"¿Dónde van a ir cuando los echen de Coca-Cola si lo están cerrando todo?"
Los rostros de los trabajadores en el cambio de turno reflejan la incredulidad e indignación ante la noticia del cierre de la fábrica tras 53 años de existencia
23.01.14 - 16:50 -
La barrera de acceso a la fábrica de Coca-Cola Asturbega se levanta. Por ella pasa, a toda prisa y salpicando el agua de los abundantes charcos, un turismo gris, y detrás otro monovolumen azul. Dentro de los vehículos , dos trabajadores rehúsan con un gesto pararse a hablar con los periodistas. Miran fijamente la carretera, contraen los labios, y aceleran por la N-634 como si tuvieran mucha prisa por dejar el lugar. Es el cambio de turno de las dos de la tarde y llevan dentro desde las seis de la mañana. Han trabajado su jornada llevando sobre los hombros la noticia del ERE de Coca-Cola Iberian Partners por el que se plantea el despido de 750 trabajadores, la recolocación de 500 y el cierre de cuatro plantas, entre ellas la factoría sierense, con 53 años de existencia.La escena se repite en un goteo de entradas y salidas. Nadie quiere decir nada con palabras, pero sus caras lo dicen todo: ceños fruncidos, negaciones con la cabeza y miradas al infinito con el pie en el acelerador. A un joven trabajador se le escapa un taco a través de la ventanilla, refiriéndose a la situación que atraviesa la plantilla. Más que fastidiados.
"No miden bien las consecuencias"
"Es un palo muy gordo para nosotros, para la gente que conocemos y tenemos ahí, y evidentemente para Asturias", comenta minutos más tarde José Manuel Marrón, prejubilado de Asturbega, durante un paseo por Colloto con otros jubilados y prejubilados de la empresa. Todos han pasado al menos dos décadas trabajando en sus instalaciones como comerciales, y en el caso de Marrón, 41 años. "Y aún estoy allí al 25%", puntualiza. "Cerrar no creo que cierren. Tendrá que seguir al menos como almacén y distribución", especula. "Pero claro, habrá mucha gente que mandarán 'de viaje', y acabarán por, no sé echar el cierre a todo", comenta pesimista. De sus amigos y conocidos en la planta relata que "está la gente bastante nerviosa", y sobre el ERE, explica que no sabe "si es un globo sonda, que creo que no, pero es una pretensión de la nueva dirección de Coca-Cola Iberian Partners que no sé si tendra viabilidad". Esto lo dice porque en su opinión "esta gente no mide bien las consecuencias que puede tener esto", porque él ha vivido otras ocasiones en las que la planta asturiana ha tenido que nutrir a otras provincias de productos. "Cuando cerraron en Valladolid, venían a cargar los camiones de Madrid aquí, porque no daban a basto a fabricar allí. Cuando cerraron San Sebastián, venían de Bilbao a cargar aquí", prosigue."Aunque hayan bajado las ventas", admite, "no sé qué cuentas habrán echado y si tienen realmente controlado el tema de la producción que se necesita", duda.
"Habrá que luchar"
"Me parece fatal", afirma Celia Juárez. Es vecina de Colloto y tiene un primo "de cincuenta y pico años trabajando en Asturbega.Si esto cierra, ¿dónde va a trabajar? Si están cerrado todo. Vamos a acabar peor que en los tiempos de mi madre, y mira que en su época lo pasaron mal", augura Juárez. "Mi primo siente disgusto e impotencia, como es lógico, tiene una hipoteca que pagar...en fin. Lo veo negro", apostilla. Tanto Juárez como Marrón tienen reciente el conflicto de 'Águila Negra', y recuerdan los cierres de Ibercalco, La Tila, o Paymasa.
"Pero habrá que luchar.Los sindicatos, la gente, todo el mundo, tendremos que aportar nuestro grano de arena y tratar de que no hagan lo que tienen pensado", cuenta el prejubilado. "No digo 'por encima de nuestros cadáveres', pero sí una lucha y hacer lo que sea necesario. Estoy dipuesto a apoyarlos en lo que haga falta", manifiesta. Sus compañeros asienten con la cabeza.
"Normalidad" en el trabajo de la fábrica
Un miembro del equipo de relaciones institucionales, que prefiere no identificarse, sale al encuentro de la prensa apostada a las puertas de las instalaciones de Asturbega. Explica que se ha trabajado de manera "normal" durante toda la jornada. Por tanto no han tenido constancia de que se produjera el paro de 13 horas a 15 horas de la que algunas fuentes sindicales habían informado. Comenta "cree" que el Comité de Empresa acababa de llegar "de Madrid" con la información del plan, pero aún sin haberse dado el siguiente paso que es, tras revisarlo, formar una asamblea donde se informe a los trabajadores.
"La reforma laboral les ha dado las armas"
"Con toda la inversión que hicieron, con todas las naves que montaron, y que ahora lo cierren así de golpe...Mal". Lo dice Eduardo Arboleya, que vive con su familia "al lado" de la fábrica de Coca-Cola."Mal para la economía asturiana, mal para los trabajadores, mal en general". Pero para él no hay un solo culpable. "Con la reforma laboral se lo hemos puesto en bandeja", dice tajante. "Se les han dado las armas para hacer los cierres cuando, donde y como quieran". Y es que los motivos, en efecto, que se han argumentado a la hora de plantear este ERE, son entre otros "eliminar duplicidades e ineficiencias y unificar criterios en las actividades y procedimientos que se realizan en el grupo", que encajarían en los "criterios organizativos y de producción" que son los nuevos puntos que justifican un expediente de regulación de empleo tras la entrada en vigor de la nueva legislación al respecto, promovida por el Gobierno que preside Mariano Rajoy.
"Un paso al frente"
El Consistorio sierense ya ha mandado mediante una nota de prensa su "apoyo y solidaridad a los trabajadores y al Comité de Empresa". Les emplazan además a asistir "al próximo Pleno Ordinario" para que puedan intervenir y "recabar apoyos de todos los grupos municipales ante esta preocupante situación". En el documento también piden a la ejecutiva de Javier Fernández "que dé un paso al frente para evitar esta nueva deslocalización". Lamenta el alcalde además que suceda esto e una empresa que considera "un referente durante 53 años".
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