Los mercados que el inversor debe colonizar son China y México
- China tiene una renta media con un PIB per cápita que supera los 5.000 dólares
- México se beneficiará de la recuperación de EEUU cuando cobre forma
El Eco
Foto: Archivo.
La reorientación económica de la potencia asiática hacia un modelo bsado en el consumo interno y las reformas estructurales de México son algunos de sus principales atractivos.
"Cuando China despierte, el mundo temblará", así de categórico se mostró Napoleón Bonaparte hace dos siglos y, a día de hoy, echando la vista atrás, se puede decir que razón no le faltó. Entre 2003 y 2008, la economía mundial, especialmente los mercados emergentes, se beneficiarion de grandes dosis de liquidez o dinero fácil, que llevaron a países como China a registrar tasas de crecimiento de doble dígito de su economía. Pero las circunstancias han cambiado. Con la certeza de que es cuestión de tiempo que la Reserva Federal (Fed) empiece a retirar la respiración asistida a la economía, los primeros en sufrir los efectos del miedo han sido los países emergentes que, además de ver cómo sus economías han pisado el freno, afrontan ahora el reto de reinventarse. De todos, China y México son quienes menos dudas generan como destinos de inversión.
Algo está claro. A pesar de la ralentización de las economías emergentes, éstas seguirán creciendo a mayor ritmo de lo que lo harán las de los países desarrollados. De hecho, Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac, señala en la nota mensual de septiembre que, aunque existen motivos para que los inversores se muestren inquietos a corto plazo, el mundo emergente se muestra desde un prisma fundamental, mucho más sólido y diversificado que hace quince años. Sin embargo, las fórmulas que fueron válidas la década pasada dejarán de serlo durante los próximos diez años.
El ejemplo es China. Su modelo de exportación basado en la inversión se encuentra inmerso en pleno proceso de transformación hacia otro en el que el consumo interno será la clave -para que se haga una idea, la tasa de inversión en China rondó el 50% en 2011 debido a los programas de estímulo lanzados por su gobierno tras la crisis financiera-. "El Gobierno chino se ha comprometido a ejecutar varias reformas diseñadas para crear una sociedad con menos desigualdad, elevando los salarios y el PIB per cápita. El consumo aumentará de forma constante su peso en el PIB, pero este proceso durará muchos años", apuntan desde Fidelity. Cuando se produzca, gran parte de Asia se verá beneficiada. A medida que crezcan los salarios, otros, además de Asia, como África, se podrán sacar partido del cambio de ubicación de la actividad manufacturera con grandes necesidades de mano de obra desde las zonas costeras del gigante asiático.
Por ello, aunque hace unos meses la simple expectativa de que la economía China creciera menos de lo esperado desataba las alarmas, ahora, la situación es distinta. Se estima que su tasa de crecimiento anual sea del 7% y, sin embargo, ya no es motivo de preocupación. "La desaceleración de China es bastante normal: se ha convertido en un país de renta media con un PIB per cápita que ya supera los 5.000 dólares, el mismo nivel al que economías como Japón, Taiwan o Corea del Sur comenzaron a frenarse y a dejar atrás sus tasas de crecimientos de doble dígito", añaden desde Fidelity.
A un ritmo menor avanza México (BBVA Research estima que su PIB se situará en el 3,1% en 2014). Pero ojo, porque es la clara apuesta entre los gestores dentro de Latinoamérica. Desde Carmignac señalan que México será la gran beneficiada de la recuperación estadounidense cuando ésta cobre forma y destacan los verdaderos progresos que el país ha realizado en materia de reformas.
Su mensaje encaja con el que lanzan desde Fidelity, donde consideran que su competitividad salarial, sus infraestructuras y sus estrechos vínculos con unos de nuevo pujantes Estados Unidos son elementos que juegan a su favor y están devolviendo al país al primer plano. De hecho, en el primer semestre del año, México ha sido el primer proveedor del sector de la automoción hacia Estados Unidos, con un 32,8% de cuota de mercado, según recoge BBVA Research, y fue el octavo productor de vehículos del mundo el año pasado (por encima de países como España o Francia).
Llaves para entrar por sus puertas
La opción más apropiada para tener una exposición adecuada y diversificada en estos países es, una vez más, a través de fondos de inversión -otra vía para hacerlo es mediante cotizadas con alta exposición de sus negocios a estos países-.
Para la primera alternativa, China, el producto que consigue un rendimiento más notable en lo que va de año se llama Ignis Intl China A USD. Su apuesta por la parte emergente de Asia y los sectores de consumo cíclico y servicios financieros se han traducido en una revalorización del 16,62% en 2013 y del 4,08% anualizado a tres años. Para la segunda alternativa, México, el panorama es menos alentador. Todos (menos uno) los que tienen alta exposición a este país están en negativo en lo que va de año, y también en el cómputo anualizado a tres años. La excepción se llama BSF Latin American Opportunities C2 comercializado por Blackrock. Tiene una exposición a México del 27,35% (invierte en compañías como el grupo industrial Alfa o Prinfa, Promotora y Operadora de Infraestructura) y avanza un 53,77% este ejercicio y suma un 27,35% de rentabilidad anualizada a tres años.
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