La Vega o...la necesida de uh análisis multidisciplinar del Complejo.

Miguel Casariego, arquitecto: «Sería un error convertir La Vega en un "parque temático cultural"» Esther Rodríguez Esther Rodríguez LA VOZ DE OVIEDO Antigua Fábrica de Armas de La Vega en Oviedo. Antigua Fábrica de Armas de La Vega en Oviedo. El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias analiza la situación y el porvenir de la factoría ovetense. Además señala cuál debería ser el primer paso a realizar para recuperar este complejo industrial 09 jul 2023 . Actualizado a las 11:55 h. Comentar · 0 El futuro de la fábrica de armas de La Vega es una de las principales preocupaciones de Oviedo. Con el objeto de volver a usar estos terrenos, el Ministerio de Defensa, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo plantean un protocolo de actuación en el que se incluye la creación de un eje empresarial y cultural, así como una zona residencial. Un proyecto que el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias considera que «va más allá de una declaración de intenciones», dado que concretar «las determinaciones formales, técnicas y económicas» solo es posible «tras un riguroso proceso de información y análisis en el que deben participar expertos de distintas disciplinas», según afirman en un comunicado emitido el pasado mes de octubre. Mientras se debaten estas cuestiones y se ultima la firma del convenio para recuperar este complejo, el decano del COAA, Miguel Casariego Rozas, analiza la situación y el porvenir de la factoría, así como sus posibles usos, teniendo bien claro que «sería un error convertir el ámbito de la Vega en un “parque temático cultural”». Fábrica de Armas de la Vega de Oviedo Fábrica de Armas de la Vega de Oviedo GOOGLE MAPS —¿Cómo se puede recuperar el complejo industrial de la fábrica de armas de La Vega? ¿Cuál debe ser el proceso a seguir? —A mediados del año pasado, el Ayuntamiento de Oviedo, el Principado de Asturias y el Ministerio de Defensa suscribieron un Protocolo con objeto de activar el desarrollo urbanístico de ese ámbito. La información publicada en la prensa acerca de ese documento dio origen a una serie de manifestaciones y movimientos ciudadanos de carácter crítico. En ese contexto, el Colegio de Arquitectos envió a las tres administraciones un comunicado, publicado el 20 de octubre del 2023, donde indicábamos cuál debería ser el proceso lógico para abordar la ordenación de esa valiosa área urbana: un amplio análisis multidisciplinar como base para la convocatoria de un concurso abierto que permitiese seleccionar las mejores ideas a partir de las cuales seguir los procedimientos urbanísticos adecuados. Sin embargo, probablemente por haber coincidido con los períodos electorales, el proceso que tuvo lugar hasta la aparición del Convenio no ha sido tan reglado y transparente como hubiese sido deseable. En vez de convocar un concurso, el Ayuntamiento optó por lanzar a los medios de comunicación sucesivas propuestas —en las que no sabemos qué profesionales han intervenido ni en qué estudios previos se han basado— que han causado el malestar de los expertos y han alterado los cauces normales de la participación ciudadana. Esperamos que a partir de ahora, una vez que los respectivos gobiernos estén constituidos, pueda recuperarse el orden que establece la normativa urbanística, y los mecanismos democráticos de información y participación pública sean menos estridentes y traumáticos. —¿Cuánto se tardaría en recuperar el complejo? —Los desarrollos urbanos de esta envergadura son operaciones que entrañan mucha complejidad. El tamaño del ámbito de la Vega es muy considerable, y el notable valor patrimonial del conjunto y de muchos de sus elementos obliga a actuar con conocimiento y delicadeza. No es fácil aventurar un plazo de ejecución cuando la mayor parte de las variables dependen de cuestiones no solo técnicas, culturales o económicas, sino fundamentalmente políticas. Se trata de una pregunta que debería dirigirse a la Administración. —¿Qué coste aproximado tendría la actuación? —El coste de los terrenos —aspecto que ha sido objeto de un amplio debate— es solo una pequeña parte del total. Luego están los estudios y análisis previos, la planificación urbanística, los proyectos de urbanización y de edificación… y finalmente la ejecución de las obras. Una de las incógnitas que impiden realizar una estimación económica fiable es la superficie de vivienda nueva que se va a ubicar dentro del propio ámbito. Es fácil entender que, ante esta falta de información, sería muy arriesgado adelantar una cifra. «De ningún modo debería perderse la personalidad