viernes, 23 de junio de 2023
La LIBERTAD no es de DERECHAS.....
Los expertos recomiendan “más voltaje” y activar el “rencor de clase” en la batalla contra la ultraderecha
CCOO de Asturies organiza dos jornadas de formación para preparar a sus cuadros y afiliados frente a la derecha radical.
Por
Diego Díaz Alonso
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Holm Detlev Köhler, Enrique Del Teso y María José Martínez. Foto: Alisa Guerrero
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23 junio 2023
Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.
“En la Edad Moderna la caza de brujas permitía acusar de brujería a cualquier elemento sospechoso para el sistema. Ahora la extrema derecha recurre a lo mismo. Demonizar a minorías sirve para controlar a las mayorías”. El profesor Enrique del Teso intervino en las jornadas de formación de CCOO de Asturies sobre ultraderecha para explicar cómo la ola reaccionaria trabaja a partir de los prejuicios y temores de la población con el objetivo de destruir o desfigurar la democracia, pero desde dentro, y sin hacer explícito ese objetivo: “no pueden decir que están contra la democracia y por eso prefieren hablar de que ellos combaten la dictadura de progre“. Frente a ello Del Teso defendió un progresismo astuto que no considere que basta con tener la razón para vencer: “nadie vende un champú sólo con argumentos racionales”. “No se trata de renunciar a la razón, pero tiene que ir acompañada de emoción y de provocación” matizó.
Para el filólogo, autor de “La propaganda de la ultraderecha y cómo tratar con ella”, los bulos no funcionan si la población no está alterada y predispuesta a asumirlos, y advirtió que los sindicatos deben aprender a protegerse frente a los ataques que van a recibir por parte de la ultraderecha tirando de “rencor de clase” y denunciando a Vox como “los perros que lamen el culo de los ricos”. En opinión de Del Teso, que imparte clases en la Universidad de Oviedo/Uviéu, el movimiento obrero ha perdido capacidad de movilización frente a otros movimientos sociales como el feminismo o la propia ultraderecha, y por ello recomendó a los sindicatos recuperar protagonismo en el espacio público y sobre todo “subir el voltaje”: “la izquierda no puede ser fría cuando la gente está airada”
Holm Detlev Köhler, Enrique Del Teso y María José Martínez. Foto: Alisa Guerrero
Holm Detlev Köhler señaló que en toda Europa la ultraderecha ha convertido a los sindicatos en uno de sus blancos favoritos, presentándolos como “falsos representantes de los trabajadores” aliados con la inmigración, el feminismo, el multiculturalismo y el gran capital global. A pesar de ello, en ningún país europeo los ultras han logrado trasladar sus buenos resultados electorales a la construcción de organizaciones sindicales: “eso abre una posibilidad para la izquierda”.
En ningún país europeo los ultras han logrado trasladar sus buenos resultados electorales a la construcción de organizaciones sindicales
Köhler explicó que a diferencia de otros países europeos Vox no creció en la década de la crisis económica y los recortes, sino más tarde, al calor de la crisis política y el auge del independentismo catalán. Para el sociólogo, profesor de la Universidad de Oviedo/Uviéu, aunque en un comienzo Abascal fue muy neoliberal, ahora flirtea con el socialchauvinismo, es decir, la defensa de un Estado del Bienestar solo para españoles.
Público asistente al acto. Foto: Alisa Guerrero
Guillermo Fernández, especialista en la extrema derecha europea, expuso que el Frente Nacional francés también comenzó en los 80 con un discurso muy neoliberal, “abiertamente reaganiano”, para evolucionar hacia un mensaje más social, pero xenófobo, interclasista y sobre todo lleno de contradicciones. El Frente Nacional logra triunfar entre la clase trabajadora, sobre todo la más atomizada, como los camioneros y otras profesiones con relaciones laborales muy individualizadas, sin contar con un brazo sindical: “Le Pen fracasa en la formación de sindicatos propios, así que cambia de estrategia y empieza a cooptar a sindicalistas de sindicatos de izquierdas, y presentarse así como un partido que representa los valores de la izquierda de antes“. Ese ha sido uno de sus éxitos para crecer entre las clases populares francesas. Juega a la ambigüedad: se opone verbalmente a la impopular reforma de las pensiones de Macron, pero no apoya la lucha de los sindicatos contra ella.
Un momento del acto. Foto: Alisa Guerrero
El sociólogo, autor de “Qué hacer con la extrema derecha en Europa”, coincidió con Del Teso en la necesidad de movilizar las pasiones, así como subir la intensidad dialéctica en la confrontación con la ola reaccionaria. También animó a la izquierda a distanciarse de la imagen “moralista” y de “religión progre” que pinta la derecha, y no regalar la bandera de la libertad a las derechas.
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