Alas deprimidas, abandonadas....

Los frentes abiertos del suroccidente asturiano El estado de las carreteras, agravado por los argayos, y la dificultad para costear los servicios públicos ahondan en el despoblamiento de los concejos de la zona ÁNGELA RODRÍGUEZ TINEO. « Domingo, 19 diciembre 2021, 00:52 3 Abandono». Esa es la palabra más repetida, la que más molesta a algunos y la que, para la mayoría, mejor define la situación del suroccidente asturiano. Un territorio que ha vivido un año crítico tras los continuos obstáculos en las comunicaciones por carretera. El pasado jueves «los olvidados» llegaron a Oviedo. Varios miles de ciudadanos, de más de nueve concejos del occidente, rodearon la Junta General exigiendo una vertebración de carreteras «justa, digna y segura». Las precarias conexiones de la zona no impidieron la absoluta unión de la población, que continúa su campaña de recogida de firmas a lo largo de toda Asturias. Ante el recrudecimiento de las condiciones metereológicas en los próximos meses y la falta de soluciones a corto plazo, empresas y vecinos piden «mantener la presión», apoyando la constitución de la nueva plataforma 'El Suroccidente también es Asturias. Por unas carreteras seguras y modernas». Infraestructuras viarias «Lo único que pedimos son carreteras seguras» Unos seis vecinos quedaron incomunicados hace menos de diez días tras el derrumbe de la carretera de acceso a Montenovo, en el concejo de Belmonte de Miranda. El enorme socavón dejó literalmente en el aire la comunicación con el pueblo, quedando cortada la carretera en la curva de Llamoso. Sus vecinos degañeses no lo tienen mucho más sencillo. «Somos los únicos habitantes de Asturias que tienen que salir de la provincia para comunicarnos con el centro, por supuesto pagando el peaje que conlleva», clama Yolanda Menéndez, vecina de Degaña, y representante de su concejo en la plataforma. «He invertido mucho dinero en Tineo, un sitio que adoro y donde nacieron mis hijos. Pero ahora mismo me siento muy triste. Hay muchos buenos empresarios en la zona, pero nos están echando. Solo pedimos vías de comunicación y carreteras seguras», apunta Benjamín Alba, de la compañía Alvemaco. La realidad es que este 2021 ha sido un año trágico para el ala occidental de la región. Tras el inmenso argayo de Casazorrina que cortó la N-634, el hundimiento de la calzada de la A-63 y la demolición, en agosto, del puente de La Barrosa, los cortes se suceden también en la AS-15, tras el importante desprendimiento que tres semanas se cobró la vida de una vecina allandesa, a 500 metros de Soto de la Barca. Despoblamiento «Las distancias y la falta de trabajo hace huir a la gente» La lucha de los pueblos por mantener sus servicios públicos es la lucha misma contra la despoblación. Si la precariedad de las carreteras afecta directamente el tejido industrial de zonas como Tineo y Salas, complicando la instalación de nuevas empresas, los «sucesivos ataques» al sector primario hacen lo propio en Cangas del Narcea, municipio que ronda los 12.120 habitantes. «Una vez que se acabó el carbón, a finales de los noventa, la gente se encontró sin alternativas que generaran los puestos de trabajo que ofrecía la minería. El despoblamiento es ese éxodo, pero también la baja natalidad», señala José Víctor Rodríguez, alcalde de Cangas del Narcea. «Degaña es un municipio geográficamente aislado. El mal estado de las carreteras, las distancias y la falta de trabajo hace que toda la población huya», mantiene Menéndez. «Pagamos mucho más por el mismo servicio. Muchos se llenan la boca con la España vaciada, pero lo que necesitamos la gente del rural son servicios públicos», apunta Mayi Colubi, vecina de Ibias. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los concejos del suroccidente pierden población en los últimos años: Salas ronda los 5.300 vecinos; Belmonte, los 1.400 y Allande, los 1.600, mientras Degaña baja del millar y Tineo se sitúa en unos 9.200 aproximadamente. A datos del pasado año, el concejo de Ibias registra unos 1.200 habitantes. Educación «No puede costar dinero extra tener que ir a estudiar» En la actualidad, el alumnado salense no cuenta con ningún ciclo de Formación Profesional que cursar en el concejo, una importante problemática que el regidor asegura se tiene en cuenta. «Ya solicitamos la adjudicación de algún módulo de mecánica o informática», sostiene Hidalgo. Por su parte, su homólogo en Cangas del Narcea reconoce que es necesaria una actualización de la oferta en Formación Profesional. «Debemos actualizar este tipo de formación y adecuarla a los sectores de la zona. La educación no puede suponer para una familia un coste extra», asegura Rodríguez. Cangas estudia un sistema para equiparar tres certificados de profesionalidad en el sector vinícola a un ciclo formativo en materia de viticultura. En Tineo, el Pleno aprobó recientemente una moción para solicitar el ciclo de Energías Renovables. También las familias de treinta niños de San Antolín de Ibias continúan luchando por el cambio de jornada escolar. El impedimento «es la negativa de la empresa privada de transporte con la que la consejería mantiene el convenio», aseguran. El Suroccidente, un problema de todos, por Marcelino Gutiérrez Sanidad «Necesitamos personal adscrito para la UVI móvil» Los cuidados se hacen indispensables en comarcas como las del occidente asturiano, con un importante porcentaje de población envejecida. «Necesitamos personal adscrito que pueda explotar correctamente el equipo de la UVI móvil», señalan. El estado de las carreteras complica la situación. «Yo viví un traslado urgente por un código ictus. El paciente tiene que ir al HUCA y si por la noche el helicóptero no te puede desplazar, no me quiero imaginar ese traslado desde un pueblo de Cangas», apunta Ana Pérez, vecina salense. «Es muy triste que alguien quizá pierda la vida por eso». Aunque está en el Área Sanitaria IV, Salas se siente también «olvidado» en materia de salud. La inclusión en esa área, «donde hay mucha densidad, ocasiona retrasos», asegura el alcalde. El concejo espera la construcción de un nuevo ambulatorio.