La familia Ruiz-Mateos movió a lo largo y ancho del planeta cientos de millones de euros en sociedades que operan exclusivamente en paraísos fiscales, lejos de todo control. Así lo desvela un voluminoso informe que obra en manos de la UDEF y al que ha tenido acceso El Confidencial. Este informe, elaborado por la agencia de detectives Crossword (la misma que hizo el informe que desvelaba la trama de Gerardo Díaz Ferrán) habla de 5.000 inversores estafados con falsos pagarés y una red de 211 empresas españolas y 107 controladas en el extranjero.
Hasta ahora, un informe de la Agencia Tributaria cifraba la red exterior en cuatro empresas en Holanda, dos en Panamá y 28 en Belice. Según ese informe del fisco, la familia realizó, entre 2005 y 2009, ingresos en sus empresas españolas de 145 millones de euros, pero también salidas “invisibles” de 231 millones hacia paraísos fiscales. Las entradas y salidas “invisibles”, según Hacienda, son operaciones de tráfico de divisas realizadas entre residentes y no residentes. Esas operaciones se corresponden con movimientos que tienen como contrapartida prestaciones de servicios, préstamos o compra-venta de acciones, en contraposición con las operaciones comerciales normales o “visibles”, que se corresponden con entregas de bienes.
En el 2010, una secretaria del antiguo contable de José María Ruiz-Mateos,Manuel Sánchez Marín, entregó en la Audiencia Nacional un documento excepcional que se conoce en los ámbitos judiciales y en la dirección de Nueva Rumasa como Libro Verde. Este no es más que un extenso documento donde figuran todas las sociedades del empresario con sus administradores, testaferros o fiduciarios. Basándose en su contenido, la Policía detectó 164 empresas españolas y 48 extranjeras bajo el control de la familia.
Esos números se quedan, pues, muy cortos, ya que Crossword ha descubierto un total de 318 compañías que han operado bajo la batuta de los Ruiz-Mateos. Los detalles están siendo investigados ahora por la Policía, a la que le llegó el informe hace varias semanas.
Querían un banco
“La familia Ruiz-Mateos siempre mostró interés en adquirir su propio banco. De hecho, en el año 2007, a través de un abogado de San Marino, se interesó por la compra de dos bancos. También mantuvo contactos para adquirir otro en Roma. Posteriormente, en el año 2010, se interesó también en adquirir un alto porcentaje de Bankpime por unos 37 millones de euros”, señala el dossier. A continuación, realiza un detallado estudio de la situación en que se encuentran todas las sociedades vinculadas a los Ruiz-Mateos, destacando algunos datos. Por ejemplo, que Grupo Dhul, perteneciente a Nueva Rumasa, tenía unos activos de 172 millones de euros “frente a unas deudas de 790 millones, con lo que el agujero de la empresa de productos lácteos ascendería a 618 millones de euros”.
También explica varias operaciones de compraventa que están siendo investigadas o que ya lo fueron, y en las que el dinero desapareció misteriosamente, aunque se le pudo seguir el rastro hasta paraísos fiscales como Suiza o Belice, siendo este pequeño país americano la principal sede de las compañías que mueven el dinero de la familia por medio mundo.
En 1996, la compañía Morgan & Morgan Trust Corporation Ltd de Belice constituyó fiduciariamente la sociedad Lerton Holdings Inc en el mismo paraíso en representación del patriarca de los Ruiz-Mateos. Esa sociedad se hizo posteriormente con la propiedad del Grupo Dhul, la joya de la corona del imperio de Nueva Rumasa. Una de las compañías a favor de la que Lerton se declara deudora es otra tapadera: Premier Business Limited, creada también en Belice pero cuyo domicilio para requerimientos, por ejemplo, es el chalé particular de José María Ruiz-Mateos en Somosaguas.
Baile de millones
Los detectives detallan en su informe envíos de 70 millones de euros hacia empresas holandesas. También encontraron una curiosa operación triangular entre una empresa madrileña que ocultó fondos en el paraíso de Belice pasando previamente por Gibraltar. Sobre esta operación explican que, entre 2009 y 2010, Nueva Rumasa “recaudó más de 300 millones de euros en pagarés, de los cuales Bardajera SL transfirió 78 millones de euros a Janer & Baily SL, a la cuenta abierta en el Banco Etcheverría de Madrid. Bardajera era la empresa a través de la que se canalizaron los cobros de los pagarés de Nueva Rumasa”. Ese capital se fue ingresando mediante imposiciones periódicas en el HSBC de Gibraltar y acabó en tres bancos de Belice y Panamá: el Belize Bank Limited de Belize City; el First Caribbean International Bank de la misma ciudad; y el HSBC Bank Panama Branch. En el Banco del Caribe de Caracas también disponían de cuenta corriente a través de las empresas Engel Overseas Limited y de Globint Capital BV, ligadas a la familia jerezana.
“Se tiene constancia de que existen cuatro cuentas numeradas en dos bancos de Belice que en noviembre del año 2013 podrían contener unos 136 millones de dólares, aunque los fondos estarían gestionados por dos asesores fiscales de Belice”, señala el informe. También encontraron una cuenta numerada en el HSBC de Cayman.
Desde la ahora finiquitada BPA de Andorra, los Ruiz-Mateos habrían enviado esos 136 millones de dólares a cuatro cuentas numeradas en dos bancos de Belice y a otra cuenta numerada en las Islas Cayman, que pertenece a una empresa con sede en Miami, en la que tiene firma Alfonso Barón Rivero, sobrino del patriarca de la familia. Además, según consta en el informe, controlan la compañía Hamond Enterprise, a la que le consta en Panamá otro depósito de 14 millones de dólares.
Otra oscura operación fue la de Alinda Finance BV, empresa holandesa propietaria del 99,97% de Clesa SL, que también tenía Cacaolat, y con importantes participaciones en varias empresas de Nueva Rumasa. Alinda fue absorbida por RCS Management en una operación que ascendió a 52,9 millones de euros. RCS dependía de ATC Management. “En el año 2010, el Ministerio de Hacienda de Holanda detecta un trasvase de fondos gestionados por el grupo ATC Corporate Services BV (gestor del grupo Ruiz-Mateos, entre otros). El análisis que extrae es que se está desviando capital a sociedades radicadas en las Antillas Holandesas”.
Une retorcida ingeniería
¿A dónde fue el dinero? Resulta que la compañía Dexdale Finance Ltd, de Belice, administradora única de Dhul Holdings BV, era cargo directivo en Serendipity International Consultants NV (domiciliada en las Antillas Holandesas), que a su vez era el socio único de Alinda Finance BV. Y ATC administraba, a su vez, Serendepity, por lo que todo parecía quedar en casa. Se evidenciaba así una ingeniería financiera complicada aún más con la trama internacional creada ex professo para dificultar el seguimiento de los fondos. Alinda, por si fuera poco, tenía cuenta en un banco de Curaçao, en uno de Panamá y en dos de Belice.
La sociedad Cat Three Hooldings, también de Belice, fue la que, representando a los Ruiz-Mateos, vendió, el 8 de septiembre de 2011 la compañía Dhul Holdings a las empresas intermediarias de Ángel de Cabo Sanz, detenido y encarcelado después de realizar operaciones semejantes con Gerardo Díaz Ferrán.
La red extranjera de la familia opera con compañías domiciliadas en Tórtola (Islas Vírgenes), Barbados, Bahamas, Andorra, Liechtenstein, Suiza, Gibraltar, isla de Guernsey, isla de Man, República Dominicana, Estados Unidos, Venezuela, Irlanda y Australia, país en el que se han detectado inversiones en varios fondos.
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