Si bien los niveles del 4% de principios de año están muy lejos de replicarse, dado el entorno macro mucho más favorable para España, las entidades están volviendo a poner toda la carne en el asador para captar y retener pasivo. El principal argumento que hay detrás de esta maniobra es el volumen de vencimientos de depósitos a los que tienen que hacer frente en la recta final del año. Según datos de Analistas Financieros Internacionales (Afi),217.000 millones de euros vencerán entre los meses de octubre y diciembre, lo que supone cerca de un 66% de los vencimientos del segundo semestre de este año.
El objetivo es claro. Ofrecer rentabilidades atractivas para no perder clientes. En este propósito trabajan la mayoría de entidades como Espirito Santo, que este martes mejoró las condiciones de su depósito Cristiano Ronaldo a un año, elevando su rentabilidad del 2,8% al 3% desde 50.000 euros. La tónica es generalizada en el resto del sector. Tal y como reconocen fuentes comerciales de Banco Popular, la consigna pasa por que los clientes renueven sus depósitos a toda costa. La forma de conseguirlo no lo es tanto. ¿Cómo convencer al cliente que recibía un 4% TAE hace menos de un año por su imposición con unas rentabilidades que hoy están limitadas al 1,75% para menos de un año, al 2,25% para plazos de 12 a 24 meses y al 2,75% a partir de dos años?
La entidad presidida por Ángel Ron se ha puesto manos a la obra y ha lanzado un depósito al 3% TAE a cambio de la fidelidad de sus ahorradores, pero no es la única. Por la pasarela del 3% han desfilado también Bankinter, Liberbank u Openbank. No serán los únicos. Hace apenas quince días, ING Direct renovó hasta finales de octubre su oferta de depósito a cuatro meses al 2,4% TAE. Aunque hoy por hoy no hay decisión alguna tomada, fuentes de la entidad no descartan que se pudiera elevar la rentabilidad de este producto en noviembre, adaptándola a las nuevas condiciones del mercado.
No obstante, tanto ING como Espirito Santo, por su condición de sucursales (que no filiales) de sus matrices de Holanda y Portugal nunca se han visto afectadas por los topes establecidos por el BdE. Situación distinta es la de otros bancos españoles como Popular o Bankinter que, de sobrepasar los umbrales sugeridos, sí podrían ser penalizados con mayores exigencias de capital. Pese a ello, fuentes de estas entidades insisten en que les merece la pena correr ese riesgo y optan por forzar la maquinaria incrementando poco a poco la rentabilidad de sus depósitos.
Tendencia al alza
Aunque las entidades han estado atadas de pies y manos durante buena parte del año, cierto es que no han dejado de dar pasos que regateaban las directrices del Banco de España. Los depósitos a 13 meses son ejemplo de ello (ya que, al superar el año, podían elevar el rendimiento ofrecido hasta el 2,25%). No obstante, desde el verano buena parte de los depósitos a un año se sitúan en niveles del 2,5% (un 0,25% más de lo establecido). Muchos bancos apelaban en un primer momento a la posibilidad que tienen de que un 15% de su catálogo comercial no se acoja a estos límites. Ahora, en niveles del 3% queda por ver si desde el BdE habrá un nuevo toque de atención.
En los últimos días Popular también ofrece un 3% a 14 meses para clientes que renueven sus imposiciones ya existentes por 6 meses más, abran un nuevo depósito de 30.000 euros o suscriban un nuevo plan de pensiones o un fondo de inversión.
En el caso de Bankinter, ofrece un 3% para desembolsos mínimos de 10.000 euros, sujetos a la domiciliación de una nómina; Liberbank iguala esta oferta para desembolsos de 30.000 euros o más y Openbank presenta las mismas condiciones, eso sí, negociando el producto a pie de ventanilla. Con unos tipos de interés oficiales instalados en el mínimo histórico del 0,5% y una inflación que se encuentra por debajo del 1%, esas rentabilidades vuelven a ser un imán para el ahorro más conservador.
Las letras del Tesoro pierden brillo
El atractivo de las nuevas ofertas de las entidades financieras crece, a su vez, porque los grandes competidores de los depósitos, las letras del Tesoro a 12 meses, cada vez son menos rivales. Ayer, de hecho, el organismo emisor las subastó con una rentabilidad media del 0,961%. Es decir, muy por debajo incluso de los depósitos menos generosos y menos de un tercio del premio que ofrece la nueva remesa de las imposiciones a plazo fijo de los bancos.
El resultado de la subasta de ayer certifica el menguante gancho de las letras como alternativas de inversión para el ahorro más conservador. Hay que remontarse hasta abril de 2010, justo en vísperas de que estallara la crisis del euro con el primer rescate de Grecia, para encontrar una subasta en la que las letras a un año se adjudicaran con un interés inferior al 1%. A su vez, ese rendimiento contrasta con el 2,82% resultante en la misma subasta de 2012 y con el 2,83% que ofrecieron de media las letras a 12 meses en las subastas de 2012.
En un contexto en el que no se esperan subidas de los tipos de interés oficiales, que se encuentran en el 0,5%, en los próximos meses y en el que el Tesoro no está demasiado presionado porque lleva muy encauzados los objetivos marcados para 2013, sólo un nuevo coletazo de la crisis del euro podría impulsar el rendimiento de las letras hasta unos niveles capaces de competir de nuevo con los depósitos. Y más con los que se están lanzando en la última hornada.
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