Los gurús ya no son lo que eran
BMS
miércoles, 19 octubre 2011, 11:15
“Las últimas rebajas de rating en la Zona Euro” -hoy, le ha tocado el turno a España- “se fundamentan en su mayor parte en la crisis de deuda europea”, explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. “Pero, la crisis de deuda se ve profundizada por el riesgo de recortes en la deuda. ¿Dónde finaliza todo esto?”, se pregunta este experto. “La crisis de deuda tiene ya su propia dinámica”, sin más. “Y sin duda”, añade, “viene para quedarse”.
La “enfermedad soberana” perturba el devenir de los mercados y, como sucede en el mundo real con vacunas o antídotos, es ella misma la que los cura y los vuelve a hacer recaer, una y otra vez. Así, igual que comenzábamos la semana con alegría al calor de las informaciones que apuntaban a una solución definitiva para el problema de la deuda este mismo domingo. Igual que nos hundíamos tras los desmentidos de esta posibilidad desde Alemania. Hoy repuntamos ante la posibilidad de que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF por sus siglas en inglés) sea incrementado y empleado como respaldo para los tenedores de bonos. Sin embargo, esta noticia, publicada por The Guardian, ya ha sido desmentida y la alegría tampoco es tanta: CAC (+0,84%); DAX (+1,05%); FTSE (+0,55%); e Ibex35 (+0,41%; 8.845 puntos).
Por sectores, Seguros (+1,56%) y Bancos (+1,04%) son los que mejor se comportan; mientras Tecnología (-0,72%) y Alimentos y Bebidas (-0,59%) son los que más posiciones retroceden. Al mismo tiempo, el Euro/Dólar cotiza en los 1,3827 (+0,54%); y el barril de Brent en los $110,56 (-0,53%).
LOS GURÚS YA NO SON LO QUE ERAN: ¿MALA SUERTE O ALGO MÁS?
Para Matthew Lynn, periodista financiero y colaborador de MarketWatch, los gurús ya no son lo que eran. “En las últimas semanas, hemos descubierto que John Paulson, uno de los pocos gestores que consiguió salir de la debacle subprime con su reputación intacta, es tan humano como el resto de nosotros (…) parece que nadie puede hacer dinero como lo hicieron ‘estrellas’ de la talla de George Soros, Warren Buffett o Julian Robertson en el pasado”, afirma.
“Tal vez sea solo mala suerte”, apostilla, “o quizá es que pasa algo más interesante. A lo mejor estamos entrando en una época en la que no habrá gurús nunca más, en el sentido de personas excepcionales que consiguen batir al mercado de forma consistente”. Y es que, la volatilidad de los últimos meses ha creado, sin duda, nuevas víctimas y esta vez de las de “alto perfil”.
Tomemos el ejemplo de Paulson. Apostó contra las hipotecas subprime y se convirtió en una “estrella” en el mundo de la inversión, así como en uno de los hombre más ricos del mundo de los últimos tiempos (Forbes cifra su fortuna en unos $15.500 millones). Pero este mes, sus inversiones han registrado enormes pérdidas: su fondo dedicado al oro ha caído un 16% en septiembre (por encima del 11% que ha caído el precio del metal precioso); su fondo Recovery Fund perdió en el mismo mes un 14% y se deja en el año un 31%. “Estas son cifras decepcionantes para cualquier gestor, pero para alguien como Paulson son catastróficas”, explica Lynn. Este es sólo un nombre, pero, según un estudio de Bank of America, los gestores de fondos y los hedge funds se dejaron en septiembre un 5,2%, nada bueno.
En el pasado, siempre ha habido gurús que parecían tener un toque mágico en el mercado y, aunque es cierto que en ocasiones no eran infalibles y que también Buffett o Soros han tenido años malos, han conseguido durante más de dos décadas superar el rendimiento del mercado de una forma que sugería que sus ganancias eran algo más que fruto de la fortuna. Es más, en este camino recogieron una leal legión de inversores que seguían sus pasos y han acertado con ello. Pero, parece que ya no hay nadie como ellos. Muchos pensaban que Paulson sería el nuevo Soros, pero este último año está pesando mucho sobre su reputación.
¿Y si no es sólo mala suerte? ¿Y si los gurús ya no son capaces de superar al mercado? “Hay dos factores que sugieren que esto podría ser así. En primer lugar, parece que nos encontramos en un mercado bajista de estilo japonés, cuya duración puede prolongarse entre 20 y 30 años. Así, nos encontramos con que, por ejemplo, el FTSE100 marcó, en diciembre de 1999, un máximo en los 6.930 puntos, y 12 años después está en los 5.400 puntos y con pocas esperanzas de remontar el vuelo. Algo parecido ha vivido el DAX alemán (alcanzó los 8.136 puntos en marzo de 2000, rompió brevemente esa barrera en 2007 y desde ahí se desplomó de nuevo), así como el Dow Jones y el S&P 500. “En realidad llevamos más de una década en un mercado bajista, que no parece tener un fin cercano”, afirma Lynn. Sí, prosigue, en los mercados bajistas es posible ganar dinero, pero “eres afortunado un año y al siguiente estás atrapado”.
En segundo lugar, añade, “la política se ha convertido en el principal catalizador de los mercados financieros. Si los bancos centrales imprimen dinero o los gobiernos rescatan bancos, esto determina la subida o caída de los precios. Decisiones tomadas en parlamentos y senados cuentan más ahora que cualquier medida tomada en una sala de juntas”.
Y todo esto, concluye, “marca la diferencia. Algunas personas inteligentes pueden predecir las tendencias en los mercados libres, pero es imposible adelantarse a lo que hará o no los políticos, que son inestables e impredecibles. O quizá, el problema sea que tenemos a la gente equivocada al cargo. La dura realidad es que ni los más listos pueden hacer dinero en este Mercado, lo que sugiere que no hay mucha esperanza para el resto de nosotros”.
Sara Carbonell
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