Nenas en armas.

En un mundíto masculino, la Whitney se hace oir.

Meredith Whitney, la analista de Wall St. que hace temblar las bolsas
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@E. Sanz - 25/07/2009Deja tu comentario (2)

Es mujer, analista y desde hace dos años, sus palabras consiguen que los mercados tiemblen con sus recomendaciones. Meredith Whitney se ha hecho un hueco en un mundo dominado por el sexo masculino, y lo ha conseguido gracias a sus acertados y demoledores informes. En los dos últimos años, su popularidad no ha cesado de aumentar y lo ha hecho al calor de la peor crisis financiera desde los años 30.

Whitney comenzó a forjar su fama el 31 de octubre de 2007, Aquél día, una analista desconocida de Oppenheimer sorprendió a propios y extraños con un sangrante y audaz informe sobre Citigroup. En él, alertaba sobre los problemas financieros por los que atravesaba la entidad a quien recomendaba recortar el dividendo para tapar el agujero de su balance. El día después a la aparición del documento, las acciones del banco se derrumbaron en bolsa -registraron la mayor caída desde septiembre de 2002- y sólo cuatro días más tarde, el consejero delegado de Citigroup. Charles Prince, presentaba su dimisión. En enero de 2008, el banco de inversión le daba la razón: recortaba dividendo y lanzaba una ampliación de capital.

“Aquella recomendación fue totalmente sincera y una de las decisiones más sencillas de mi carrera profesional", declaraba hace un año en una entrevista concedida a Bloomberg. Whitney se movía contracorriente ya que ninguno de sus compañeros de profesión iba por esos derroteros.

El citado informe le dio la fama, aunque ya en 2005 alertó sobre el peligro de las hipotecas subprime, asegurando que provocarían “pérdidas crediticias sin precedentes”. También se adelantó al estallido de la crisis, mientras que tras el jarro de agua fría sobre Citigroup, continuó con nuevas proyecciones sobre más números rojos y provisiones en Bank of America, Lehman Brothers y UBS.

También cargó contra las agencias de rating. "Las firmas de Wall Street están brutalmente expuestas a sus caprichos", llegó a decir en 2007. Cada vez que Moody’s o Standard & Poor’s rebajaban la calificación de las hipotecas basura, las entidades que las habían concedido "se veían obligados a provisionar posibles pérdidas, aumentando sus costes de capital y diluyendo el valor de sus acciones", explicaba en una entrevista hace un año. Entonces aseguraba que la "incestuosa" relación forjada entre agencias y bancos durante la burbuja inmobiliaria, tendría un impacto duradero y a largo plazo en la recuperación de los segundos.

Con sus predicciones, Meredith Whitney se ha ganado a pulso la fama de analista bajista -bearish analyst-. Mientras sus rivales se empeñaban en buscar la luz al final del túnel, ella pensaba que el túnel está a punto de colapsarse. En agosto de 2008, decía que entrar en el sector financiero era una locura porque mostrarían mayores pérdidas de las que habían salido a la luz hasta entonces. Más aún, estaba convencida de que la economía estaba a punto de caer en una recesión similar a la de los 80. “Es como si estuviera en el epicentro de la mayor crisis financiera de la historia”, llegó a asegurar incluso antes de los problemas de Merrill Lynch y Lehman Brothers en septiembre de 2008.

El nombre de Meredith Whitney no suena sólo en la Gran Manzana. Sus mordaces recomendaciones atraviesan el Atlántico hasta las principales ciudades financieras del mundo. Hay quienes incluso han llegado a comparar sus influencia con la que tuvo la antigua jefe estrategias de Goldman Sachs, Abby Joseph Coeh, a finales de los 90. “Hemos llegado a un punto en el que Meredith no puede opinar o escribir nada sin que las acciones se muevan “, comentaba Gus Scacco, gestor de AG Asset Management, sobre ella en un artículo de la revista Fortune.

Su popularidad también se ha visto alimentada por su cada vez más frecuente aparición en diferentes medios de comunicación: CNBC, Fox Business, Bloomberg News...

Cualquier comentario suyo o cualquiera de sus apariciones públicas provocan una sacudida en las bolsas. "No habla su ego. Definitivamente mueve mercados”, asegura un gestor norteamericano. No en vano, es una de las mujeres más influyentes de Wall Street, según la revista Fortune y uno de los mejores analistas del mundo, según Forbes.


Hace apenas dos semanas lo volvió a demostrar. El pasado 13 de agosto Wall Street subió como la espuma -el S&P 500 registró su mayor avance en seis semanas-, después de que Whitney, recomendara la compra de títulos de Goldman Sachs y augurara avances del 15% para el sector financiero. Las acciones del banco se dispararon más de un 5% y desataron el optimismo del sector. Bank of American, por ejemplo, se disparó más de un 9%, la mayor subida en dos meses después de que, precisamente, Whitney asegurara ante la CNBC que las acciones del banco eran las "más baratas" entre las entidades estadounidenses.

La recomendación sobre Goldman Sachs fue la primera de este tipo sobre el sector financiero tras su marcha de Oppenheimer y como analista de su propia firma de análisis: Whitney Advisory Group.

A sus 40 años, también cuenta en su currículum con el premio de la CNBC al "Jugador más poderoso del año", por delante de Jamie Dimon -consejero delegado de JP Morgan Chase-, Ben Bernanke y Henry Paulson, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos. Casada con antiguo profesional de la lucha libre americana -o pressing catch, como se conoce en España- , llamado John Layfield -Death Mask o Máscara de la Muerte por su nombre de faena-, es una persona cálida y atractiva, tal y como la describen quienes la conocen, aunque también "es una auténtica aguafiestas cuando la conversación deriva en bancos y economía.

Licenciada por la Univesidad de Brown en 1992, se unió a las filas de Oppenheimer en 1993. Seis años más tarde se incorporaba a Wachovia como principal responsable de instituciones financieras y volvía a Oppenheimer en 2004, donde permaneció hasta febrero de 2009 para embarcarse en su propio proyecto: Whitney Advisory Group.

Mitad adicta al trabajo mitad Miss Popularidad, como la define una de sus hermanas, su energía procede de una vida sana. Hace dos años dejó el café y hace ejercicios dos veces al día con un entrenador personal. Entonces desconecta de bolsa y mercados, pero cuando regresa a su su despacho, vuelve a la carga en estado puro.