La Difícil emancipación en Asturias....

Los treintañeros asturianos se cobijan de la crisis en casa de sus padres

Asturias tiene la menor tasa de emancipación de España en los jóvenes entre 29 y 34 años // La inestabilidad laboral y el coste de la vivienda frenan su ansias por independizarse

SUSANA D. MACHARGO

@SMACHARGO

MIÉRCOLES 30 DE DICIEMBRE DE 2015

Quizá no sean jóvenes en el sentido estricto de la palabra, pero cada vez más organismos amplían hasta los 35 años sus estudios sobre juventud. Los problemas típicos de los veinteañeros se arrastran casi una década más, desde la inestabilidad laboral a los sueldos exiguos y las dificultades para acceder a la vivienda. De ese estracto demográfico, el Consejo de la Juventud extrae conclusiones muy interesantes. La tasa de emancipación en el Principado ha descendido en el último año y la situación es especialmente sensible entre los treintañeros. Asturias tiene el triste honor de ser la comunidad con menos independizados de España en la horquilla que va de los 29 hasta los 34 años. El 35% de los asturianos de esa edad viven con su familia, cuentan con estudios postobligatorios o universitarios, firman salarios medios anuales de 15.281 euros y tendrían que dedicar casi el 40% de sus ingresos mensuales a pagar una vivienda si se decidiesen a comprar. El porcentaje sería del 33% si optasen por un alquiler. 

Todos estos datos pertenecen al último Observatorio de la Emancipación que periódicamente elabora el Consejo de la Juventud de España y que presenta datos desglosados por comunidades autónomas, lo que permite ver las tendencias globales y también desglosar las singularidades de cada territorio. Así, del Principado señala que, en términos generales, tiene un índice de independización menor que la media nacional y, encima, en el último año se ha reducido. Esto supone que cada vez más jóvenes asturianos residen con sus padres. Si se tienen en cuenta todos los tramos de edad, ocho de cada diez no han podido dejar el nido familiar. Dice el consejo que este retroceso se debe a la "cada vez mayor vulnerabilidad de las personas jóvenes de menos de 30 años en el mercado de trabajo". Reconoce que el desempleo se ha reducido en los últimos 12 meses, pero matiza que la mayor eventualidad en los contratos es uno de los factores de precariedad que más están condicionando la emancipación económica de las personas jóvenes ocupadas a medio y largo plazo". En definitiva, que los treintañeros asturianos no se atreven a dar el paso, porque no saben qué va a ser de su trabajo a medio plazo, y se cobijan de la crisis con sus padres.

Otro problema no menos importante es el esfuerzo económico que supone para ellos. Aunque el mercado inmobiliario se ha flexibilizado, los jóvenes tienen que dedicar la mayor parte de los ingresos a la vivienda y se quedan sin recursos para su día a día. En el caso de los asturianos entre los 29 y los 34 años tendrían que dedicar el 60% a una hipoteca o el 34% a un alquiler. En los menores de 30 años, la situación es mucho más sangrante. De media, deberían dedicar el 47,3% de su renta a un alquiler y hasta el 52% por una compra. Las cifras en euros ponen esta situación en perspectiva. El salario de un veinteañero no llega a 11.000 euros anuales y la renta media de una vivienda libre en alquiler está en 431 euros mensuales. El ejemplo de la compra se puede poner con un treintañero. Ingresa algo más de 15.000 euros anuales y el coste medio de un inmueble libre es de 126.450 euros.

¿Qué pueden pagar los jóvenes asturianos? La respuesta es sencilla: viviendas por debajo del precio de mercado. Así, el alquiler máximo tolerable para sus bolsillos es de 273 euros. Como mucho, por una vivienda en propiedad pueden pagar 72.273 euros. ¿Existen estas oportunidades? Todas estas cifras son además para los asalariados, los que cuentan con un salario. Para el resto, con ingresos aislados, la emancipación es algo más que un sueño.

No obstante, la formación ayuda. El porcentaje de independizados en más grande entre los más cualificados. La ecuación es sencilla. Aquellos que tienen un nivel de estudios superior, cuenta con mejores trabajos y sueldos más grandes. No obstante, el Observatorio también alerta de otros factores negativos como la sobrecualificación. El 59,1% de los asalariados menores de 30 años está desempeñando un trabajo que requiere menos formación de la que tienen. Esta sobrecualificación se mantiene entre los perfiles de más edad. Entre las personas de 30 a 34 años afecta a casi el 60%.