Olga Plaza/ LCdC
Los dos grandes errores del trading son creer que ganar dinero es fácil y además que se consigue de manera rápida. Conoce las claves para ser dueño de tus actos y para estar a gusto con tu sistema personal de operar.
Cada uno de nosotros llegamos a este mundo de los mercados financieros por motivos o circunstancias diversas. Unos por curiosidad y otros atraídos por conocer seriamente su funcionamiento, pero todos vemos en ello la posibilidad de ganar dinero. Los dos grandes errores son: creer que es fácil y además que se consigue de manera rápida.
La mayoría empieza comprando alguna acción por consejo que ha leído o escuchado y nos entra la curiosidad por saber como funciona. ¿Quién de nosotros no ha oído opinar sobre las bolsas a cualquier persona especialmente cuando las bolsas suben y suben? Es el momento en el que la mayoría de los curiosos se animan. Hay espíritu bursátil en el ambiente, "nos pica el gusanillo", conocer que es eso e incluso nos aventuramos a entrar en los mercados sin saber muy bien lo que hacemos. Normalmente en función de como haya sido nuestra experiencia así actuaremos en el futuro.
¿Quién no ha entrado simplemente por haberlo escuchado en la radio o por el consejo de alguien que trabaja en alguna entidad financiera o incluso al vecino?
Una vez dentro del mercado tendemos a creer que siempre vamos a ganar "y lo de perder" no entra dentro de nuestros parámetros. Simplemente hemos entrado sin ser conscientes de los riesgos. No sabemos salirnos cuando ganamos y muchísimo menos si estamos perdiendo. La deducción general a la que recurrimos es simple: "ya subirá otra vez".
A las personas que les haya ido bien en su operación, tendrán una mayor motivación para seguir y quienes después de una mala experiencia aún sigan interesados buscarán saber que ha ocurrido o como se podría haber evitado.
Muchas personas dicen que esto es una lotería o como jugar en el casino; por supuesto que lo es cuando uno no tiene ni idea de lo que está haciendo. Por supuesto, existen personas que se preparan antes que son muy conscientes del riesgo con sensatez y responsabilidad, pero la inmensa mayoría hemos pasado por desagradables situaciones similares.
Es cierto que las motivaciones personales de cada uno son un condicionante importante a la hora de la hora del aprendizaje individual con más o menos prisas. No es lo mismo quienes se acercan para llenar un tiempo ocioso que los estudiantes que amplían sus conocimientos (sin presiones), que quienes invierten con su dinero ahorrado o quienes encuentran una salida financiera a su precaria situación económica. Todos tenemos nuestras razones personales y cualquiera es completamente válida.
Decidimos que comience nuestro aprendizaje. Algunos sin saber muy bien hacia donde ir, leemos periódicos, escuchamos la radio, pedimos consejo a conocidos "de los que saben", hacemos cursos, etc., incluso nos ponemos en contacto con personas "del mundillo".
Después hacemos grandes descubrimientos, ¡pero si no sólo existen las acciones, hay miles de productos y además se puede entrar corto!. Incluso comprobamos que hay cientos de sistemas y libros que podrían llenar varias bibliotecas.
Es ahora cuando nos damos cuenta que operar en los mercados es como todo en la vida, hay que prepararse y requiere de TIEMPO. Pero aún así seguimos creyendo en nuestro ser interno que nos podemos convertir en unos expertos casi enseguida. Pero si es facilísimo, sólo hay que ver los gráficos de los libros, se ve todo clarísimo, solo hay que hacer lo mismo.
Es entonces cuando quizás alguno ya se ha aventurado a entrar de nuevo en el mercado, probando subyacentes, eligiendo mercados diferentes. A algunos les pudo ir bien y a otros, a la inmensa mayoría, no, el mercado nos suele poner en nuestro sitio antes o después. Comienza a ser incomprensible lo que nos está pasando. Mas aún si creemos que a alguien si le va bien. Remarco, "creemos".
Lo primero que tenemos que tener en cuenta y por tanto ser conscientes de ello es que cada uno de nosotros pensamos de manera distinta, captamos la información, la procesamos, la almacenamos y la recuperamos de forma diferente. Todos y cada uno de nosotros evolucionamos de mil maneras. No debemos compararnos con nadie.
Esto no es como en una licenciatura teórica en donde puedas compararte con el compañero, aquí se añade nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestros miedos, nuestras inseguridades .... y nuestro entorno personal. La teoría está totalmente ligada, unida a la práctica. Podemos aprender sistemas y teorías, sí, pero al final somos cada uno de nosotros quienes operamos de manera personal según nuestro criterio. Es individual y sobre todo y por encima de todo y por encima de todo SOLITARIO.
