En el fondo del pozo, ahora a buscar sogas...
La economía muestra en junio los primeros síntomas de estabilización
pib, industria, fábricas, coyuntura, consumo, automóvil
@Carlos Sánchez - 30/07/2009
Ahora sí. Los célebres ‘brotes verdes’ han llegado a la economía española, pero no en primavera, como sostenía el Gobierno, sino en plena canícula estival. En concreto, en el mes de junio. Los datos más recientes muestran una moderada estabilización de algunos de los principales indicadores macroeconómicos. Pero sólo en parte. Los datos continúan siendo profundamente negativos, aunque muestran cada vez un comportamiento menos adverso.
Cuatro indicadores relevantes resumen el nuevo escenario. Por un lado, el comercio al por menor cayó en junio un 2,8% en términos deflactados, prácticamente la mitad de lo que retrocedió durante el mes anterior; y, desde luego, muy lejos del -6,3% registrado durante el primer trimestre del año.
El otro indicador que refleja una cierta estabilización es el consumo aparente de cemento, que muestra en junio una caída del 20%, la mitad que en mayo, lo que en parte es achacable a las inversiones en obra pública derivadas del Plan E. La venta de automóviles, igualmente, muestra signos de cierta recuperación, pero como consecuencia, igualmente, de los planes de ayuda a la compra de automóviles. La matriculación de turismos está cayendo a un ritmo del 15,7%, la mitad que en mayo.
Otro indicador que recoge la desaceleración en el ritmo de caída del PIB tiene que ver con el consumo de energía eléctrica, que en junio retrocedió un 4,3%, frente al -6,1% registrado un año antes.
La industria, en caída libre
Fuera de estos cuatro indicadores, el panorama continúa siendo desolador. Singularmente en todo lo relacionado con la industria, que no solamente no es capaz de estabilizarse sino que acelera su caída. En particular la utilización de la capacidad productiva, que aunque nominalmente se ha recuperado en el segundo trimestre (ha pasado del 68,8% al 69,5%), resulta que si se corrigen estas cifras de variaciones estacionales se produce una caída de siete décimas.
Es decir, que las fábricas siguen funcionando al ralentí respecto de su capacidad instalada. Hasta el punto de que si se comparan las cifras previstas para los próximos tres meses con los datos de hace un año, la utilización de la capacidad productiva se ha desplomado doce puntos porcentuales, básicamente por el pésimo comportamiento de sus tres componentes: bienes de consumo, inversión e intermedios (los que sirven para fabricar otros bienes). La producción industrial, de hecho, continúa cayendo a un increíble ritmo del 20,5%, y no parece haber tocado suelo, como lo demuestra que el indicador de confianza en la industria (un indicador adelantado) refleja todavía un desplome del 34,1% (diferencia entre opiniones positivas y negativas).
Por el contrario, el indicador de confianza del consumidor refleja una creciente estabilización, pero todavía con datos extremadamente adversos. Ha pasado del -44,4% durante el primer trimestre de este año al -22,2% en junio, lo que indica que los consumidores son algo más optimistas sobre el futuro económico.
La moderación en el ritmo de caída de la economía no significa, en cualquier caso, que el mercado laboral –que es un indicador retrasado- vaya a dar señales de recuperación a corto plazo. Probablemente ni siquiera a medio. España continuará destruyendo empleo al menos durante los próximos tres trimestres debido a la alta estacionalidad de la economía. Y es muy probable que entre enero y marzo de 2010 se alcance ya la fatídica cifra de cinco millones de parados, pese a la moderación de la población activa.
Los signos más positivos de junio tampoco significan un cambio de tendencia en la economía. De hecho, y según algunas previsiones, es muy probable que el Producto Interior Bruto (PIB) haya caído un 4,5% en el segundo trimestre del año en términos anuales, lo que supone una clara aceleración respecto del -3% registrado entre enero y marzo. En términos intertrimestrales, es decir comparándolo con el periodo anterior, es muy posible que se haya desacelerado algo la caída. Pero de manera insuficiente para hablar de recuperación económica.
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