Los expertos vaticinan un año en blanco para las bolsas europeas
Finanzas.com
Las previsiones en enero para las bolsas europeas no eran para tirar cohetes, pero a punto de liquidar el primer trimestre todo ha ido a peor. Los problemas crecen y las soluciones escasean, por lo que los analistas vaticinan ya que este año será un ejercicio en blanco para la renta variable del Viejo Continente.
Golpeadas por una de las temporadas de resultados más flojas de los últimos nueve años, a lo que hay que sumarla menguante fe en el poder de los bancos centrales, los analistas consultados por Bloomberg esperan que el EuroStoxx 50 termine el año con una exigua ganancia del 1%. Hace solo unos meses, estos mismos estrategas vaticinaban avances del 12%. Quién más se han dado la vuelta son los expertos de Societé Genéralé, que han pasado de predecir alzas del 22% a cambiar su previsión al 0,5%.
"Estamos en un entorno de crecimiento bastante lento y las empresas se están dando cuenta de que no son capaces de cumplir con los crecimientos de beneficios que pensaban", asegura Peter Dixon, economista de Commerzbank. "Hay razones sólidas para la cautela, vamos a tener que hacer un largo camino para volver a algo parecido a los niveles de final de año", opina este experto.
El comienzo del año ha sido de alto voltaje. Dudas sobre la rentabilidad de los bancos en un entorno de tipos deprimido, preocupación por la desaceleración de China, hundimiento del petróleo o poca visibilidad sobre la política monetaria de la FED estadounidense. Son solo algunos de los factores que condujeron a las bolsas europeas a marcar mínimos de 31 meses el pasado 11 de febrero. Incluso tras el rebote posterior, los números verdes solo han llegado a los sectoriales de energía y materias primas, porque dos tercios del EuroStoxx 50 todavía cotizan por debajo de sus niveles del pasado 31 de diciembre.
Prácticamente la totalidad de los estrategas consultados por Bloomberg han rebajado las previsiones que hacían a principios de año, pasando a vaticinar un nivel de 3.301 puntos para el EuroStoxx 50, frente a los 3.646 puntos previstos anteriormente. En este contexto, se esperaba que el BCE contribuyera a calmar los ánimos. Y lo cierto es que la decisión de recortar los tipos e introducir más estímulos monetarios indujo un fuerte rebote cuyos efectos ya prácticamente están olvidados. Los expertos se preguntan hasta qué punto serán válidas estas medidas para atajar la deflación y estimular el crecimiento.
"Sigo siendo muy escéptico en cuánto al impacto del QE para poder impulsar la economía", advierte Dixon. Si funciona completamente (algo de lo que este experto dice que está por ver) sus efectos serán de muy largo plazo. En Morgan Stanley lo vieron claro el pasado 13 de marzo, cuando aconsejaron a sus clientes vender el rebote, dada "la debilidad" macro y del entorno de los beneficios. Por ejemplo, en Credit Suisse vaticinan que los beneficios de las empresas del EuroStoxx 50 crecerán este año un 1,5%, frente al más del 5% que calculaban en diciembre.
En estas condiciones, para indispensable que la próximas presentaciones de resultados ofrezcan mejores noticias para que los estrategas mejoren su sentimiento. Además, está por ver qué pasa con los precios del petróleo, en concreto, si son capaces de sostener el rebote. Simon Wiersma, de ING, se muestra muy cauto y asegura que le gustaría ver al crudo cotizar en un rango de entre 35 y 50 dólares durante los próximos seis meses, a lo que añadiría también que se diera un rebote en las exportaciones alemanas.
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