viernes, 31 de enero de 2014

El Gran Circo estrena animales...

La nueva Fórmula 1, como el explorador con su machete por la selva


Justo en el momento en el que escribo estas líneas, Fernando Alonso se ha quedado parado con su monoplaza en la pista. Daniel Ricciardo sale por primera vez  y se queda tirado sin dar una vuelta, después de que Sebastian Vettelhubiera dado once giros en dos días y esté ya en su casa con su nuevo bebé.  Renault ha reconocido problemas en sus propulsores que no está solucionando…Muchos equipos no han dado diez vueltas seguidas con sus monoplazas...Es la nueva Fórmula 1 que nace en 2014.
Una Fórmula 1 de contradicciones y paradojas. Por ejemplo, la que obliga a invertir una millonada en hacer a sus monoplazas varios segundos más lentos y, aunque sea anecdótico, con una ruido de motores que hacen perder parte de su personalidad. Una Fórmula 1 que atrae a Jerez cientos de periodistas de todo el mundo para ver cómo los equipos muestran sus ‘vergüenzas’ técnicas ante la prensa cuando intentan solucionar tantos problemas de juventud. Hace años, cuando no existía tanta restricción de entrenamientos, lo que estamos viviendo estos días  se hacía en privado y de forma menos embarazosa...
Pero la realidad es que la Fórmula 1, cada cierto tiempo, se reinventa a sí misma. Ocurrió en los ochenta con los turbo, en los noventa con la explosión de la electrónica, en la década pasada, con la exasperación de la aerodinámica...Y así con otros muchos desafíos técnicos. Es una de sus virtudes, y también uno de sus problemas, especialmente  cuando se vive el comienzo de una nueva era, como es la actual.
Hablando con un experto ingeniero con doce años de experiencia en Fórmula 1, nos contaba que sentía como si les hubieran tirado de golpe toda una avalancha de novedades técnicas que desconocen totalmente. Que resulta inimaginable comprender desde el exterior la cantidad de desafíos que afrontan, y todos a la vez. Es como si tuvieran que coger el machete y avanzar  a tientas por la selva. Este deporte está viviendo un momento casi de pioneros, y estos días se están dando los primeros pasos rompiendo la densa maraña vegetal para seguir avanzando.
Cuando Renault comenzó la era turbo a finales de los setenta, vivieron pesadillas técnicas de película. Que le pregunten a Rene Arnoux, Jean Pierre Jabouille y Alain Prost, sus pilotos de entonces. Estos días, “El Profesor” nos recordaba que la situación actual  es “normal”.  Aunque eso sí, llamativa, porque no estamos acostumbrados a ver a Red Bull tres días parado, por ejemplo. Pero este nuevo panorama también forma parte de los alicientes que nos ofrece esta nueva época. A los pocos años de la aventura de Renault en la Fórmula 1 con los turbo, muchos de nuestros coches de calle –practicamente todos los diesel hoy-  incorporaban la tecnología turbo que tan cotidiana nos parece. Pero nació en este mundo...
Ocurrirá lo mismo en el futuro con los nuevos sistemas que tantos quebraderos de cabeza está provocando hoy en el circuito de Jérez. Uno por uno, los técnicos empezarán a resolverlos, y convertirán estos nuevos motores en algo fiable y rutinario. Desaparecerán los antiestéticos morros, y quizás hasta puedan aportar más decibelios a los motores. Jenson Button piensa que a final de la presente temporada los nuevos monoplazas serán dos segundos más lentos que los de 2013. Poco a poco, en un par de años, estos monoplazas serán tan rápidos y quizás más que los del año pasado.  Se volverá a repetir la dinámica de crecimiento y mejora que ya hemos vivido en otros ciclos históricos de la Fórmula 1. Y Estos días nos parecerán una anécdota.
Por cierto, el propio Button nos contó a todos que le encantan los nuevos monoplazas, que al volante ofrecen más potencia de lo que parece... Dad por seguro que todavía no hemos visto todo lo que esta nueva Fórmula 1 va a dar de sí. Aunque por ahora  sus protagonistas estén andando  a tientas con el machete por la selva.

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