miércoles, 3 de abril de 2013

El Barça a medias....


Champions League - PSG-Barcelona: Gatillazo en La Bastilla (2-2)

Un solo borrón de Valdés en el último minuto echó por la borda la que hubiera sido una victoria azulgrana casi definitiva en el Parque de los Príncipes. Los azulgrana se marchan con sabor agridulce de un choque en el que los goles de Ibrahimovic y Matuidi hacen casi nulos los tantos conseguidos por Messi y Xavi. Tendrá que decidir, de nuevo, el Camp Nou.

Ni siquiera el todopoderoso Barça pudo asaltar de forma definitiva el Parque de los Príncipes, la Bastilla particular de los equipos españoles, que con la última batalla, marcada el gol balón desviado que no despejó Valdés en el último aliento, siguen sufriendo la tortura de un escenario casi maldito.
Con todas las intenciones salieron los azulgrana desde el inicio del encuentro, alineando de nuevo a su once tipo con Xavi Hernández y Jordi Alba volviendo de una lesión y David Villa, uno de los hombres clave en la remontada ante el Milan, situándose esta vez por el centro del ataque. El asedio, sin embargo, se iba a topar con una defensa más armada de lo que esperaban al ser el PSG el que sacó la artillería mejor armada en los primeros compases de partido. Lavezzi, con un disparo al palo antes de los cinco minutos, hizo dudar al Barcelona, que optó por reorganizar sus filas para evitar que un golpe tirara por la borda todos los planes iniciales.
Mientras el PSG tenía el guion bien aprendido, las primeras combinaciones del Barça tardaban en llegar y lo hacían con un Messi en el segundo batallón y alejado de la línea del frente, donde Villa se movía entre defensas con el fin de despistar el radar afinado de la defensa parisina. En estas, el conjunto francés intentaba aprovechar sus mejores virtudes. Pastore lo intentaba desde lejos y se encontraba con Valdés, tal y como hizo Ibrahimovic pocos minutos después con un disparo de falta que pegado al palo estuvo a punto de desequilibrar el choque de forma temprana. El sueco, cuyo gusto por las batallas nunca ha sido obviado, se mostró intratable y hasta irritado con su exequipo, que parecía optar por apartar la mirada del delantero cada vez que este peleaba por un balón que siempre se acababa llevando.
Fue pasado el minuto 20 cuando el Barcelona pareció ser consciente de que la guerra le estaba resultando desconocida. El partido estaba roto y los de Tito Vilanova tan lentos que una jugada servía de resumen de lo que se veía en el césped: El Barça tocaba hasta dos minutos y el que acababa la acción era Ibra en el área contraria con una contra de manual. La hoja de ruta, sin embargo, favorecía al Barcelona, un equipo que cuenta con armamento indetectable con el nombre de Lionel Messi.
Herida de guerra
El argentino, ligeramente perdido y demasiado estático, se topaba con el propio Villa cada vez que quería llegar por el centro, por lo que su mejor opción pasaba por retrasarse a una segunda línea llegando a estar incluso por detrás de Xavi o Iniesta. En una de esas, sin embargo, llegó la acción que cambió el ritmo. Alves se inventó un toque maestro con el exterior y dejó el esférico para Messi, que esta vez sí había cambiado de batallón para llevar a cabo la primera ejecución con un disparo al palo largo que relanzó las aspiraciones culés.
Se vino arriba el argentino con su gol y, sin embargo, su vestimenta de héroe le acabó pasando factura poco después, cuando un disparo algo forzado le ocasionó una lesión muscular que le retiró del terreno de juego en el descanso y genera preocupación en todo el barcelonismo hasta que no se conozca el alcance de sus heridas de guerra.
La reanudación sacó una nueva estrategia en el Barça. Los de Tito Vilanova, sin su hombre más determinante, optaron por cuidar la retaguardia mimando el esférico esperando un pequeño favor que sentenciara la eliminatoria casi de forma definitiva en el encuentro de ida. Pronto demostró Piqué cuál era la prioridad. El zaguero no perdió la concentración en su área, aunque el pase de Ibrahimovic a Matuidi invitara a ello, y acabó despejando in extremis el remate del futbolista francés.
Mientras, en el otro costado siguió intentándolo Alexis, que una vez más demostraba más intención que acierto a la hora de finalizar jugadas. El chileno lo hacía, pero sus disparos salían sin fuelle demostrando una vez más que la ansiedad no es un buen acompañante en el campo de batalla.
Sin cuartel
A la recta final del choque se llegó sin descanso y con la temperatura cada vez más alta. El juego se interrumpía y solo Valdés parecía mantener la concentración en el conjunto azulgrana. Lo hizo ante Ibrahimovic en primera instancia, pero fue precisamente el sueco el que rompió la ilusión azulgrana al rematar un balón suelto en el área en claro fuera de juego que no vio el colegiado.
Dolió, y mucho, el tanto del exjugador azulgrana a un Barcelona que, a pesar de quedar despistado en un final que se calentó sin demasiado sentido, sacó fuerzas de flaqueza para el lanceo final. Alexis, en una de esas jugadas para las que fue contratado, desbordó y provocó el penalti que a pesar de la ejecución en gol de Xavi no iba a significar la última palabra, pronunciada finalmente por Valdés en su propia portería, cuando se comió un remate de Matuidi que atraganta al Barça en un partido en el que parecían digerir ya la victoria.
El resultado final deja la primera batalla inconclusa, ya que si bien un empate a dos en territorio hostil no es sinónimo de decepciones, esta vez la Bastilla francesa no ha sido la continuación de la Revolución azulgrana que comenzó ante el Milan. Habrá que esperar al asalto del Camp Nou.
LA FICHA DEL PARTIDO:
2- París SG: Sirigu; Jallet, Alex, Thiago Silva, Maxwell; Lucas, Beckham (Verratti, m.70), Matuidi, Pastore (Gameiro, m.76); Ibrahimovic, Lavezzi (Ménez, m.66)
2- Barcelona: Víctor Valdés; Alves, Piqué, Mascherano (Bartra, m.83), Jordi Alba; Xavi Hernández, Busquets, Iniesta; Alexis Sánchez, Messi (Messi, m.46), Villa (Tello, m.80)
Goles: 0-1, m.38: Messi; 1-1, m.80: Ibrahimovic; 1-2, m.89: Xavi (p); 2-2, m.94: Matuidi.
Árbitro: Wolfgang Stark (ALE), amonestó a Sirigu, Matuidi, Ibrahimovic y Beckham en el lado local y a Piqué, Alves, Marcherano, y Alba en el visitante.
Incidencias: Encuentro de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 45.000 espectadores, algo más de 2.000 de ellos aficionados del Barcelona.

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