Carreño se queda con la miel en los labios
En el partido por el título de dobles, disputado una hora y media después, acusó el cansancio, pero dio batalla con Marrero ante el chileno Peralta y el argentino Ceballos
El gijonés perdió su primera final individual con el uruguayo Pablo Cuevas tras un duelo intenso
Las tres últimas semanas de Pablo Carreño han sido las más intensas desde que empuño una raqueta. Su primer título ATP llegó en dobles en el Abierto de Quito hace quince días con el argentino Durán y siete días después en Río lograba de nuevo como doblista, especialidad en la que se ha convertido en una de las revelaciones de este inicio de año, el subcampeonato.
Sin embargo para el gijonés el haber disputado por primera vez una final individual culmina un sueño deportivo que al mismo tiempo confirma su excelente progresión.
Pero ayer, en el partido en el que estaba en juego el trofeo paulista, el asturiano se topó con el uruguayo Pablo Cuevas (27 ATP), que venía de ganar en Río en semifinales a Rafa Nadal para hacerse finalmente con el título del torneo brasileño. Pese a la teórica superioridad del charrúa, Carreño hizo un sensacional primer set, que se resolvió en el tie-break (7-6) y que mereció el reconocimiento de los numerosos aficionados que llenaron la pista central de Sao Paulo. Aseguró sus 8 primeros puntos con su servicio para acabar exhibiendo un 80% de éxito con su primer saque. Por su parte, el sudamericano con unos números de efectividad muy cercanos (76%) apenas sufrió con su servicio. Con tal seguridad de los saques, la manga se decidió en el tie-break. El primer error llegó en el lado de Cuevas, que envió un revés a la red y permitió al discípulo de Samuel López escaparse 3-2. Sin embargo, en la siguiente ocasión al resto recuperó la ventaja, 3-3. Y lejos de conformarse encadenó un parcial de 4-1, para acabar asegurándose el desempate por 7-4. La mayor madurez de Cuevas en este tipo de partidos se hizo notar, mientras que la tensión y los nervios de su primera final fueron en contra de Carreño, que perdía opciones a medida que avanzaba el partido. En este sentido, en el tercer juego del segundo set dejó escapar su primera opción de break. Evitó la primera tras un excelente intercambio, pero a la tercera fue la vencida. Así, Cuevas encarriló el partido con 5-1 en el marcador.
El gijonés vendió cara su derrota al conseguir dos juegos más, obtenindo su primer break (5-3). Pero la ventaja del charrúa le permitió setenciar con mayor comodidad (6-3).
El jugador asturiano reconoció en la ceremonia de la entrega de premios que «Cuevas estuvo a un gran nivel y se merece este triunfo».
Carreño, tras la final individual, llegó después sin apenas descanso, con sus fuerzas al límite, al partido por el título de dobles que jugaba con David Marrero contra el chileno Julio Peralta y el argentino Horacio Ceballos. El resultado, a favor de la pareja sudamericana, fue de 6-4, 1-6 y 5-10. Pese al cansancio, el binomio astur-canario hizo un buen primer set, pero en el segundo las imprecisiones dieron la manga a sus adversarios que se llevaron el triunfo definitivo gracias a un tie-break.
El gijonés comentó a EL COMERCIO ayer desde Sao Paulo que «perdí las dos finales, pero me quedo con lo positivo, que es que estoy jugando a un gran nivel».
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