Urna electoral. / CC
Urna electoral. / CC A diferencia de otros medios, en CTXT mantenemos todos nuestros artículos en abierto. Nuestra apuesta es recuperar el espíritu de la prensa independiente: ser un servicio público. Si puedes permitirte pagar 4 euros al mes, apoya a CTXT. ¡Suscríbete! En medio de un ciclón de nacionalismo español agresivo y excluyente, el flanco más débil del Gobierno de coalición, sobre todo de su socio mayoritario, el PSOE, ha sido la política de alianzas. Que algunas leyes y los presupuestos hayan contado con el apoyo de partidos como ERC y Bildu ha sacado de sus casillas a las derechas españolas. Lo han considerado una traición y un riesgo manifiesto para la unidad nacional. El reproche queda condensado en el “¡Que te vote Txapote!”, la frase popularizada por Chema de la Cierva, el hijo ultra del historiador franquista (y ministro de la UCD) Ricardo de la Cierva. El ruido ha sido tan atronador que la derecha fue capaz de imponer la expectativa de que la mayoría absoluta de PP y Vox era cosa hecha. No iban a quedar socialistas capaces de votar al PSOE tras el machaque continuo del “sanchismo”, esa era la convicción entre las élites políticas, económicas y periodísticas de la derecha, compartida por casi todos sus votantes. Sin embargo, las izquierdas han resistido razonablemente bien. Si nos fijamos en el bloque de izquierdas (PSOE, Unidas Podemos / Sumar, Más País), este obtuvo un 43,6% del voto en noviembre de 2019 y un 44% el pasado 23J. Teniendo en cuenta la campaña de los medios derechistas y las múltiples vicisitudes que han afectado al Gobierno durante la pasada legislatura, no es un logro despreciable. Normalmente, los gobiernos, de cualquier signo ideológico, pierden apoyos a lo largo del tiempo. Por eso resulta tan llamativo que, con todas las complicaciones de la legislatura, la coalición gobernante haya salido algo reforzada. En España esto sólo había sucedido en dos ocasiones, en 2000, cuando Aznar obtuvo la mayoría absoluta tras gobernar en minoría, y en 2008, cuando Zapatero aumentó sus apoyos a pesar del griterío sobre la ruptura de España. En todos los demás casos, los gobiernos han perdido voto. Todo un logro, pues. El PSOE solo ha perdido voto en Galicia (-1,8 puntos) y ligerísimamente en Andalucía (-0,3 puntos) No obstante, un análisis más pausado de los datos debería servir para rebajar un poco la euforia. Sumar tuvo un parto complicado, por decirlo con elegancia, y ha sufrido el poder centrípeto de la pugna entre Sánchez y Feijóo (que también ha afectado a Vox). Al polarizarse tanto la campaña en torno a los candidatos de los dos grandes partidos, los partidos pequeños han cedido una parte de sus apoyos. En realidad, el partido que ha sumado apoyos en la izquierda ha sido el PSOE. Ha pasado de 6.792.199 votos en 2019 a 7.760.970 en 2023 (sin contabilizar aún el voto en el extranjero). Se trata de una ganancia de 968.771 papeletas. En términos relativos, supone una mejora de 3,7 puntos porcentuales de voto. Pues bien, la ganancia no se ha producido en todo el territorio por igual. El PSOE solo ha perdido voto en Galicia (-1,8 puntos) y ligerísimamente en Andalucía (-0,3 puntos). En ocho CCAA, las ganancias oscilan entre cero y un punto, un crecimiento prácticamente irrelevante. Las ganancias sustantivas se registran en seis CCAA: Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco. Cantabria es un caso excepcional: el aumento de 9,9 puntos se debe a que no se presentó a las elecciones el Partido Regionalista de Cantabria. Debido a esa peculiar circunstancia, en los análisis que siguen mostraré los resultados principales dejando fuera a Cantabria. Cuanto más españolista es dicha identidad en una comunidad autónoma, menor voto a la izquierda De los 968.771 votos nuevos, 418.340 corresponden a Cataluña. Cataluña, con un peso poblacional del 16%, supone un 43% de la ganancia total del PSOE. Si añadimos Baleares y la Comunidad Valenciana (los “países catalanes”), estas tres CCAA reúnen el 62% de las ganancias del PSOE. A tenor de estos datos, resulta tentador suponer que los sentimientos nacionales han desempeñado un papel crucial en estas elecciones. Por lo demás, en elecciones anteriores publiqué en CTXT artículos que mostraban la muy sólida relación entre la identidad nacional y los apoyos a la izquierda. Cuanto más españolista es dicha identidad en una comunidad autónoma, menor voto a la izquierda. Continuando en esta misma línea de trabajo, he analizado las variaciones relativas en el apoyo al PSOE entre 2023 y 2019 en función de la identidad nacional. Concretamente, he recurrido al Estudio 3409 del CIS, sobre identidades culturales, nacionales y europeas, realizado en mayo de 2023 con una muestra grande de 7.643 entrevistas. En cada comunidad autónoma (CA) he calculado el porcentaje de personas que en la pregunta clásica de identificación nacional responden que sólo se sienten de su CA (frente a quienes se sienten solo españoles, más españoles que de su CA, tan españoles como de su CA y más de su CA que españoles). El siguiente gráfico muestra el resultado principal (sin incluir Cantabria, por las razones mencionadas): Se aprecia una relación clara entre comunidades con mayor conciencia nacional y crecimiento del PSOE. Las dos CCAA en las que más crece el PSOE son Cataluña y País Vasco. La interpretación de este resultado no es que los más nacionalistas se hayan pasado en masa al PSOE, sino más bien que se trata de CCAA en las que la cultura política dominante es más refractaria al mensaje excluyente del nacionalismo español de derechas. Una forma parecida de aproximarse a este resultado consiste en comparar las ganancias en las CCAA con lengua propia frente a las que no la tienen. El gráfico siguiente muestra la gran desproporción entre ambos tipos de comunidades: el PSOE avanza cuatro veces más en las CCAA con lengua propia que en el resto (de nuevo, Cantabria no se incluye en el cómputo). Por completar el análisis, muestro también cómo ha afectado a los apoyos al PSOE el diferencial de paro entre 2023 y 2019. Esta variable económica, medida a nivel regional, no tiene ningún efecto. Aun teniendo en cuenta que se trata de un análisis con un nivel de agregación muy elevado (la comunidad autónoma), los datos confirman, una vez más, la gran relevancia que tiene la cuestión nacional en la política española. En aquellos territorios en los que el españolismo derechista ha penetrado con mayor fuerza, el PSOE se estanca. Crece, sin embargo, en las comunidades con lengua propia, o en aquellas en las que este españolismo encuentra mayor resistencia. Autor > Ignacio Sánchez-Cuenca Es profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Entre sus últimos libros, La desfachatez intelectual (Catarata 2016), La impotencia
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