La factura de la luz -la que afecta a los 15 millones de hogares acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC)- se adentra en un territorio inexplorado, el del nuevo sistema para calcular el coste de la energía que se paga en la tarifa regulada. Pese a que tenían de plazo hasta este martes, las eléctricas ya han comenzado a trabajar con el sistema de precios diseñado por Industria a comienzos de año. E.On lo viene haciendo desde mediados de abril, mientras que el resto (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa y Edp) han apurado los tiempos casi hasta el final. En este nuevo escenario, el precio de la electricidad ya no se fija cada tres meses en las subastas Cesur, sino que viene determinado por la evolución diaria del mercado mayorista de electricidad o 'pool'. Es decir, que queda sometido al vaivén de las cotizaciones. Industria defiende este sistema porque evita la 'prima de riesgo' asociada a las subastas trimestrales, mientras que las agrupaciones de consumidores se muestran muy críticas porque el usuario no conocerá de antemano lo que va a pagar por la energía consumida.
Hay que dejar claro en todo caso que los cambios afectan sólo a una parte del término de energía de la factura, compuesto por la parte variable de los peajes de acceso, más la facturación por el coste de la electricidad consumida (ver gráfico adjunto). Los demás componentes del recibo no sufren alteraciones.
La creación de este nuevo sistema de precios nace de la prohibición, el pasado mes de diciembre, de las subastas Cesur. Pujas en las que las comercializadoras compraban la electricidad que habrían de suministrar a los clientes de la antigua Tarifa de Último Recurso (TUR) para todo un trimestre. El ministerio de Industria acabó con ellas después de que la celebrada el 19 de diciembre arrojara un «inadmisible» precio de 61,83 euros por megavatio a la hora.
Mientras ideaba un nuevo mecanismo de fijación de precios, Industria comenzó a aplicar desde enero una fórmula propuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que tomaba como referencia el precio medio en el mercado de futuros de los últimos seis meses de 2013: 48,48 euros Mw/h, que es lo que los clientes del PVPC han pagado en concepto de energía consumida durante los seis primeros meses del año.
En febrero, Industria daba a conocer el nuevo cálculo de precios, que pretendía ajustarse lo máximo posible a la evolución del mercado diario. En principio, el plan de Industria distinguía dos tipos de usuarios: por un lado los que tienen contadores analógicos (la mayoría), y por otro aquellos que cuentan ya con equipos de medida inteligentes. En el primer caso el coste de la electricidad se calcularía en función del precio medio del mercado diario durante el periodo de facturación, ajustado a unos perfiles de consumo elaborados por Red Eléctrica. Se trata de casi 9.000 coeficientes o ponderaciones de lo que consumen los hogares en cada hora del año. Hay tres tipos de perfiles, en función de la tarifa contratada: normal, nocturna y supervalle (coches eléctricos). Para los usuarios con contadores inteligentes, la facturación se realiza con los valores horarios de consumo.
Sin embargo, la facturación horaria -que permitiría a los clientes ajustar su consumo en función del precio de la energía en cada hora del día siguiente- tendrá que esperar muchos meses aún. Hace falta que los contadores inteligentes estén «efectivamente integrados» en el sistema informático de las compañías eléctricas. Y aún quedan muchos meses para llegar a ese escenario. Mientras, a todos los consumidores acogidos al PVPC (independientemente del contador que tengan) se les facturará mediante los perfiles de Red Eléctrica. La CNMC habilitará en su web una herramienta para que los usuarios (previa introducción de sus datos de consumo) puedan saber si su gasto eléctrico está bien facturado. El regulador dictaminó en febrero que este sistema de fijación de precios podría contribuir a reducir la factura en un 4,3%, pero también advertía sobre la «complejidad» de su puesta en marcha. Por eso, concedió a las eléctricas un periodo de tres meses (abril-mayo-junio) para que adaptaran sus sistemas.
También consideraba el regulador que los precios serían «menos estables». A fin de que los consumidores tuvieran sobre la mesa otras opciones más alejadas de la volatilidad del 'pool', Industria obligó a las comercializadoras a elaborar ofertas alternativas de precio fijo del suministro para un periodo de un año. Sin embargo, estas ofertas -presentadas en abril- resultaron ser no sólo menos competitivas que la tarifa regulada vigente en aquel entonces (con el precio de 48,48 euros Mw/h), sino también que muchas ofertas que esas propias compañías ofrecen en el mercado libre.
El mercado libre
Esta otra de las posibilidades de contrato de suministro, a la que cada vez se acogen más consumidores, y que las compañías tratan de potenciar ante el nuevo escenario de precios. Algunas modalidades se acercan bastante al concepto de tarifa plana: ofrecen un precio fijo mensual para un determinado consumo de kilovatios/hora al año. Si se superan esos umbrales de consumo, se pagará una cantidad extra por cada kilovatio a la hora consumido de más. Otras ofrecen la posibilidad de contratar una cuota fija, también de carácter mensual, en la que el cliente puede elegir qué día y cuánto pagar cada mes. Pero al cierre del año se producirá una regularización en función del consumo final.
Las organizaciones de consumidores se muestran en general críticas con el sistema del PVPC, porque consideran que es «complejo» y que «despistará» al usuario. Y, por supuesto, rechazan de plano las ofertas de precio fijo anual. «Aunque hay que tener mucho cuidado con los términos en los que se firman, creemos que las mejores ofertas están en el mercado libre», asegura Javier Arranz, experto en temas energéticos de la OCU.
Facua critica: «cada vez nos lo ponen más difícil». «El problema del PVPC es que es un precio totalmente variable e inseguro, y complicará la planificación de las familias que tienen que ajustar mucho sus gastos. En cuanto al mercado libre, la cuestión es que los consumidores están desamparados frente a hipotéticos abusos de poder de las compañías. No pueden reclamar frente a una institución competente, sólo ante los tribunales. El Gobierno debería establecer unas garantías de mínimos para este tipo de contratos», explica Jordi Castilla, miembro del gabinete jurídico de la asociación de consumidores.
El mercado mayorista acaba el mes casi al doble que en marzo y abril
El nuevo cálculo para fijar el precio de la energía consumida estará referenciado, más que nunca, a la evolución del mercado mayorista diario. o 'pool'. Es el zoco donde vendedores y compradores pujan por la electricidad que se consume diariamente. Hasta la eliminación de las subastas Cesur, el sistema funcionaba así:los vendedores (agentes financieros, 'brokers' y bancos, fundamentalmente) aseguraban a los comercializadores de último recurso (CUR) un precio fijo en la electricidad a consumir en el trimestre siguiente. Era una especie de venta virtual. Si después, en el mercado diario, las CUR pagaban por la electricidad que luego habrían de suministrar a sus clientes un precio mayor, los agentes y 'brokers' deberían abonar la diferencia. En caso contrario, se quedaban con el margen. Según Industria, el coste de la cobertura financiera de este sistema ha sido de unos 1.160 millones de euros para el consumidor desde 2009.
Esa 'prima de riesgo' desaparece en el actual sistema, que por contra estará al albur de los vaivenes de la cotización diaria del mercado. Habrá periodos en los que el 'pool' estará literalmente por los suelos. Ocurrió en los primeros cuatro meses del año. Sobre todo en febrero (cuando marcó 17,12 euros el megavatio/hora), marzo (26,67 euros) y abril (26,44 euros). El motivo de tan bajos precios fue la extraordinaria contribución de las energías renovables (sobre todo eólica) y la hidráulica a la generación de electricidad. Tecnologías que ejercen un efecto depresor sobre el mercado eléctrico.
De ahí que el precio medio de la energía durante el primer trimestre (algo más de 25 euros)fuera sensiblemente inferior al de 48,48 euros fijado administrativamente por el Gobierno. Una diferencia (cuantificada en unos 320 millones)que las cinco comercializadoras habrán de devolver a los clientes de la tarifa a partir de julio. También deberá regularizarse lo cobrado en el segundo trimestre respecto al precio que arroje el mercado en ese periodo. De momento las cuentas también son favorables para los consumidores, ya que la media rondará los 40 euros Mw/h.
Incrementos futuros
Pero el mensaje triunfalista del Gobierno -que mostraba las curvas del 'pool' en el primer trimestre como una muestra del éxito de su apuesta por el mercado diario como mecanismo de fijación de precios- se puede volver en su contra en lo que resta de año. De hecho, ya lo está haciendo, porque en estos dos últimos meses se ha producido un considerable incremento en el precio del mercado:mayo terminó con 42,41 euros Mw/h, y este mes de junio cerrará alrededor de los 50.
La explicación está, de nuevo, en las renovables. El viento y, sobre todo, la lluvia, han estado menos presentes en las últimas semanas. A ello hay que añadirle el hecho de que varias centrales nucleares han estado paradas en los últimos días, lo que ha dejado 'hueco térmico' a las tecnologías más caras como son el carbón y, sobre todo, los ciclos combinados. Por eso, los precios no han bajado de los 40 euros durante la segunda quincena del mes, y en más de una ocasión han superado los 60. Y el mercado de futuros tampoco augura buenas noticias:prevé precios en torno a los 55 euros para el tercer trimestre del año.
Todos los consumidores con menos de 10kW de potencia contratada fueron traspasados a lo que por entonces se conocía como TUR (excepto aquellos que voluntaria y expresamente decidieron entrar en el mercado liberalizado). Si desde ese momento hasta el día de hoy no ha realizado un nuevo contrato con una comercializadora del mercado libre (lo que sucede cuando, por ejemplo, se firman contratos de suministro de luz y gasa) está acogido a la tarifa regulada. TUR .