Miguel Luengo
Madrid, 14 may (EFE).- La victoria en Madrid, el tercer Masters 1.000 de su carrera, sus 26 victorias este año, las nueve últimas seguidas en tierra, con el título añadido de Múnich, consolidan al alemán Alexander Zverev como el relevo más seguro de la vieja guardia, pero el de Hamburgo necesita ratificar todo este bagaje ilusionante en donde las citas se hacen épicas: el Grand Slam.
"Aparte de Roger (Federer) y Rafa (Nadal), él es el mejor", dijo con contundencia Dominic Thiem tras ser humillado por el germano en la final de la Caja Mágica.
"Seguro que este año va a llegar muy lejos en un Grand Slam", añadió sobre el de Hamburgo. "Obviamente es diferente al mejor de cinco sets pero hará algo gordo muy pronto", observó al referirse a los torneos del Grand Slam.
Esa es, de momento, su asignatura pendiente, ya que nunca ha logrado siquiera los cuartos de final de un grande (lo mejor la cuarta ronda de Wimbledon), con 14 victorias y 11 derrotas en esos torneos.
Con dos títulos consecutivos, Zverev pasa ahora a defender el logrado el pasado año en Roma, y a situarse cada vez más cerca de los que considera aún los mejores: Roger Federer, que vuelve este lunes al número uno, y Rafael Nadal, con 20 y 16 grandes, respectivamente.
Ya es el primer jugador en activo en alcanzar la cifra de tres ATP Masters 1.000 ganados sin ser Nadal, Djokovic, Federer y Andy Murray. Solo 15 jugadores saben lo que es levantar un torneo de esta categoría. Ahí ya ha mostrado su nivel.
En un circuito en el que Djokovic no se encuentra a sí mismo, tras ser intervenido del codo derecho en febrero, en el que Murray no sabe cuándo volverá después de ser operado de cadera el ocho de enero, y Stan Wawrinka no ha vuelto a su forma tras reparar su rodilla izquierda el pasado agosto, y con el permiso del argentino Juan Martín del Potro, Zverev debería dar el golpe de efecto, y luchar contra Nadal y Federer por los 'major'.
Sería su advertencia al mundo de que su potencial sirve también para ganar en cualquiera de los cuatro clásicos de dos semanas.
"Rafa es el favorito, no importa dónde juegue en tierra batida. No importa dónde esté. Va a ser el favorito en Roma. Va a ser el favorito en París. Probablemente será el favorito en París más que en cualquier otro lugar. Sigue siendo el tipo a batir", dijo para quitarse presión ante la segunda cita grande del año.
"Ganar dos títulos en dos semanas es genial. Ganar un Masters, otro Masters, es increíble. Pero antes del Abierto de Francia, todavía está Roma, donde soy defensor del título. Obviamente tengo mucha motivación para hacerlo bien allí", se atrevió a decir el jugador que ha logrado más victorias este año y que con 21 años asombra por su potencial
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