Tras la triste imagen ofrecida ante Bielorrusia, España estaba obligada a ofrecer algo más que una simple victoria, se la exigía más. Del Bosque estaba obligado a mover el árbol y bien que lo hizo con hasta seis cambios respecto al partido del pasado viernes. Abrió el campo, con Pedro y Navas pisando la cal y dando ese dinamismo y capacidad de sorpresa de la que, en ocasiones, adolece la mejor selección del mundo. 
Georgia no sorprendió a nadie pese a esa doble línea de cinco defensas y otros cuatro colegas con sus mismas intenciones que Ketsbaia plantó sobre elCarlos Belmonte. Se esperaba algo así y no tuvo inconveniente alguno en tirar de la táctica del murciélago, con Gelashvili como único punta, o mejor dicho, como el jugador que se debía pegar con los cuatro defensas españoles para acercarse a Casillas, algo que logró en un par de ocasiones por cierto.
La revolución que Del Bosque planteó pasó por Casillas, Juanfran, Alberto Moreno, Iniesta, Navas y Negredo. Muchos cambios, pero la triste imagen ofrecida ante Buelorrusia obligaba a buscar algo distinto. Se optó por lavelocidad, por las carreras en vertical hacia la línea de fondo y en eso Navas es de los mejores del mundo en estos momentos, Sin discusión. Y sí encima le acompaña Pedro en la otra banda, el rival se ve desbordado por la velocidad de su juego. 
Con este panorama, España se divertía, llegaba a la grada, algo que no sucedió ante Bielorrusia. Pedro, Navas y Negredo la tuvieron en los veinte primeros minutos, con especial mención para un remate de chilena que el ex del Sevilla se fabricó él solo y que salió alto por muy poco.
El gol, como suele ser habitual en este tipo de partidos, pero en esta ocasión con un grado más de intensidad debido a la velocidad del juego, era cuestión de tiempo, el que necesitaron Pedro e Iniesta para inventarse un tuya mía en plan acrobático, que terminó en la red gracias a la anticipación y el acierto de un sublime Negredo. 26 minutos la resistencia de una Georgia que asustó dos minutos después, lo justo para que Albacete aclamara a Casillas.
Antes del descanso, Negredo se encontró con el palo cuando lo más fácil era lograr el segundo. La situación estaba controlada por completo. Georgia no sabía cómo frenar a un Navas que una y otra vez buscaba a su compañero en el City, que en cada momento aplicaba la mejor solución posible. La tocaba, caía a banda, buscaba la pared, dentro de un repertorio que parecía no tener fin.
En la segunda mitad Del Bosque quiso repartir moral entre los suyos. Tiró deMata, necesitado de cariño, que metió en la jaula la primera que tuvo en el minuto 17. Después entró Koke, tocado tras su fallo en la jugada que significó el gol de Bielorrusia y que andaba meditabundo. El atlético tiene pinta de ser importante en el Mundial y el seleccionador quería recuperarlo.
El gol del mediapunta del Chelsea cerró el partido. España tuvo hasta otras tres claras ocasiones con Navas y Negredo otra vez de protagonistas. El doble objetivo del partido estaba más que cumplido. Se logró el billete para Brasily el equipo recuperó la autoestima perdida en el último partido. Sólo faltó un par de goles, uno de Iniesta, el héroe sencillo, el de la tierra que recibió una gran ovación cuando Del Bosque decidió retirarlo a diez minutos del final.
Ficha técnica:

2 - España: Casillas; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Alberto Moreno; Busquets, Xavi (Koke, m.68), Iniesta (Isco, m.84); Navas, Pedro (Mata, m.57) y Negredo.

0 - Georgia: Loria; Lobjanidze, Khubutia, Kvirkvelia, Kashia, Khidesheli; Dzaria, Kobakhidze, Elguja Grigalashvili (Khmaladze, m.78), Shota Grigalashvili (Ebralidze, m.72); y Gelashvili (Modebadze, m.89).

Goles: 1-0, m.26: Negredo. 2-0, m.63: Mata.

Árbitro: Florian Meyer (ALE). Amonestó a Khubutia (54) por Georgia.

Incidencias: último encuentro de clasificación al Mundial 2014, disputado en el estadio Carlos Belmonte, con 16.400 espectadores en sus gradas.