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¿Por qué ese cambio? Muy sencillo: “Las últimas encuestas nos daban un importante bajón que podría costarnos la mitad de los diputados. Cierto que veníamos de unas elecciones donde Alicia obtuvo los mejores resultados de la historia, con 19 diputados, pero ahora podíamos quedarnos en una horquilla de 9 a 11. Paralelamente, Ciudadanos se postula como una fuerza de oposición con una importante subida. Se constataba una fuga de votos hacia la formación de Albert Rivera y también una importante porción del electorado que se quedaba en casa porque no veía atractiva nuestra oferta. Ante esas dos circunstancias, había que dar un revulsivo al partido”, explica aEl Confidencial una fuente de la dirección popular.
Con el cambio, añade la fuente, “se quiere también visualizar que el PP no es un proyecto unipersonal y que aunque haya un cambio, todo el partido seguirá unido”. Fuentes cercanas a la presidenta catalana, Alicia Sánchez-Camacho, subrayan que su renuncia a encabezar la lista “hay que entenderla como un gesto de generosidad. Cogió el partido hace ocho años, tras un congreso en el que su oponente, Montserrat Nebrera, obtuvo el 44% de los votos. Pero Alicia supo unirlo y conseguir los mejores resultados de la historia. Si ella hubiera querido, el partido entero la habría apoyado como candidata el 27 de septiembre”.
La 'generosidad' de Sánchez-Camacho
Los previsibles resultados negativos, sin embargo, la han hecho recapacitar. Y con su renuncia mata dos pájaros de un tiro: por un lado, aunque el PP obtenga un significativo número de escaños menos que en las últimas autonómicas, ya no será con ella como cabeza de lista quien se los atribuya. Por otro, con la candidatura de Xavier García Albiol, el partido puede marcar un nuevo perfil, hacer frente al mensaje 'españolista' de Ciudadanos, movilizar al electorado que se hubiese quedado en casa y, eventualmente, detener la fuga de votos.
La lideresa popular fue muy precisa: habló de que su formación ha vivido “un ciclo de éxito”, haciendo hincapié en que durante su mandato el PP ha obtenido más peso, apoyo social y votos en todos los años de su historia. Y en esa expresión está la clave de su retirada: no quiere que su ciclo se vea empañado con una recesión y la pérdida de ese “poderío”. Sí dijo que “es necesario seguir con este ciclo de éxito que hemos construido entre todos”, pero eso no son más que buenas intenciones, porque los sondeos vaticinan un cambio de ciclo, que precisamente puede ser de signo contrario al que ahora acaba… pero ella ya no estará como punta de lanza del mismo.
Sánchez-Camacho presentó ayer a Albiol como “el mejor candidato. Ha demostrado su valía gobernando como alcalde de Badalona para todos sus vecinos, trabajando para mejorar su calidad de vida y para resolver sus problemas reales”. Fuentes del PP subrayan a este diario también que “la experiencia de Albiol como alcalde de la tercera ciudad catalana puede sernos de gran ayuda. No es un advenedizo, sino que tiene experiencia de gobierno y sólo fue sacado de la alcaldía de Badalona con un pacto estrambótico. Durante muchos años se trabajó su municipio hasta que consiguió lo que parecía imposible: ser alcalde. Y lo bueno es que, luego, los ciudadanos lo valoraron y en las últimas elecciones sacó 2.000 votos más”. Por si fuera poco,es una cara conocida y, para bien o para mal, sabe marcar perfil. En otras palabras: no es de los que deja indiferente a nadie, porque le encanta marcar territorio y plantear debates. Que hablen de mí, aunque sea mal, podría ser perfectamente su lema. Porque de marketing sabe un montón.
La bella y la bestia
Las fuentes consultadas destacan que Albiol y la que será su segunda, Andrea Levy, recientemente nombrada responsable de Programas y Estudios a nivel nacional, “es el mejor target electoral que podríamos tener”. También Alicia Sánchez-Camacho se refirió a Andrea como “el complemento perfecto para Albiol”, que “ha sabido responder y estar a la altura de la confianza que se depositó en ella. Es un valor de futuro, representa el PP del siglo XXI, el PP intergeneracional”.
Del mismo modo, aseguran desde el partido a El Confidencial, “Andrea representa la juventud. Se trata también de aprovechar en parte la nueva imagen del partido a nivel nacional”. Además, el hecho de que haya nombres encima de la mesa e incluso quinielas “quiere decir que este es un partido vivo, donde existen valores en alza y jóvenes que vienen pidiendo paso y que empujan. Eso es lo que se transmite a los ciudadanos. No somos un partido inmovilista y cerrado, sino que planteamos opciones de futuro”.
A nadie se le escapa, sin embargo, que la llegada de Levy como número dos de la lista de Albiol es también una manera de 'dulcificar' una candidatura que ya está siendo ampliamente criticada como “xenófoba” desde la izquierda. Albiol, el alcalde que cogió al PP en 2003 con 5 diputados y que lo deja con 10 y como primera fuerza política, basó sus campañas en “limpiar Badalona”. Tildado de racista por sus rivales, fue apoyado, sin embargo, por la mayoría de sus vecinos. Y al final, como él mismo dijo ayer, “nunca he perdido una campaña”. El PP no espera que gane, pero al menos sí que pare la sangría de votos.
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