de este singular complejo industrial decimonónico» —¿Se recuperaría entero el complejo o parcialmente? —De acuerdo con la última versión del Convenio —que hemos conocido a través de la prensa— parece que se pretende conservar la mayor parte de los edificios existentes. Creemos que se trata de una decisión muy acertada, pues muchos de los edificios de La Vega atesoran un valor cultural y patrimonial importante, todos ellos son funcionalmente flexibles y adaptables, y pueden albergar usos muy variados. —¿Qué parte del complejo es el que mayor valor arquitectónico tiene? —Existen muchas piezas de notable valor arquitectónico, como la nave de cañones de Sánchez de Río. Pero por encima de todo destacaría el carácter unitario del conjunto, la elegancia y el orden de su trazado en planta, la armonía de su organización volumétrica y el apreciable arbolado existente. De ningún modo debería perderse la personalidad de este singular complejo industrial decimonónico, que afortunadamente ha llegado hasta nosotros en un estado de conservación razonable gracias a su condición militar. Uno de los trabajadores de la fábrica de armas de La Vega en una fotografía antigua Del trabajo en madreñas a las máquinas de última generación: así evolucionó la fábrica de armas de La Vega en Oviedo Esther Rodríguez —En rasgos generales, ¿qué valoración hace de todo el complejo a nivel arquitectónico? —Es importante señalar que el calentamiento global ha puesto de manifiesto la necesidad de modificar nuestros hábitos como sociedad, y muy especialmente en lo que se refiere al consumo de energía. La actividad edificatoria es una de las facetas donde los cambios han de ser más profundos: no solo debemos incrementar el aislamiento de las envolventes para reducir la demanda energética en climatización, sino también aprovechar la energía incorporada en las estructuras y las fachadas de los edificios existentes. Esta nueva forma de entender la intervención en nuestro parque edificado adquiere en el caso de La Vega una justificación especial debido al elevado valor patrimonial del conjunto y de muchos de sus elementos. Las actuaciones en esta interesante pieza urbana deben marcar una pauta, constituir un ejemplo acorde con las actuales directrices de sostenibilidad, recuperación y humanización de las ciudades, y contribuir a la lucha contra el cambio climático mediante el diseño, el ajardinamiento y la elección de los materiales. «La meteorología, la vegetación o el vandalismo podría llevar a los edificios hasta una situación irreversible» —¿Qué significa para la ciudad que este complejo esté incluido en la Lista Roja de patrimonio? —El hecho de que el complejo de La Vega haya sido incluido en la mencionada Lista Roja pone de manifiesto el interés y la urgencia del inicio de los trabajos de rehabilitación, ya que la acción agresiva de la meteorología, la vegetación o el vandalismo podría llevar a los edificios hasta una situación irreversible, o bien hasta un punto en que las necesarias intervenciones puedan ser desproporcionadamente costosas. Fábrica de Armas de la Vega de Oviedo Una empresa asturiana «muy importante y puntera» quiere instalarse en los terrenos de La Vega de Oviedo La Voz —¿Qué usos podría albergar La Vega con el fin de mantener este patrimonio? —Las consecuencias de la zonificación y la segregación funcional urbana del siglo XX han demostrado que la vitalidad de los barrios está vinculada a la variedad de usos, lo que favorece una actividad continuada y equilibrada a lo largo del tiempo. Por poner un ejemplo, sería un error convertir el ámbito de la Vega en un «parque temático cultural», tanto desde el punto de vista de su viabilidad económica como de la seguridad ciudadana y de la integración efectiva en el tejido en la ciudad. Las características de la urbanización existente permiten su adecuación a los objetivos y soluciones de la planificación urbana moderna, y los edificios industriales tienen una arquitectura muy diáfana, lo que posibilita su adaptación a una gran variedad de usos diferentes. Bastaría para ello redistribuir los espacios interiores respetando las estructuras y las envolventes (o actuando mínimamente sobre ellas) en coherencia con los citados objetivos de respeto al carácter de los edificios históricos y de aprovechamiento de la energía incorporada en sus materiales. La construcción interior brindará la oportunidad de emplear materiales reciclables y sostenibles como la madera, potenciando de este modo el aprovechamiento de un recurso abundante en nuestra región y necesitado del apoyo necesario para rentabilizar y cuidar los bosques y protegerlos de los incendios.