Cerezos en flor: Alternativas al Jerte
Finanzas.com
Con la llegada de la primavera, el ondulante paisaje de la comarca cacereña de las Hurdes se cubre con un manto blanco de pétalos de cerezos. Un secreto muy bien guardado para escapar a las multitudes que viajan al vecino Jerte a contemplar el fenómeno
La cita anual para contemplar la floración del cerezo se aproxima en el valle del Jerte, probablemente la comarca más conocida para apreciar este espectáculo de la naturaleza. No obstante, existen rutas alternativas para gozar de este momento efímero pero sublime, muy valorado en culturas como la japonesa, donde la contemplación de las flores de cerezo o «sakura» constituye una tradición centenaria (el «hanami»).
Una de las mejores opciones para escapar a las multitudes del Jerte se encuentra, precisamente, a pocos kilómetros, en la comarca cacereña de las Hurdes.
Considerada durante muchos años como el paradigma del atraso del medio rural en España, a raíz de la película de Buñuel «Las Hurdes, tierra sin pan» (1932), este lugar merece una revisión para valorar adecuadamente la autenticidad de sus gentes, la transparencia de sus ríos, las serpenteantes sierras y los delicados bancales. La floración del cerezo puede resultar la ocasión perfecta.
Una excelente ruta a pie para apreciar este fenómeno en todo su esplendor parte de la villa de Casar de Palomero y desemboca en la vecina alquería de Azabal. El sendero discurre entre cerezales y castaños, separados por cortinas de piedra, y pasa por el Alto del Bramadero, desde el que se aprecian unas espectaculares vistas del valle.
Es en este lugar donde el viajero puede apreciar las palabras de Unamuno con toda su intensidad: «Si en todas las partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres».
Para los visitantes menos aficionados al senderismo, también es posible dar un simple paseo por los cerezales más cercanos al municipio. Lo que sí es importante es informarse del momento de floración, pues éste dura escasas dos semanas y la fecha varía de año en año, dependiendo en gran medida de la meteorología.
Asimismo, la visita bien puede completarse con una ruta por las escarpadas alquerías de las Hurdes altas, donde la arquitectura popular de la zona (caracterizada por el empleo de la piedra y la pizarra) se mantiene casi intacta.
LA POSADA DEL CASAR, UNA 'BASE DE OPERACIONES' PARA EXPLORAR EL NORTE DE CÁCERES
La Posada del Casar es un acogedor hotel rural que constituye una excelente opción para disfrutar de la experiencia de la floración del cerezo en toda su plenitud. Situado en medio de un valle rodeado de cerezos, olivos y castaños, su restaurante es toda una referencia de la zona, con una propuesta que mezcla la gastronomía tradicional extremeña con un toque de actualidad. Precisamente, coincidiendo con la floración del cerezo, el imaginativo chef local, Rubén González, ofrece una innovadora propuesta inspirada en este fruto y maridada con vinos de la tierra.
Entre las instalaciones del hotel, destaca un coqueto spa de uso privado, con jacuzzi y sauna, (incluido en el competitivo precio de la habitación) ideal para relajarse después de una jornada de caminar por los senderos de la zona.
Asimismo, el atento personal del establecimiento organiza distintas actividades para completar la oferta de ocio de la zona, como rutas a caballo, en todoterreno y experiencias gastronómicas.
Por último, la joven pareja que regenta este encantador establecimiento ha inaugurado recientemente una iniciativa que permite «apadrinar» un cerezo. El objetivo es sencillo, acercar la fruta al consumidor, sin pasar por ningún intermediario ni procesos de refrigerado. Su lema es: «Tú apadrinas, nosotros nos encargamos de los cuidados del árbol y, si no puedes venir a recoger la fruta, te la embalamos con cariño y, en breve, la tendrás en casa, sin pasar por ninguna cámara frigorífica. Directamente, del campo a casa». Los «padrinos» que deseen participar en los cuidados de su árbol podrán colaborar en el cultivo y la recolección, así como visitar su árbol «apadrinado» tantas veces como lo deseen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario