Un verano de récord: ¿se nos está yendo el turismo de las manos?
Este verano va camino de convertirse en el mejor de los últimos años en lo que a turismo se refiere. La nota más repetida a lo largo y ancho de España es una ocupación que roza el 100%, pero a su vez se han dado casos, en algunas zonas como las Islas Baleares y Cataluña, de cierta masificación. El turismo es la gallina de los huevos de oro en nuestro país, aunque los problemas que se han detectado podrían acabar por influir negativamente. ¿Cuál es el modelo que queremos?
Esa es la pregunta que muchos hosteleros y expertos se hacen estos días. El turismo sigue creciendo año tras año, aunque este verano parece haber tenido un empujón extra tras los ataques terroristas que se han producido en países que son competencia directa de España, como es el caso de Turquía. Así lo asegura Benet Maimí, profesor de Economía y Empresa en la Universitat Abat Oliba CEU. “Este año puede ser el mejor de la historia desde el punto de vista turístico. Lo que está pasando en países que son competidores es muy grave, y eso ha traído a España a muchos turistas”, afirma.
Y lo mismo opina Manuel Figuerola, consultor internacional y experto en turismo, además de profesor emérito de la Universidad Antonio de Nebrija. “Este verano han venido muchos turistas que no son nuestros. Estamos ante un año atípico porque la situación del entorno mediterráneo es muy mala”, asegura. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los seis primeros meses de 2016 el número de turistas extranjeros que visitaron nuestro país aumentó un 11,7% hasta los 32,8 millones, siendo los principales países emisores Reino Unido (con 7,94 millones de turistas y un incremento del 16,5% respecto a los seis primeros meses de 2015), Alemania (con 4,99 millones de turistas y un crecimiento del 6,7%) y Francia (con 4,58 millones de turistas y un aumento del 8,2%).
Muchos de estos turistas extranjeros se han decantado por nuestro país en un momento delicado, como explican desde Exceltur, la Alianza para la Excelencia Turística. Los continuos episodios de inestabilidad en el Mediterráneo Oriental hacen que del crecimiento estimado para el conjunto de 2016 en la llegada de turistas extranjeros y de sus gastos, algo más de la mitad, el 56%, “procede de demanda ‘prestada' procedente de estos países”.
No obstante, y aunque el gasto total de los turistas en nuestro país ha aumentado en los seis primeros meses del año un 8,2% respecto al mismo periodo de 2015, alcanzando los 32.685 millones de euros, lo cierto es que hay un “desequilibrio”, como apunta el profesor Maimí. “Dado que hay más turistas, al final el gasto medio es menor”, alerta este experto. Por su parte, Figuerola apunta que “los ingresos no crecen igual que el número de turistas”, lo que a su juicio demuestra que “falta calidad en el gasto, que no ha subido lo que debiera”. Cree que “España no sabe aprovechar lo que tiene” y que otros países como Francia lo hacen mucho mejor, ya que “tiene la mitad de pernoctaciones y recibe la misma inversión que nosotros”.
Además, ambos expertos coinciden en que España debe hacer un esfuerzo para mejorar el rendimiento del turismo en la economía. El INE actualizó la cuenta satélite del turismo el pasado mes de junio con los últimos datos disponibles sobre el peso del sector en el Producto Interior Bruto (PIB), correspondientes a 2014. El turismo alcanzó los 113.690 millones de euros, un 3,4% más que el año anterior, representando el 10,9% del PIB. Además, los puestos de trabajo asociados a este sector alcanzaron los 2,36 millones, cifra que representa el 12,7% del total de los empleos de la economía española en 2014.
Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), en el segundo trimestre de 2016 el sector turístico contaba con 2,86 millones de trabajadores en activo, un 4,8% más que en el mismo periodo del año anterior. Un dato que sin duda aumentará en el tercer trimestre, que engloba los meses de verano (junio, julio y agosto), dados los buenos datos que está registrando el sector.
Gasto de los turistas extranjeros en España en el último año. Fuente: INE
CANTIDAD SÍ, ¿PERO CALIDAD?
El peso del turismo en el PIB se ha ido incrementando ejercicio tras ejercicio, aunque Figuerola alerta de que podría no crecer al ritmo esperado si no se cuida la calidad. “Estamos creciendo, pero si no va acompañado de calidad no sirve de mucho”, dice el experto, que considera que no hay mucho turismo, sino una estructura ineficiente que no es capaz de soportar adecuadamente los niveles actuales de demanda. “La calidad no está sólo en un bien material o en un producto, también en la empatía, en el trato al cliente”.
Además, considera que España debe potenciar otros destinos, porque “si somos capaces de ofrecer nuevos productos, de potenciar el turismo cultural y las actividades de interior, los destinos del litoral no estarían tan presionados”. “Perdemos oportunidades al poner demasiadas fuerzas en ciertos lugares mientras que otros no los sabemos aprovechar, y España puede ofrecer mucho”, dice Figuerola.
Por su parte, Maimí apunta que “crecer tiene un riesgo, y es que hay un tope al que estamos llegando y que está en ofrecer un mal servicio”, lo que a la larga acabaría por perjudicar al turismo y la gente “deje de venir”. “Hay que buscar la sostenibilidad”, replantar el sistema y reorganizarlo “para que no se vaya de madre”, apunta el profesor, que llama a trabajar en busca de un “equilibrio” de las opciones vacacionales porque “no todo se acaba en la costa”.
¿Y qué pasa con el denominado turismo colaborativo, cuyo mejor ejemplo es Airbnb? Ambos expertos coinciden en apuntar que es necesario regularlo para que no se descontrole. Eso es lo que estaba ocurriendo en Barcelona, y el Ayuntamiento que dirige Ada Colau tomó cartas en el asunto y cerró más de 250 pisos turísticos. “Es urgente regularlo, porque está habiendo competencia desleal”, dice el profesor Maimí. Este tipo de alojamientos se están multiplicando sin estar reglados, lo que en su opinión “no es justo” para los hosteleros.
No obstante, Figuerola cree que instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona tienen una actitud algo “agresiva” contra el turismo colaborativo, y que lo que hay que hacer es “regularlo y controlarlo, pero no perseguirlo”. Por su parte, Sandra Carvao, directora de comunicación de la Organización Mundial del Turismo (OMT), apunta que el problema es que no hay una legislación para este fenómeno, que ha crecido tanto en los últimos años, y que lo principal es “garantizar el equilibrio entre todos aquellos que operan en esta área”.
“Son modelos turísticos nuevos para los que no estábamos preparados, pero que surgen de la evolución natural del mercado. Ahora urge crear un marco legal que asegure la protección del consumidor y la igualdad de circunstancias”, concluye Carvao.
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