domingo, 18 de junio de 2023
Abrieron la Puerta y entraron...pisando fuerte.
Vox y el gato de Schrödinger en Gijón
La entrada del partido de Abascal condicionará toda la política municipal y no sólo las fiestas.
Por
Víctor Guillot
18 junio 2023
Recomendados
Nuestro mundo y el mundo
18 junio 2023
Vox y el gato de Schrödinger en Gijón
18 junio 2023
Galería: Víctor Manuel vuelve a Mieres por San Xuan
18 junio 2023
Bob Dylan: el privilegio para servir a lo común
18 junio 2023
Víctor Guillot
Víctor Guillot
Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon.
El Frente Único de la derecha (PP, Foro y Vox) ha alcanzado en Asturias una dimensión nueva tras la constitución de los Ayuntamientos de este sábado. Foro ha estado a punto de desaparecer. Pumares es un sólo hombre en un Parlamento de 45 diputados. Su pacto con Vox le ha dejado herido y acaba de perder a algunos de sus soldados con más nombre. El ala asturianista se ha disuelto automáticamente. En cambio, Diego Canga, el hombre comunitario, ha logrado superar las expectativas de voto y alcanzar los 17 diputados. Ha estado a punto de ser presidente. Se mantiene en consonancia con Feijoo. No hemos dado suficiente importancia al voto exterior que podría haberle dado un gobierno. Ha faltado muy poco para que estuviéramos escribiendo sobre otro escenario, otro gobierno y otro universo.
Al incremento sustancial del PP en el Parlamento le sigue Vox que duplica su dimensión parlamentario con cuatro diputados. La derecha ha crecido en Asturias mucho más que la izquierda. El crecimiento regional de Vox es consustancial al oxigeno que logra conservar en los Ayuntamientos. Bien gestionado, el acuerdo le ha permitido ser un engranaje más en el motor del Ayuntamiento de Gijón, después de firmar un acuerdo de gobierno tripartito inédito e histórico en una ciudad que presumía de ser de izquierdas. Dos concejales completamente desconocidos marcarán el ritmo de un mandato difícil, con respuesta en la calle.
Carmen Moriyón, Alcaldesa de Gijón, durante el Pleno de Investidura. Foto de David Aguilar Sánchez.
Para reaccionar a la contestación social, el Frente Único de la derecha en Gijón se guiará por los principios de la física cuántica. Lo hemos visto durante la negociación del acuerdo entre las tres formaciones. Vox era el gato en la caja de Schrödinger, capaz de estar vivo y muerto al mismo tiempo, dentro y fuera de la caja del Ayuntamiento. Gestionar las paradojas es difícil. Un físico nos dirá que Vox se encuentra en un estado de superposición cuántica: múltiples estados correspondientes a diferentes resultados posibles. Cuanto más distanciado esté Vox de PP y Foro, más probabilidades hay de que la paradoja se haga más evidente e incontrolable.
Durante las negociaciones entre Foro y Vox se planeó la posibilidad de que los de Abascal asumieran carteras y, sin embargo, no llegaran a formar parte de la Junta de Portavoces ni de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón. De esta manera, evitarían que la foto de Colón estuviera en el corazón de las instituciones. Carmen Moriyón podría afirmar que el gato estaría muerto si alguien hubiese querido abrir la caja. Sin embargo, la fórmula de Schrodinger no fructificó de esa manera. Admitió otro escenario, otra línea de tiempo. Sucedió conformando otra paradoja. Vox ha logrado convertirse en la caja y encerrar en su acuerdo a PP y Foro como a dos gatos. Son los ciudados los que ahora deben decidir si están vivos y muertos.
Como decíamos ayer en este diario, Vox formará parte del control de las políticas de igualdad y se encargará directamente del área de Festejos. El partido llega al Ayuntamiento después de que su coordinadora, María Muñiz, dimitiera tras haber ocupado el cargo durante tres años. Muñiz supo de la designación de Sara Álvarez Couto como candidata de la formación a través de los medios de comunicación. Hoy la portavoz de VOX desempeñara tareas en una sopa extraña y perversa que aúna políticas de familia, igualdad y fiesta. El acuerdo político firmado entre las tres formaciones incluía una errata freudiana que no dejaba de ser un síntoma de las enormes contradicciones que supone incluir a la formación neofascista en un gobierno democrático. “Eliminar aquellos aspectos que supongan ‘igualdad’ entre personas”. Más tarde sería corregido por el partido forista en sus redes sociales. En la cuenta de Sara Álvarez Rouco (VOX) no se corrigió nada. El gato, como ven, está vivo y está muerto, a la vez y en todas partes.
