Petróleo a 80 dólares: cómo sacarle partido
Cristina Vallejo
Muchos analistas se muestran escépticos con el crudo, pero reconocen que las petroleras ahora son más eficientes que en el pasado
El petróleo es uno de los activos más rentables del año. El barril de Brent sube un 20% en 2018 y, desde los mínimos anuales, un 27%. Ninguno de los principales índices bursátiles acumula una rentabilidad semejante y en el Ibex-35, sólo Siemens Gamesa suma un avance comparable. ¿Va a seguir esta fulgurante evolución el petróleo?, ¿cómo la puede aprovechar el inversor?
Francisco Sánchez-Matamoros, de XTB, señala que el objetivo del Brent a corto plazo estaría en los 82 dólares. Y añade que el análisis técnico apunta que podría irse a los 87 dólares en algún momento del año, aunque no sin correcciones de por medio de hasta siete u ocho dólares.
Tomás García-Purriños, de Morabanc, agrega que el cumplimiento del acuerdo de la OPEP para mantener controlada la producción, la reducción del bombeo por parte de Venezuela y Angola y las sanciones contra Irán, además del aumento de la demanda por encima de lo esperado, justifican que el crudo se mantenga en niveles en torno a los 75 dólares, que es su objetivo para este 2018.
Óscar del Diego, de Ibercaja Gestión, en cambio, cree que el crudo debería relajarse en las próximas semanas, aunque también señala que su suelo parece cada día más fuerte entre los 60 y los 65 dólares el barril.
¿A la espera de recortes?
Pero tanto Borja Gómez, de Dunas Capital Inverseguros, como Daniel Lacalle, de Tressis, advierten de que el mercado de futuros recoge la sensación de que el crudo tenderá a caer, de que la situación actual no se va a sostener mucho tiempo. Con mayor contundencia se expresa Alex Fusté, de Andbank, que afirma que estos niveles podrían constituir el techo. Añade, asimismo, que sin los factores políticos que están estrangulando la oferta, el barril tendría que cotizar ahora por debajo de los 40 dólares. «A los inversores hay que decirles que detrás del repunte hay factores coyunturales y políticos que no se sabe hasta dónde pueden estirar el precio. También, que estructuralmente el crudo tiene que tender a la baja por la competitividad de las energías limpias, el endurecimiento de la regulación contra la contaminación y porque cada vez hay una menor demanda relativa, cada vez hace falta menos energía para lograr la misma unidad de PIB y la tecnología de los productores provoca que los costes de producción se reduzcan. Todo apunta a una deflación del precio del petróleo», explica Fusté, que también señala cómo las posiciones especulativas largas en el petróleo están en niveles máximos, 2,3 desviaciones stándard por encima de la media. «Cualquier punto que esté por encima de dos desviaciones es una venta, por lo que pronto se desharán muchas posiciones», afirma Fusté. Aunque este analista comenta que aún no se sabe cuándo puede suceder esto, puesto que está supeditado a intereses políticos de Arabia Saudí, entre otros. «Lo que está claro es que el precio natural del petróleo no son los actuales 80 dólares», asegura.
Si hay analistas que creen que el crudo puede tener recorrido o que puede recortar pero que tiene un suelo sólido cerca de los niveles actuales o incluso que puede estabilizarse en los 75 dólares, ¿cómo sacarle partido? Sánchez-Matamoros señala como manera de aprovechar la subida del crudo (le ve un potencial del 10% por análisis técnico) apostar por los futuros sobre el crudo. Y también sugiere la posibilidad de invertir en un ETF que tenga como subyacente una cesta de acciones petroleras.
Mejor a través de empresas
Pero, según García-Purriños, gran parte del movimiento alcista estaría ya terminado, especialmente en el crudo como inversión directa, por lo que considera que la mejor forma de seguir invertido sería a través de empresas, especialmente, en su opinión, las de servicios, que han recibido un castigo importante en Bolsa y que se deberían beneficiar de precios sostenidos en estos valores.
A la hora de invertir en el sector petrolero también hay que tener en mente que, como muestra el gráfico sobre estas líneas, se ha convertido en el más rentable del año dentro de la Bolsa europea. Por eso, Del Diego advierte: «Cuando un sector como en este caso el de las petroleras ha subido un 18% en menos de dos meses, siempre recomendamos cautela para iniciar nuevas posiciones. Los fundamentales han mejorado, pero hace cuatro meses escribíamos que no había nadie que pensara en riesgos al alza del petróleo y ahora sí que hay gente que se ha metido en el sector pensando que va a subir el precio y que se puede ver decepcionada si en el corto plazo se enfría un poco la cotización del crudo». Por eso, Del Diego señala que lo aconsejable sería esperar alguna caída para volver a entrar o aumentar exposición.
