Calatrava responsabiliza a los Cosmen y a Alberto Lago de los desajustes en el Palacio de Congresos
El arquitecto asegura que avisó de defectos de soldaduras de piezas de la cubierta móvil "pero la propiedad tuvo la necesidad de inaugurarlo"
Martes28 de octubre de 2014
Santiago Calatrava ha responsabilizado a los promotores del palacio de Buenavista, la familia Cosmen y Alberto Lago, de los desajustes en el proyecto. El arquitecto ha aprovechado también para denunciar una campaña política de descrédito personal que persigue fines electorales. “Me gustaría dejar claro que yo no soy arquitecto de ningún partido”, ha afirmado en una entrevista en El País.
El arquitecto sostiene que los sobrecostes de los proyectos (la partida inicial se quintuplicó en Oviedo) se deben también al seguimiento por parte de los propietarios. En el caso de la capital del Principado, Calatrava aduce que la obra quedó paralizada en 2008 por problemas financieros de la propiedad. “Más de un año después, con el añadido que entraña la paralización de una obra, se retomaron los trabajos. Hubo defectos en el proceso de soldadura de determinadas piezas de la cubierta móvil, que precisamente puse de manifiesto a través de análisis requeridos por mí, y obligaban a establecer un protocolo de actuación riguroso”, señala el premio Príncipe de Asturias.
El arquitecto contrapone el caso del Palacio de Oviedo con su proyecto en Florida. “La Universidad Politécnica de Florida ha sido construida, por ejemplo, ajustándose al presupuesto previsto, y en el tiempo convenido. Ello se ha logrado, no solamente gracias a la calidad y madurez del proyecto, sino también a la calidad de la empresa constructora y al eficaz seguimiento del proyecto por parte de la propiedad. El arquitecto no es el único responsable de la obra, de su evolución, calidad y costo final”.
El arquitecto sostiene que los sobrecostes de los proyectos (la partida inicial se quintuplicó en Oviedo) se deben también al seguimiento por parte de los propietarios. En el caso de la capital del Principado, Calatrava aduce que la obra quedó paralizada en 2008 por problemas financieros de la propiedad. “Más de un año después, con el añadido que entraña la paralización de una obra, se retomaron los trabajos. Hubo defectos en el proceso de soldadura de determinadas piezas de la cubierta móvil, que precisamente puse de manifiesto a través de análisis requeridos por mí, y obligaban a establecer un protocolo de actuación riguroso”, señala el premio Príncipe de Asturias.
Cubierta fija
Calatrava insiste en culpar en parte a Jovellanos XXI del desaguisado final y del hecho que la cubierta móvil del Palacio de Congresos no se abra, como estaba previsto inicialmente. “La propiedad tuvo la necesidad de inaugurar el palacio. Y se me solicitó realizar las adaptaciones necesarias para que la cubierta quedase provisionalmente fija, sin perjuicio de que en el futuro se pudiesen acometer los trabajos para recuperar su movilidad”.El arquitecto contrapone el caso del Palacio de Oviedo con su proyecto en Florida. “La Universidad Politécnica de Florida ha sido construida, por ejemplo, ajustándose al presupuesto previsto, y en el tiempo convenido. Ello se ha logrado, no solamente gracias a la calidad y madurez del proyecto, sino también a la calidad de la empresa constructora y al eficaz seguimiento del proyecto por parte de la propiedad. El arquitecto no es el único responsable de la obra, de su evolución, calidad y costo final”.
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