Las pensiones están llamadas a copar gran parte del protagonismo de la campaña electoral, y el Foro organizado ayer por Pimco y El Confidencial lo puso claramente de manifiesto. Ante un auditorio repleto de primeros espadas del mundo de los negocios, y pocas horas antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara una rebaja de las cotizaciones sociales, PSOE y Podemos aprovecharon para lanzar sus propias arengas en defensa del sistema de pensiones, pero justo en la dirección opuesta a la defendida por el PP.
Los dos principales partidos de izquierdas apuestan por crear nuevos tipos de impuestos para salvar el actual sistema de jubilación, que está seriamente amenazado por un factor coyuntural, como es el elevado paro, y otro estructural, como es la baja natalidad y el incremento de la esperanza de vida, lo que ha dado la vuelta a la pirámide poblacional.
En el caso del grupo socialista, la medida que proponen consiste en crear unacontribución social solidaria, eufemismo que hace referencia a un nuevo tipo de impuesto, pensado a imagen y semejanza del modelo francés, cuya recaudación irá a engordar la hucha de las pensiones.
A pesar del interés mostrado por los asistentes al foro en conocer el detalle de este gravamen, la realidad es que está todavía por definirse, ya que como señaló Manuel de la Rocha, secretario federal de Economía del PSOE, el objetivo de su formación es recuperar el Pacto de Toledo y debatir esta propuesta en su seno.
La vía elegida por Podemos para salvar el sistema de pensiones pasa por lo que el partido liderado por Pablo Iglesias define como 'destopar', y que consiste en quitar la limitación actual, 3.600 euros es la base máxima sobre la que se cotiza a la Seguridad Social, independientemente de que se tengan unos ingresos muy superiores.
Como explicó ayer Eduardo Gutiérrez, economista y diputado en la Asamblea de Madrid por Podemos, la idea de su formación consiste en que no haya límites, sino que las cotizaciones vayan en paralelo a las diferentes rentas. Del mismo modo, la formación morada insiste en su idea de elevar el IRPF para quienes ganen más de 60.000 euros, listón que han elegido por que, por encima de él, solo está el 5% de la población, según cálculos de Podemos.
Estas propuestas distan mucho del modelo propuesto por Ciudadanos, cuyo coordinador del programa económico y social, Luis Garicano, abogó ayer por avanzar hacia "un sistema flexible y transparente", que permita a los trabajadores decidir voluntariamente si quieren alargar o acortar su vida laboral, para lo cual es clave conocer previamente cuál será su pensión pública en el futuro, en función de su cotización particular.
Es la economía, estúpido
Estas posturas van en la dirección contraria a la anunciada ayer por el PP, que ha prorrogado y ampliado la posibilidad de que los primeros 500 euros no coticen, además de extender los casos en que se puede aplicar, para que lleguen también a las conversiones de temporales, y para que también se pueda aplicar el mínimo exento a la parte de las cotizaciones que paga el propio trabajador.
No obstante, el partido del Gobierno ha dedicado a la política fiscal sus principales promesas, como la anunciada por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en el foro Pimco-El Confidencial, que ha prometido una reforma fiscal "que será especialmente sensible con las pymes" y cuyo objetivo será ayudar a las pequeñas y medianas empresas a crecer.
A pesar de la incertidumbre que existe respecto a quién terminará formando Gobierno tras el próximo 20 de diciembre, como señaló Geraldine Sundstrom, responsable de distribución estratégica de activos de Pimco, "la situación se ha relajado mucho en los últimos meses. En Cataluña, el proyecto separatista ha perdido credibilidad y puedes olvidarte de ello. En cuanto a las elecciones, no se vislumbra un mal resultado, tan solo cabe esperar uno bueno u otro aceptable. Y al final, como se dice en Estados Unidos, 'es la economía, estúpido'. Y la economía lo está haciendo bien".
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