Y Cristiano moja....gol.
La Liga - Cristiano encuenta un buen antidepresivo
mar 21 sep 19:13:00 2010
No era un encuentro fácil para Cristiano, que había aparecido contrariado e insatisfecho en los anteriores compromisos madridistas. En el Bernabéu se mostró generoso y tranquilo. Aunque en ocasiones dejó ver su eterno gesto torcido. Sin embargo, con un partido notable fue capaz de apagar los gritos y alguna crítica guapa que le tildaba de egoísta. Frenó su ego desmedido y se estrena como goleador, esta vez, sin trampa ni cartón.
Esa fue la cara de la moneda, en la cruz se vislumbra un Bernabéu feroz en la crítica y es que, a pesar de que el respetable madridista siempre fue de silbido fácil, tuvo motivos suficientes para exigir el reembolso de la entrada, sobre todo, por el planteamiento rácano de Mourinho que no se doblega ni escucha exigencias. No le importa el feeling, sólo el triunfo, y de momento está imbatido con cuatro victorias y un empate y sólo ha recibido un gol.
Pochettino tuvo coraje a pesar de las bajas. No tenía pólvora sin Osvaldo ni Iván Alonso y en la medular tuvo que jugar Molina, inédito hasta el momento. Aún así no se escondieron los periquitos que fueron voluntariosos pero les faltó la chispa necesaria para hacer cosquillas a un equipo con las costuras bien cerradas en defensa.
Cristiano abre la lata
El primer tanto llegó a la par que el inicio de los abucheos. Fue de penalti, dudoso, tras un lanzamiento de Cristiano que golpeó en unas manos inocentes. Lanzó la pena máxima dos veces, pero no le tembló la pierna y mientras el balón besaba las mallas el portugués hacía un gesto que era más de alivio que de felicidad.
Seguía sin funcionar la dupla Xabi-Lass, a pesar de los esfuerzos del tolosarra por dotar de cierta clarividencia al juego de los blancos y tanto Galán como Duscher contenían sin mucha dificultad las acometidas previsibles de los madridistas. En la guerra individualista que es hoy en día el conjunto de Mou, Ozil elabora y Di María, Cristiano o Higuaín disparan. El orden es aleatorio como una ruleta de feria, cada uno hace lo que puede pero nunca es suficiente.
Higuaín y Benzema sentencian
Y llegó el momento en el que el rival cree que puede llevarse algún botín del Bernabéu. Ese instante en el que los periquitos, a pesar de llevar catorce años sin sacar nada positivo del templo blanco se ven capaces de hacer algo grande ante la desidia del Madrid. Pero los de Mourinho son como el ladrón que espera detrás de un árbol, primero asusta y después te roba la cartera sin darte derecho a réplica.
Así lo hizo Higuaín, que se está convirtiendo en un jugador específico y limitado, de uno o dos toques y no tan mortal como en otras temporadas. Perdonó hasta en tres ocasiones claras, todo lo contrario que Benzema, que llegó y besó el santo cuando el partido ya agonizaba.
Excesivo castigo
El argentino aprovechó el altruismo de Ronaldo que le puso el gol en bandeja de plata. El francés se revolvió en el área como un oso desperezándose y dio el zarpazo definitivo a un Espanyol que mereció morir con honor pero enfiló el túnel de vestuarios con el sonrojo que produce la goleada. Por si fuera poco, el encuentro terminó de forma esperpéntica, con tres expulsiones polémicas y el respetable protestando hasta los minutos de propina. Minutos que, lejos del deleite, son simplemente una forma de alargar la agonía.
LA FICHA DEL PARTIDO:
3 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Cristiano Ronaldo, Özil (Khedira, m.64), Di María (Arbeloa, m.64); e Higuaín (Benzema, m.84).
0 - Espanyol: Kameni; Chica, Galán, Forlín, David García (Dídac, m.46); Duscher, Molina, Verdú, Callejón (Callejón, m.85), Luis García; y Sergio García (Álvaro Vazquez, m.73).
Goles: 1-0, m.29: Cristiano Ronaldo de penalti. 2-0, m.83: Higuaín. 3-0, m.87: Benzema.
Árbitro: Clos Gómez (colegio aragonés). Amonestó a Carvalho (15) y Marcelo (23) por el Real Madrid. Expulsó a Pepe por doble amonestación (56 y 61) y a Forlín (83 y 88), y por roja directa a Galán (63) tras una entrada a Cristiano.
Incidencias: encuentro correspondiente a la cuarta jornada de Liga, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 70.000 aficionados.
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