El tiempo transcurrido y todo el proceso que individualmente nos ha llevado hasta estar aquí nos hace comprender que con el simple aprendizaje no es suficiente.
El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren nuevos conceptos, nuevas conocimientos, nuevas habilidades, nuevos razonamientos, etc. Nos lo podemos "saber de memoria", pero cuando nos enfrentamos al mercado todo eso se cae, y ¿por qué?
Adaptarnos a los sistemas
El conocimiento se basa en nuestros datos, es nuestra propia información intransferible; de nuestra experiencia frente a los gráficos en nuestra prueba y error e incluso en nuestro punto personal de creatividad. Además necesitamos nuestro Psicotrading, nuestra Gestión Monetaria, nuestras posibilidades reales. Por esto y por mucho más, sistemas que a unas personas les han funcionado de maravilla a otras, a nosotros mismos, nos han funcionado fatal. No nos sirven.
Es decir, el conocimiento es nuestro aprendizaje experimentado en primera persona a través de la experiencia y su entendimiento, asumido interiormente, mediante la repetición y su compresión.
Tenemos que adaptarnos tanto a los sistemas como a la forma de operarlos, es necesario, imprescindible y debemos encontrarnos cómodos en ello, encontrarnos a nosotros mismos. Esta es la auténtica clave de la operativa en los mercados.
¿Cuándo nos damos cuenta que nos encontramos en esta fase?
Cuando tengamos conciencia real de lo que estamos haciendo y desarrollando, cuando veamos nuestras pautas de entradas y salidas con claridad, cuando las realicemos con tranquilidad y seguridad, independientemente de su resultado.
Cuando estemos cómodos en el mercado sin "volvernos locos" mirando gráficos con minutajes diferentes. Cuando seamos capaces de hacer repasos mentales de todo lo que hemos ido aprendiendo, para buscar las razones por las que el mercado nos tiene que "dar la razón" sí o sí.
Solamente en este punto lograremos estar a gusto con nuestro sistema personal, con nuestra manera de operar y sabremos gestionarlo sin estrés, intranquilidad o ansiedad.
Cuando aprendamos a salir con pérdidas sin fustigarnos, sabiendo que el mercado es soberano y que debemos adaptarnos siempre a él. Es decir, cuando seamos capaces de tomar las decisiones de manera autónoma y automática, como parte de nosotros en un proceso mecanizado.
El conocimiento bien organizado en nuestra mente será la motivación para sentirnos tranquilos, cómodos y seguros.
La mayoría empieza comprando alguna acción por consejo que ha leído o escuchado y nos entra la curiosidad por saber como funciona. ¿Quién de nosotros no ha oído opinar sobre las bolsas a cualquier persona especialmente cuando las bolsas suben y suben? Es el momento en el que la mayoría de los curiosos se animan. Hay espíritu bursátil en el ambiente, "nos pica el gusanillo", conocer que es eso e incluso nos aventuramos a entrar en los mercados sin saber muy bien lo que hacemos. Normalmente en función de como haya sido nuestra experiencia así actuaremos en el futuro.
¿Quién no ha entrado simplemente por haberlo escuchado en la radio o por el consejo de alguien que trabaja en alguna entidad financiera o incluso al vecino?
Una vez dentro del mercado tendemos a creer que siempre vamos a ganar "y lo de perder" no entra dentro de nuestros parámetros. Simplemente hemos entrado sin ser conscientes de los riesgos. No sabemos salirnos cuando ganamos y muchísimo menos si estamos perdiendo. La deducción general a la que recurrimos es simple: "ya subirá otra vez".
A las personas que les haya ido bien en su operación, tendrán una mayor motivación para seguir y quienes después de una mala experiencia aún sigan interesados buscarán saber que ha ocurrido o como se podría haber evitado.
Muchas personas dicen que esto es una lotería o como jugar en el casino; por supuesto que lo es cuando uno no tiene ni idea de lo que está haciendo. Por supuesto, existen personas que se preparan antes que son muy conscientes del riesgo con sensatez y responsabilidad, pero la inmensa mayoría hemos pasado por desagradables situaciones similares.
Es cierto que las motivaciones personales de cada uno son un condicionante importante a la hora de la hora del aprendizaje individual con más o menos prisas. No es lo mismo quienes se acercan para llenar un tiempo ocioso que los estudiantes que amplían sus conocimientos (sin presiones), que quienes invierten con su dinero ahorrado o quienes encuentran una salida financiera a su precaria situación económica. Todos tenemos nuestras razones personales y cualquiera es completamente válida.