Según Lacalle, muchos valores petroleros han recogido una subida más amplia del crudo de la que se va a reflejar en los resultados, dado que los beneficios de las compañías son más estables que el precio del petróleo.
Ritu Vohora, de M&G, ve al sector mejor, pese a esas recientes subidas. Señala, por ejemplo, que a las compañías les costó subir en Bolsa al ritmo que lo hacía el crudo, quizás por la sensación que cundía en el mercado de que el encarecimiento del combustible no sería sostenible en el tiempo. Sólo recientemente se ha comenzado a cerrar la brecha entre la materia prima y las acciones de las empresas. A su juicio, las valoraciones siguen siendo atractivas. Como factor a su favor señala que en los años en que el crudo estuvo bajo, se esforzaron por rebajar costes, lo que les lleva a ganar más dinero con el crudo a 60 dólares que cuando estaba a 100. Además, gracias a ello, están consiguiendo un importante flujo de caja libre, que en 2018 podría ser el más alto de los últimos doce años, lo que garantiza, según Vohora, una mayor seguridad en los dividendos futuros.
Lacalle, aunque escéptico con el crudo y el sector, mantiene posiciones en valores europeos, con Total y Royal Dutch, aunque prefiere compañías exploradoras en Estados Unidos y empresas de servicios globales, y apunta nombres como Chevron, Schlumberger, KBR o Prysmian.
Ritu Vohora, de M&G, ve al sector mejor, pese a esas recientes subidas. Señala, por ejemplo, que a las compañías les costó subir en Bolsa al ritmo que lo hacía el crudo, quizás por la sensación que cundía en el mercado de que el encarecimiento del combustible no sería sostenible en el tiempo. Sólo recientemente se ha comenzado a cerrar la brecha entre la materia prima y las acciones de las empresas. A su juicio, las valoraciones siguen siendo atractivas. Como factor a su favor señala que en los años en que el crudo estuvo bajo, se esforzaron por rebajar costes, lo que les lleva a ganar más dinero con el crudo a 60 dólares que cuando estaba a 100. Además, gracias a ello, están consiguiendo un importante flujo de caja libre, que en 2018 podría ser el más alto de los últimos doce años, lo que garantiza, según Vohora, una mayor seguridad en los dividendos futuros.
Lacalle, aunque escéptico con el crudo y el sector, mantiene posiciones en valores europeos, con Total y Royal Dutch, aunque prefiere compañías exploradoras en Estados Unidos y empresas de servicios globales, y apunta nombres como Chevron, Schlumberger, KBR o Prysmian.
Antonio Aspas, de Buy & Hold, tiene posiciones en Petrofac, por sus bajos costes de producción, y en una compañía de servicios petrolíferos, Tullow Oil, más diversificada que Técnicas Reunidas, porque construye un abanico mayor de infraestructuras.
Thor Vega, de Gesconsult, desvela que en cartera tiene Repsol y Total, además de Tubacex. También señala que su firma está mirando más opciones entre las compañías de servicios petrolíferos, que suelen beneficiarse con retraso de la subida del crudo y de la mayor capacidad de inversión de las petroleras. Y, así, Ignacio Cantos, de Atl Capital, comenta que si bien las petroleras han recogido la subida del crudo en sus acciones, no ha ocurrido lo mismo con las empresas de servicios y él apuesta por Halliburton, Saipem y Schlumberger. No aún por Técnicas Reunidas, que va a tener un año difícil.
Desde ActivTrades, teniendo en cuenta el análisis técnico, Eduardo Bolinches, apunta que Repsol, tras superar los 16 euros, ha entrado en subida libre, mientras que ve buenas pautas en Royal Dutch, BP y Total, además de en Galp o en la finlandesa Neste Oil.
Y tampoco hay que olvidar que, de acuerdo con los expertos de Solunion, los precios más altos del petróleo fomentan la sustitución. "Los procesos alternativos, las tecnologías de energía limpia y las energías renovables se beneficiarán a medida que se vuelvan más competitivos".
Aunque también puede haber sectores perjudicados por la subida del petróleo, tal y como plantean los mismos analistas de Solunion: "Las empresas en ciertos sectores se están encontrando ahora con costes de producción sustancialmente mayores. Dada la velocidad del aumento del precio del petróleo, lo más probable es que haya poca cobertura. Los sectores más afectados son aquellos que transforman el crudo, como los químicos especializados, pero también las industrias que consumen mucha energía, como la industria pesada, la manufactura y ciertos segmentos dentro de maquinaria".
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