El efecto dominó del BCE llevará al euro a 1,30 dólares
El Eco
La mayoría de las casas de análisis ha revisado a la baja sus previsiones para el tipo de cambio, que podría volver a niveles de 1,30 dólares a corto plazo, y empiezan a valorar cuál puede ser el impacto sobre la economía europea.
M over el mayor mercado del mundo, el de las divisas, no es tarea sencilla... para el común de los mortales. Sin embargo, para los líderes de los grandes bancos centrales mundiales es casi una normalidad. El protagonista del último gran movimiento ha sido el euro, que desde el 6 de mayo, ha caído casi un 3 por ciento frente al dólar. La corrección empezó cuando el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insinuó al mercado el paquete de estímulos que posteriormente confirmaría en la reunión de junio con una serie de medidas históricas para la institución. Desde entonces la moneda común se ha asentado en la zona den 1,35 dólares. Al mismo tiempo, las casas de análisis han comenzado a revisar sus estimaciones para el tipo de cambio teniendo en cuenta la nueva inyección de liquidez que lanzará la entidad al sistema bancario y que asciende a 400.000 millones de euros.
El cambio que perciben los expertos es significativo, ya que las buenas intenciones del BCE ahora vienen refrendadas con hechos, y además, históricos. De hecho, muchas casas de análisis creen que el euro tendrá un recorrido bajista importante durante los próximos meses derivado de las políticas monetarias expansivas en la eurozona y de la progresiva normalización en EEUU y Reino Unido. "Seguiremos viendo un dólar alcista contra el euro y de nuevo cambiamos nuestras previsiones para el cruce de ambas divisas", explica Rodolfo Baldrich, analista de divisas de Deutsche Bank. "Para final de año vemos el cruce en 1,30 dólares y para final de 2015 en 1,15 dólares".
Se trata de una de las casas de análisis que esperan una caída mayor el euro, sin embargo, el conjunto de los bancos de inversión también apuesta por caídas. Los expertos encuestados por Bloomberg esperan que el cruce se sitúe en 1,32 al final de este ejercicio y que caiga hasta 1,27 dólares por euro al cierre de 2015.
¿Qué impacto real tiene?
Los expertos coinciden en la importancia de un euro más débil para animar las exportaciones de los países de la eurozona. El punto de partida es la solidez del sector exterior de los países del Viejo Continente, que durante los años de grave crisis económica y de fuerte apreciación del euro fueron capaces de mantener una balanza comercial y por cuenta corriente positiva -desde la quiebra de Lehman Brother's el superávit de los países de la eurozona supera los 370.000 millones de euros-. La famosa devaluación interna que sufrieron algunos países -en especial los del sur de Europa- y el alto nivel de capital -humano y tecnológico- de algunas industrias fueron las culpables, pero ahora podría incluirse el euro como un nuevo motor que tire del sector exterior.
Una caída sostenida del cruce anima las ventas en el exterior" con un retardo entre uno y dos trimestres", indica Tomás García-Purriños, analista de Cortal Consors. Sin embargo, ¿es posible medir qué impacto tendrá la caída del euro del último mes y la que puede venir próxima mente sobre la economía? "Una apreciación del euro del 10 por ciento reduce la tasa de crecimiento 0,7 por ciento según OCDE y causa una disminución del 3 por ciento en el crecimiento de beneficios empresariales, según nuestros modelos", explica Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM. Sin embargo, los analistas destacan de la dificultad de establecer una correlación estable entre el tipo de cambio y la economía debido a que la primera variable no se ajusta a las libres fluctuaciones del mercado, sino que está influida por los bancos centrales. "La ausencia de una correlación tiene toda su lógica visto desde la realidad de los mercados: los políticos manipulan el valor de sus divisas", explica Alvargonzález, director de inversiones de Tressis.
Sin embargo, desde Ebury Partners destacan la existencia de una correlación en el diferencial de crecimiento de EEUU y la eurozona con el tipo de cambio. "Desde 2010 esta correlación es de 0,67, lo que tiene cierta predictiva sobre el tipo de cambio, aunque la relación es ruidosa", explica el Departamento de Estrategia de Ebury. Esto significa que "observando que el diferencial de crecimiento del PIB anual entre EEUU y la zona euro será alrededor de un 1,2 por ciento a favor de EEUU en este segundo trimestre, parece lógico justificar unos niveles del euro en torno a 1,3450 y algo por debajo de 1,34 dólares para el tercer trimestre".
Impulso del BCE
Las medidas históricas adoptadas por el BCE tienen dos objetivos marcados por la entidad: reactivar la inflación y fomentar el crédito; pero a su vez, la institución monetaria espera que provoquen otros dos efectos secundarios. En primer lugar debilitar al euro y, en segundo, fomentar la recuperación del PIB de la eurozona. Los analistas comienzan a hacer balance del impacto.
Si el BCE se decide finalmente a adoptar un programa de compra de activos -QE, por sus siglas en inglés-, una medida que la entidad anunció que "está acelerando", podría tener un impacto significativo en la economía. "Teniendo en cuenta las series históricas de otros bancos centrales, se estima que si es por valor de 100.000 millones de euros, puede traducirse en un incremento del PIB de la Eurozona de un 1 por ciento también y una depreciación de otro 1 por ciento para la divisa única", explica Rodolfo Baldrich.
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