Y sigue estándolo cuando el pacto contempla que el partido de Abascal formará parte del control de las políticas de Igualdad. La paradoja de Schrödinger sigue vigente. Álvarez Rouco dedicó parte de su intervención a acentuar las políticas de familia de Vox en el futuro mandato y no ocultó que las afrontarían desde su propio sesgo ideológico. El gato, en sus palabras, está vivo. Ni Ángela Pumariega (PP), ni Jesús Martínez Salvador (FORO) dijeron nada al respecto. El gato de la igualdad, tras la toma de posesión de Carmen Moriyón, sin embargo, aunque pareciera vivo, comenzaba a oler a muerto. El acuerdo contempla incentivos para la maternidad y la paternidad, ayudas a la infancia y las familias numerosas, diseño de programas educativos, criterios de revisión a las subvenciones y la participación en la designación del Director General de Políticas de Igualdad. El concepto de familia de Vox está muy ligado al concepto de igualdad. Se superponen, como el gato vivo y el gato muerto de Schrodinger.
Ángela Pumariega, portavoz del Grupo Municipal del PP. Foto de David Aguilar Sánchez.
La cartera que, a priori, asumirá VOX desde el comienzo será Festejos. Como hemos dicho aquí, Foro y PP entregan la marca, el copyright de Gijón a los de Abascal. Festejos se sustancia en la gestión de Divertia y del Teatro Jovellanos. Es el envoltorio de las actividad cultural de la ciudad. Si extendemos el organigrama (que puede admitir futuras revisiones), observaremos que entregar esa concejalía es regalar la embajada de Gijón a los visitantes de la ciudad. El principal pilar de Festejos es el FICX, cerca de 1 millón de euros. Se trata del acontecimiento cultural más importante de la ciudad, el que recibe más elogios de todas las instituciones publicas, nacionales y europeas, y sitúa a Gijón en el mapa de los circuitos culturales. En estos momentos está dirigido por Alejandro Díaz Castaño, el hombre que logró rescatarlo de la inanición y que, a buen seguro, tendrá que revisar las actas de la primera edición del Festival de Cine Religioso de Valladolid (de 1956), hoy Seminci, si pretende continuar en el cargo. Algo similar sucederá con la programación del Teatro Jovellanos.
La fiesta de la sidra y multitud de actividades relacionadas con el turismo que tienen lugar en la ciudad a lo largo del año y, sobre todo, en la temporada estival, tienen en Divertia su soporte económico. La empresa pública actúa de modo transversal en la actividad económica y en la actividad cultural de Gijón de manera simultanea. Queda por saber si el Jardín Botánico, que estuvo integrado en Divertia, volverá a formar parte de su estructura. En 2019 se desgajó con el gobierno de Ana González y pasó a formar parte del área de Medio Ambiente, convertido en un espacio dedicado a la investigación sin abandonar su sentido lúdico. Sea como fuere, serán los ciudadanos y, sobre todo, los votantes más centristas de Gijón, los que determinarán si el gato de VOX está vivo o está muerto.
Lo menos importante del tripartito, no obstante, es que Taburete salga a un escenario o no. Otro día explicaremos por qué los militantes de Vox sueñan con los discos de Radiohead y de qué va eso que se ha venido en llamar la batalla cultural. Lo verdaderamente relevante es que Vox entra en la Junta de Gobierno y formará parte del órgano de decisión en el que se aprueba la política local antes de someterla a votación en el pleno. Es ahí donde todo cobra gravedad y peso. Vox será igual de relevante que el PP mientras esté en ese órgano, desplegará su programa y tratará de condicionar cada decisión en otras áreas: urbanismo, políticas sociales, educativas, culturales, igualdad, medio-ambiente. El gato de Schrödinger está realmente vivo y no tardará en arañar.
ETIQUETASAbascalactualidad_cabeceraCarmen MoriyóndestacadoDivertiaForoSchrödinger.teatro jovellanosVOX
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario