Modelos legales de evasión...
LA REFORMA FISCAL BUSCA QUE PAGUEN EL IVA
El Gobierno no logrará que Google, Apple ni Amazon paguen impuestos en España
Que las grandes tecnológicas dejen de escaquearse a la hora de pagar impuestos en España. Ese es uno de los grandes objetivos que se ha propuesto el Gobierno con la reforma fiscal, que pretende poner un especial acento en las tributaciones anormalmente bajas que este tipo de empresas declaran actualmente en nuestro país.
Está todo recogido en el documento estratégico que maneja el Gobierno, que, además de los nuevos modelos de IRPF, incluye varias modificaciones en relación al IVA. La reforma tiene prevista la implantación de dos nuevas reglas de localización: la primera, la “tributación en destino de los servicios electrónicos, de telecomunicaciones y de radiotelevisión cuando el destinatario es un particular”; la segunda, que “los libros electrónicos tributen en el país en donde se realice la descarga”.
El Gobierno quiere que paguen el IVA en España
Si estas normas fuesen aprobadas, todos los portales de comercio electrónico o las empresas tecnológicas que vendan productos online tendrían que tributar en España el IVA de los productos que hayan vendido dentro de nuestro país. Es decir, que si un ciudadano español comprase un iPhone a través de la web de Apple, por ejemplo, la compañía debería declarar ese IVA en España, no en el país donde tenga su sede (Irlanda, en este caso).
Estas y otras medidas serán estudiadas este jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Una vez pasado el trámite, en julio se aprobará el proyecto de ley, que será remitido a las Cortes. Si el Congreso acaba aprobándola en su conjunto, la nueva ley entraría en vigor el 1 de enero de 2015.
Las leyes europeas contradicen la intención del Gobierno
Sin embargo, las propuestas del Gobierno parecen ser más una declaración política que unas intenciones con posibilidades de ser aplicadas, ya que sus pretensiones chocan de frente con la legislación europea. En su momento, la Unión Europea estableció que, cuando se produzca una venta a través de comercio electrónico, el IVA de ese producto estará sujeto al tipo impositivo fijado en el país de residencia de la empresa, no del usuario que hace la compra. En cuanto a la declaración del propio IVA, también debería llevarse a cabo en el país de la empresa, no del usuario.
De hecho, la normativa europea hizo que en su momento España modificase su Ley del IVA (LIVA)para dejar claro que una empresa sólo puede declarar el IVA de sus ventas en España si su sede oficial y/o fiscal se encuentra en nuestro país. Por eso, si una empresa española de comercio electrónico vende un producto a un ciudadano brasileño, por ejemplo, el IVA de esa transacción ha de declararse en España, no en Brasil.
La ingeniería fiscal de Google, Apple y Amazon
El debate está servido desde hace muchos años, ya que son muchos los países que se quejan de que empresas como Google, Amazon o Apple (entre muchas otras) apenas paguen impuestos en España pese al gran volumen de negocio que llevan a cabo en sus países.
En realidad, al margen del debate ético, lo cierto es que estas compañías se ajustan a la legalidad europea, que les permite establecerse en el país que quieran y tributar sus impuestos desde el territorio en el que estén fiscalmente establecidas. Con ello, cada empresa recurre a su propia ingeniería fiscal para pagar los menos impuestos posibles.
Google, por ejemplo, mantiene su sede europea en Irlanda, desde donde factura casi todo su negocio. Lo que tiene en el resto de países, como España, son agencias de venta de publicidad, que refacturan sus servicios a Google Ireland. Por tanto, la compañía sólo paga impuestos en España por los servicios específicos de Google Spain, que, en la práctica, apenas tiene trabajadores ni servicios exclusivos.
Los 'paraísos fiscales' tecnológicos: Irlanda, Luxemburgo...
Otra empresa que tributa desde Irlanda es Apple. En el caso de la compañía fundada por Steve Jobs, cuenta con dos filiales en España: Apple Marketing Iberia (la filial de marketing) y Apple Retail Spain (que gestiona las ventas de la Apple Store en España).
Sin embargo, y aunque Apple no para de aumentar sus registros de ventas en nuestro país, los productos que vende en España le son suministrados por las cabeceras irlandesas (Apple Sales International y Apple Distribution International) a un precio lo suficientemente alto como para que la compañía de la manzana declare pérdidas anuales en nuestro país.
Otro país de recurrencia fiscal es Luxemburgo, donde se ampara fiscalmente Amazon. Pese a que la compañía de Jeff Bezos posee sociedades como Amazon Spain Services (antigua BuyVip, rebautizada tras la compra) o Amazon Spain Fullfillment, la facturación de sus ventas se lleva a cabo desde la matriz situada en Luxemburgo.
Todos estos gigantes tecnológicos, al final, llevan a cabo unos modelos tributarios que pueden ser ampliamente cuestionados desde el ámbito ético, pero que, a la vista de la legalidad europea, no parecen incurrir en delito alguno.
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