lunes, 20 de julio de 2009

La marca blanca se impone.

Bienvenida la competencia alimentaria.

La marca blanca provoca la guerra entre los grandes fabricantes

El 60% de las primeras marcas produce para la distribución para sobrevivir

AINTZANE GASTESI | Barcelona | 20/07/2009 | Actualizada a las 03:07h | Economía

El sector del gran consumo se encuentra sumido en una profunda reestructuración provocada por la crisis. Mientras la gran distribución ha optado por reducir referencias, por lanzamientos de grandes campañas de ofertas y por incrementar los productos de marca blanca para adaptarse a los cambios de hábitos del consumidor, los fabricantes han radicalizado su posicionamiento, lo que divide el sector entre los que producen marca blanca y los que no. Aunque, cada vez más, fabricantes de primeras marcas se están viendo obligados a abrir sus líneas de producción a las marcas blancas para sobrevivir.

En los últimos meses, la mayoría de anuncios de productos de las marcas líderes, léase Danone, Fontaneda, Johnson & Johnson o Nescafé, incluyen la coletilla "no fabrica para otras marcas". Aunque según el Termómetro del sector alimentación elaborado por la consultora laboral Adecco, a partir de entrevistas con 500 empresas del sector, este es un lujo que solamente se pueden permitir los líderes de cada categoría, mientras que el 60% de los fabricantes se ven obligados a compaginar la producción de su marca con la elaboración de productos que saldrán al mercado bajo la marca de distribución.

"Muchos fabricantes del sector del gran consumo optan por la doble vía, que por un lado les permite desarrollar su propia marca y por el otro generar volumen para garantizarse unos ingresos mínimos; para algunos fabricantes supone la supervivencia en un momento difícil", explica Miquel Moll, director de Adecco Alimentación. "La demanda de marca blanca se ha incrementado en los últimos meses, y la previsión es que siga aumentando durante todo este año", aseguran desde la fabricante de productos de droguería de Químicas Oro. La compañía, con una factoría en la localidad de San Antonio de Benagéber que ocupa a 110 trabajadores, desarrolla su marca propia y elabora productos de limpieza y detergentes para cadenas como Alcampo, Consum, Condis, Dia y Carrefour.

"Tal como aumenta la demanda de marca de distribución, los fabricantes debemos adaptarnos a la nueva situación del mercado", aseguran desde la compañía, que mantiene una cuota del 70% de producción de su propia marca y un 30% de marca blanca, aunque apuntan que la segunda línea está creciendo.

La presión que ejerce la distribución ha obligado también a fabricantes independientes a introducir marca blanca en su catálogo, como le ocurre a la cooperativa de productos lácteos La Fageda, que desarrolla una pequeña gama de cremas para cadenas catalanas. "De momento es testimonial, lo hacemos porque nos lo piden las empresas de distribución: nuestra intención no es desarrollar más productos para marca blanca y nuestros yogures –el producto estrella de la casa– sólo pueden adquirirse bajo la marca La Fageda", argumentan desde la empresa.

A la par que los fabricantes líderes insisten en desmarcarse de la fabricación destinada a la distribución, los productores de marcas blancas, que permiten un ahorro de entre un 18% y un 42% según Adecco, insisten en que el nivel de calidad depende de las exigencias de la enseña. "El proceso de fabricación y la calidad del producto de marca blanca lo fijan las empresas de distribución; nosotros ofrecemos la máxima calidad, ellas son las que eligen", declaran desde la empresa. Al tiempo que explota la marca blanca, Químicas Oro desarrolla productos de su propia marca, lo que le permite "innovar y seguir compitiendo en el mercado con otras marcas".

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