Decidimos que comience nuestro aprendizaje. Algunos sin saber muy bien hacia donde ir, leemos periódicos, escuchamos la radio, pedimos consejo a conocidos "de los que saben", hacemos cursos, etc., incluso nos ponemos en contacto con personas "del mundillo".
Después hacemos grandes descubrimientos, ¡pero si no sólo existen las acciones, hay miles de productos y además se puede entrar corto!. Incluso comprobamos que hay cientos de sistemas y libros que podrían llenar varias bibliotecas.
Es ahora cuando nos damos cuenta que operar en los mercados es como todo en la vida, hay que prepararse y requiere de TIEMPO. Pero aún así seguimos creyendo en nuestro ser interno que nos podemos convertir en unos expertos casi enseguida. Pero si es facilísimo, sólo hay que ver los gráficos de los libros, se ve todo clarísimo, solo hay que hacer lo mismo.
Es entonces cuando quizás alguno ya se ha aventurado a entrar de nuevo en el mercado, probando subyacentes, eligiendo mercados diferentes. A algunos les pudo ir bien y a otros, a la inmensa mayoría, no, el mercado nos suele poner en nuestro sitio antes o después. Comienza a ser incomprensible lo que nos está pasando. Mas aún si creemos que a alguien si le va bien. Remarco, "creemos".
Lo primero que tenemos que tener en cuenta y por tanto ser conscientes de ello es que cada uno de nosotros pensamos de manera distinta, captamos la información, la procesamos, la almacenamos y la recuperamos de forma diferente. Todos y cada uno de nosotros evolucionamos de mil maneras. No debemos compararnos con nadie.
Esto no es como en una licenciatura teórica en donde puedas compararte con el compañero, aquí se añade nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestros miedos, nuestras inseguridades .... y nuestro entorno personal. La teoría está totalmente ligada, unida a la práctica. Podemos aprender sistemas y teorías, sí, pero al final somos cada uno de nosotros quienes operamos de manera personal según nuestro criterio. Es individual y sobre todo y por encima de todo y por encima de todo SOLITARIO.
El tiempo transcurrido y todo el proceso que individualmente nos ha llevado hasta estar aquí nos hace comprender que con el simple aprendizaje no es suficiente.
El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren nuevos conceptos, nuevas conocimientos, nuevas habilidades, nuevos razonamientos, etc. Nos lo podemos "saber de memoria", pero cuando nos enfrentamos al mercado todo eso se cae, y ¿por qué?
Adaptarnos a los sistemas
El conocimiento se basa en nuestros datos, es nuestra propia información intransferible; de nuestra experiencia frente a los gráficos en nuestra prueba y error e incluso en nuestro punto personal de creatividad. Además necesitamos nuestro Psicotrading, nuestra Gestión Monetaria, nuestras posibilidades reales. Por esto y por mucho más, sistemas que a unas personas les han funcionado de maravilla a otras, a nosotros mismos, nos han funcionado fatal. No nos sirven.
Es decir, el conocimiento es nuestro aprendizaje experimentado en primera persona a través de la experiencia y su entendimiento, asumido interiormente, mediante la repetición y su compresión.
Tenemos que adaptarnos tanto a los sistemas como a la forma de operarlos, es necesario, imprescindible y debemos encontrarnos cómodos en ello, encontrarnos a nosotros mismos. Esta es la auténtica clave de la operativa en los mercados.
¿Cuándo nos damos cuenta que nos encontramos en esta fase?
Cuando tengamos conciencia real de lo que estamos haciendo y desarrollando, cuando veamos nuestras pautas de entradas y salidas con claridad, cuando las realicemos con tranquilidad y seguridad, independientemente de su resultado.
Cuando estemos cómodos en el mercado sin "volvernos locos" mirando gráficos con minutajes diferentes. Cuando seamos capaces de hacer repasos mentales de todo lo que hemos ido aprendiendo, para buscar las razones por las que el mercado nos tiene que "dar la razón" sí o sí.
Solamente en este punto lograremos estar a gusto con nuestro sistema personal, con nuestra manera de operar y sabremos gestionarlo sin estrés, intranquilidad o ansiedad.
Cuando aprendamos a salir con pérdidas sin fustigarnos, sabiendo que el mercado es soberano y que debemos adaptarnos siempre a él. Es decir, cuando seamos capaces de tomar las decisiones de manera autónoma y automática, como parte de nosotros en un proceso mecanizado.
El conocimiento bien organizado en nuestra mente será la motivación para sentirnos tranquilos, cómodos y seguros.
Leer más: ¿Probamos o nos preparamos?: El secreto del trading http://www.finanzas.com/noticias/mercados/bolsas/20140131/probamos-preparamos-secreto-trading-2595546.html#VwZ16VUrjVBGHWUR
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