No más mentiras: los gobiernos europeos tendrán que subir los impuestos
@Aurora Mínguez. Berlín - 18/06/2009 06:00h
Catorce días quedan para que Suecia asuma la presidencia de la Unión Europea. Catorce días para que los 27 sean dirigidos -¡por fin!- por un pueblo serio, acostumbrado a llamar al pan pan y al vino vino, donde se tutea al primer ministro y a cualquier poderoso y donde cualquier ciudadano puede acceder sin problemas a la declaración de la renta de cualquier político. Un país también acostumbrado a exigir que le digan la verdad, y donde a la subida de impuestos se la llama exactamente así, subida de impuestos.
Por eso no es de extrañar que los primeros mensajes que están llegando desde Estocolmo hacia Europa sean claros y no eufemísticos, como ocurre tan habitualmente en otros países: “Para hacer frente a la deuda gigantesca que se ha creado como consecuencia de la crisis financiera mundial sólo hay dos fórmulas: subir impuestos y reducir el gasto público”. Lo decía este martes en el diario conservador alemán Die Welt el ministro de Finanzas sueco, Anders Borg. Lo repetía 24 horas más tarde su compañera de gabinete encargada de Asuntos Europeos, Cecilia Malmström, y lo concretaba ayer en estos términos el primer ministro sueco, Fredrick Reinfeldt, en el Financial Times: “Necesitamos subir impuestos y recortar gastos más que aumentar las medidas de estímulo”
Coordinar medidas fiscales en Europa
Desde Escandinavia, un área donde ha sido posible llevar a cabo políticas económicas liberales sin olvidar la protección social, también están llegando otras propuestas que seguramente van a ser discutidas en este semestre europeo de la Unión. Se va a hablar, y mucho, de esa montaña de deuda pública que se está creando en Europa -un 80% del PIB, más o menos-, de un déficit público que aumentará en este año en torno al 5%, y de las necesarias reformas fiscales que se deberían poner en marcha para abordar este problema. Matti Vanhanen, el primer ministro de Finlandia, ha propuesto a sus colegas suecos coordinar en el conjunto de la Unión Europea esas reformas fiscales necesarias, de manera que no se produzcan fugas de contribuyentes -sobre todo de los más ricos- a los países donde la carga es inferior o donde, simplemente, se les trata fiscalmente mejor. La propuesta -coordinar, que no armonizar la fiscalidad en Europa, un asunto aún tabú- no debería caer en saco roto. De hecho, es posible que suene bien en los oídos de Nicolas Sarkozy, el gran defensor de un gobierno económico europeo reforzado que tanta falta habría hecho en los primeros momentos de la crisis.
¿Cuándo se declara un país en bancarrota?
Aquí en Alemania, a menos de cien días de las elecciones generales, los dos grandes partidos, democristianos y socialdemócratas, están muy ocupados intentando aclararse sobre qué van a prometer a sus electores en materia fiscal. De momento, los que pintan como ganadores, la CDU de Angela Merkel, dicen que no va a haber bajada de impuestos, porque es imposible en estos momentos, pero sí una reforma fiscal -todavía sin concretar-. La clase media germana, mientras tanto, exige dejar de ser los paganos de cualquier crisis. Todos los estudios demuestran que esos 40 millones de alemanes que van todos los días a la fábrica, a las oficinas y al tajo son a quienes el Estado alemán machaca con sus impuestos.
Paralelo a esta situación, están surgiendo aquí en Alemania comentarios y dudas acerca de si se puede creer todo lo que nos están diciendo los ministros y expertos acerca de la situación real y a las posibles salidas a la crisis. La portada del Economist de esta semana, con ese bebé encadenado a una inmensa pelota de deuda, ha sido el detonante de una serie de preguntas acerca de si no están muchos países al borde de la bancarrota. Dejo aquí la estimación de Peter Bofinger, uno de los ‘cinco sabios’ que asesora al gobierno de Merkel: “La mayoría de la gente tiene un miedo increíble. Pero no es para tanto. Incluso si contraemos en los años 2009 y 2010 500.000 millones de euros en deuda, y creo que es algo realista, esto supondría que nuestro nivel de endeudamiento pasaría del 65% actual al 85% del PIB. Y esto es un promedio que a nivel internacional no está en la zona roja. Los grandes estados tienen hombros anchos”. 85% de endeudamiento en Alemania... Tal vez ha llegado el momento de emigrar a Suecia.
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