similar. La rupia india ha retrocedido en los últimos doce meses un 18%, y la indonesia, algo más del 20%. Sin embargo, se han dado cuenta de que tienen que tomar medidas en tanto que han tomado conciencia de su papel en la economía mundial y de la importancia de las acciones de sus bancos centrales.
De hecho, India afronta la recta final de año con nuevo gobernador, el mismo que profetizó hace ocho años, en pleno homenaje al expresidente de la Fed, Alan Greenspan, la crisis que se avecinaba: el economista Raghuram Rajan. Por eso, el mercado tiene grandes esperanzas en que su desembarco en la entidad suponga un revulsivo para el país y frene la sangría de la rupia, que en agosto cayó hasta mínimos históricos de 68,8 rupis frente al dólar, y 91,8 por euro.
"Parece que en India el banco central se ha dado cuenta de la situacióny ha empezado a tomar medidas para incrementar las transparencia, ir liberando un mercado excepcionalmente intervenido, reducir las restricciones a la inversión extranjera y aumentar la flexibilidad para las importaciones y exportaciones", asegura Álvarez. Con los tipos de interés en el 7,5%, el consenso sitúa la divisa india en los 63,10 rupias por dólar, frente a las 65,63 actuales, y 85,85 por euro.
En el caso de Indonesia, el problema es que tienen instituciones y un comercio internacional anquilosados y la pregunta es si el mercado va a tener paciencia. Además, pese al endurecimiento de la política monetaria, hasta situar los tipos de interés en el 7%, la inflación continúa aumentando y en agosto se incrementó hasta el 8,8%, frente al 8,6% de julio. Con todo, el mercado ve la rupia indonesia a final de año en 10.753 rupias frente al dólar, desde las 11.175 actuales, en el caso del cruce con el dólar, y 15.238 con el euro.
Malasia
El país está tan volcado en el comercio exterior que no son conscientes del lado negativo que supone tener una divisa débil y que el fuerte repunte de la inflación puede espolear la demanda interna, explican fuentes del sector. Su principal prioridad es hacer más atractivo su mercado inmobiliario, atraer turismo e inversión y aumentar las exportaciones, a pesar de que el ringgit ha caído un 8,9% desde septiembre y firmó su nivel más bajo en agosto, en los 3,33 frente al dólar. Aún así, su banco central mantienen los tipos de interés en el 3%.
Con todo, desde el mercado esperan todavía una ligera recuperación de su divisa, hasta los 3,28 ringgit por dólar, desde los 3,32 actuales y 4,37 contra el euro.
Sudáfrica
A diferencia del resto de países, el mayor problema al que se enfrenta Sudáfrica es un desempleo que ronda el 26%, algo paradójico para un país emergente. Esta situación coloca al banco central del país en una situación muy delicada, teniendo en cuenta que el rand se ha depreciado un 16% en los últimos doce meses.
"Son conscientes de lo que están haciendo los demás emergentes para paliar la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de la población, pero no tienen claro que puedan permitirse subidas de tipos de interés -actualmente en el 5%-", explica Daniel Álvarez. Y es que su economía está creciendo sólo al 2% cuando tenían como objetivo que lo hiciera al 7%. "Los tipos se suben cuando las economías crecen mucho para que no se calienten, pero, ¿qué político dice que va a subir tipos con un paro del 26%?", asegura el experto.
En este sentido, el mercado considera que de todos los países, éste es el único que va a ver más caídas para su divisa en los próximos meses, hasta los 10,21 rands por dólar, frente a los 10,1 actuales, y 13,34 contra el euro.
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