"Si el proceso se encuentra manejado por una misma organización tendría la capacidad de descifrar los votos", advierten los diseñadores del software
El voto en la consulta sobre el chalet de Pablo Iglesias no es secreto ya que la secretaría de organización de la formación morada encabezada por Pablo Echenique cuenta con todos los medios técnicos para saber quiénes han participado y cuál fue el sentido del voto de cada uno de los afiliados. La clave de esto reside en la figura de la "autoridad", que son las personas que cuentan con las llave para descifrar los votos que el sistema ha anonimizado dentro programa informático de votación diseñado por la empresa Nvotes que los afiliados a Podemos emplean para decidir sobre la continuidad de Pablo Iglesias e Irene Montero al frente del partido.
La lógica del sistema para salvaguardar el anonimato de los votos es muy similar al que se muestra en las películas de la Guerra Fría para lanzar los misiles nucleares. En A La Caza del Octubre Rojo, el submarino cuenta con consola de misiles que se activa con dos llaves en posesión de dos personas distintas, del comisario político y del comandante de la nave, que precisan accionarlas de forma conjunta para lanzar las cabezas nucleares.
Lo mismo sucede en el sistema de votación interna empleado por Podemos para decidir sobre la continuidad de sus líderes: si las llaves, "la autoridad", se encuentra en manos de una misma persona o de dos personas que se encuentran compinchadas, es posible acceder a las entrañas del sistema y conocer cada uno de los votos particulares.
"Las autoridades, normalmente dos, mantienen las claves para el secreto del voto y velan por la anonimización porque la clave para mantener el anonimato está mancomunada entre distintas autoridades", explica Eduardo Robles, director técnico de nVotes. "Las autoridades deben de ser independientes entre sí para mantener el secreto del voto", advierte. "Sin embargo", prosigue, "si las autoridades se ponen de acuerdo es posible descifrar el voto".
En su diseño original, el propio sistema de votación, "que es software libre al que puede acceder cualquiera y cuya licencia permite a cualquier persona modificarlo y redistribuirlo", según explica Eduardo Robles, director Técnico de nVotes, no permite conocer los resultados de los comicios en tiempo real ya que sólo se puede acceder a estos una vez que el proceso ha concluido.
"El sistema no permite saber el sentido de la votación en tiempo real pero sí la participación", explica. Una información que habría permitido al secretario general, Pablo Iglesias, redoblar su apuesta de manera segura al advertir que una participación "baja" en la consulta por su chalet le "obligaría a dimitir" a sabiendas que esta tendrá unos niveles aceptables para garantizar su continuidad al frente de Podemos.
En el caso de la consulta del chalé, el proceso se encuentra organizado desde el equipo de Pablo Echenique por trabajadores del partido sin que, como ha ocurrido en otras ocasiones como en el caso de Vistalegre II, participen empresas externas o personas que defiendan intereses contrapuestos.
"Cada autoridad ejerce el control de una máquina que puede ser física o virtual pero si el proceso se encuentra manejado por una misma persona u organización tendría la capacidad de descifrar los votos", explica Robles.
El sistema de nVotes está pensado bajo la lógica del adversario de forma que, como ocurre con los interventores y apoderados de los distintos partidos en unas elecciones, todas las personas con los permisos de autoridad defiendan posiciones contrarias de forma que estas no colaboren y no se pueda conocer qué ha votado cada persona en concreto.
A diferencia de casos como el de Vistalegre 2, en el que nVotes participó para garantizar los estándares necesarios en las votaciones con protocolos más estrictos para imposibilitar este tipo de prácticas, aquí el rol de la empresa se ha limitado a crear un software que se encuentra subido a internet al alcance de todo el mundo.
"No gestionamos la votación directamente pero normalmente en los procesos que realizamos con Podemos o con la asociación española de cirujanos aplicamos un protocolo de actuación que incluye un simulacro, que permite evaluar los distintos roles. Además, publicamos una página de estado por temas de transparencia y control y hacemos un anuncio independiente del que hace el partido u organización con los resultados", cuenta Robles.
En estos casos, explica Robles, "los interventores, las autoridades y la organización tienen acceso a un sistema de trazabilidad interna que te permite subir ficheros, conocer la configuración exacta de la votación y trasladar los resultados cifrados a aquellas personas con el papel de autoridad. Además, se cuenta con un registro de incidencias como medida garantista adicional a las que ofrece el propio software que se prepara con un simulacro electoral que sirve para crear las claves y la recrear la votación exacta, así como para crear elementos de seguridad como backups y probar que las claves y el sistema funcionen correctamente".
El sistema, además, permite a una persona votar cuantas veces quiera, sin embargo, sólo contabilizará como válido el último voto, indica Robles. Una medida que sirve para evitar posibles coacciones o presiones de grupo, permitiendo cambiar el sentido del voto una vez que el foco de presión haya desaparecido.
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