Esperaremos que mejoren, afinen y den mejores precios y servicios.
Echa a andar la reconversión bancaria
El Gobierno da el pistoletazo de salida al fondo de rescate bancario
27/06/2009
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ya está vigente, y con él echa a andar el proceso de reconversión del sistema financiero español. Pese a encajar razonablemente las embestidas de los dos años de crisis financiera, tiene que someterse a un severo proceso de saneamiento si quiere mantener la solidez y la solvencia que se precisa para devolver la confianza a la economía. Desde el viernes el Banco de España dispone de un instrumento jurídico y financiero poderoso para entrar en el capital de la banca, forzar fusiones de entidades, vender o liquidar parte de sus activos, o destituir a los gestores que hayan llevado a las sociedades a situaciones de riesgo. Ante el sellado casi completo al que está sometido el mercado interbancario en el mundo, y ante la necesidad de refinanciar líneas de liquidez de forma cada vez más apremiante, hasta los bancos y cajas gestionadas de forma profesional, y supervisadas de manera exigente, pueden tener problemas reales de solvencia.
Además, la profundidad y extensión temporal de la crisis, especialmente en España, puede convertir en activos de riesgo a aquellos que la banca no consideraba como tales hace unos trimestres, como el crédito masivo a promotores inmobiliarios, que supera los 300.000 millones. Por ello, la necesidad de reforzar el capital en el primer mandamiento de la banca ahora, de la sistémica y de la local.
Además, tras década y media de crecimiento desmesurado del crédito, que ha pasado de suponer menos de una vez el PIB a casi llegar a dos veces este agregado, el sistema bancario precisa reajustar su tamaño, porque no hay ni se la espera demanda de crédito suficiente para tanta capacidad instalada, mídase en metros cuadrados o en personal. Para empezar a hablar, el sistema financiero más solvente del mundo, tal como ha sido presentado en la sociedad global, ha pasado a costar hasta 99.000 millones de euros, que el fondo de rescate capitalizará con emisiones de títulos públicos para inyectar capital en la banca que lo precise. Este año tal endeudamiento sólo puede llegar a 36.000 millones, y una parte (2.250 millones) los pondrán la propias entidades.
Gastar tal cantidad de recursos, que en términos reales puede suponer elevar el déficit fiscal del Estado en 10 puntos del PIB, precisa de un sistema riguroso de gestión en manos del Banco de España. Pero el Gobierno debe exigir, además, el compromiso firme de colaboración del mayor partido de la oposición, así como de los principales grupos nacionalistas hegemónicos en sus territorios, y de los gobiernos autonómicos. No puede haber trabas, ni políticas ni financieras, a las operaciones de fusión para redimensionar entidades o de severa cirugía financiera para evitar contagios sistémicos. Además, la reforma no debe retrasarse, y el nuevo mapa que los supervisores han elaborado tras conocer las pruebas de estrés de cada entidad, debe ejecutarse sin dilación. Manos a la obra.
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