Tras la decepción del BCE... ¿retrasará la Fed la subida de tipos?
Cristina Vallejo
El último informe de empleo americano hizo pensar que Yellen incrementará el precio del dinero con toda seguridad el día 16. ¿Cambiará de planes a la vista de la fuerte bajada del precio del petróleo en los últimos días?
El Banco Central Europeo elevó tanto las expectativas respecto a lo que podía hacer en la última reunión del año, que al final decepcionó: bajó el tipo de depósito, pero menos de lo esperado por el mercado; e incrementó el programa de compra de bonos, pero sólo en tiempo (hasta marzo de 2017), no en cantidad mensual a invertir; elevó el tipo de activos susceptibles de ser adquiridos (incorporó emisiones municipales y regionales), pero no incorporó emisiones privadas o acciones, como ocurre en Japón, por ejemplo. Por eso, los tipos de interés de la deuda europea subieron con mucha intensidad coincidiendo con la rueda de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, y el euro se apreció con fuerza, al tiempo que las bolsas perdían posiciones de manera importante. Los analistas, inmediatamente después, aconsejaron aprovechar los recortes en renta variable para entrar; en deuda, también, pero con mucha más prudencia; mientras que en el euro consideraban que antes de volver a debilitarse podría acercarse al nivel de 1,10 unidades, tal y como está ocurriendo mientras escribimos estas líneas.
Estos pronósticos se basaban en varias cuestiones. Por un lado, en que, al fin y al cabo, el BCE había incrementado su apoyo a la economía, pese a que los datos de la eurozona habían mejorado en los últimos meses, lo que debía haber hecho prever, según expertos de Banca March y de Schroders, por ejemplo, que el Eurobanco no iba a gastar todos los cartuchos. Dejaría algunos para más adelante, por si acaso la situación se tuerce. De hecho, en opinión de Mario Lafuente, de Atl Capital, es muy posible que en la próxima revisión del programa de compra de bonos en la próxima primavera, ante la nula reacción de la inflación en la zona euro, Draghi logre un mayor nivel de consenso para ampliar con mayor contundencia el programa de expansión monetaria.
Con un poco más de distancia, hemos visto que no todo ha salido de acuerdo con lo esperado: los tipos de la deuda sí han retornado a niveles previos a la reunión del BCE, a los niveles en que se descontaba una acción más contundente por parte del Eurobanco, porque los expertos de Barclays comentan que con las medidas adoptadas se asegura mucha liquidez hasta 2017; el euro se ha mantenido más fuerte, entre 1,08 y 1,10 unidades; pero la Bolsa ha seguido a la baja, más por la caída del precio del petróleo que por las previsiones respecto a lo que ha terminado haciendo el BCE y por lo que se prevé que haga la Reserva Federal.
Respecto al euro, de acuerdo con Estefanía Ponte, de BNP Personal Investors, por debajo de 1,10 descuenta subidas de tipos muy rápidas en Estados Unidos, mientras que en 1,06 adelantaba medidas muy expansivas por parte del BCE. Por ello, en su opinión, podría ir tendiendo hasta niveles de 1,15 dólares por euro.
La Fed subirá tipos... con cautela
Tras la decepción de Draghi, ahora es el turno de la Reserva Federal norteamericana. Los discursos de su presidenta, Janet Yellen, previos a la reunión que tendrá lugar el próximo día 16 pusieron un poco nerviosos a los mercados, dado que en ellos advirtió que, de retrasar la primera subida de los tipos de interés, el proceso posterior de normalización de la política monetaria podría ser más rápida, con los riesgos que ello podría implicar para la economía. De acuerdo con Ponte, la reacción de los mercados fue negativa debido a que los inversores temen que la Fed vea presiones inflacionistas en el horizonte. Yellen preparó al mercado para una subida de tipos en la reunión de diciembre, al tiempo que insinuaba que a partir de ese primer encarecimiento del precio del dinero, el proceso de subidas de tipos de interés será paulatino.
Los analistas coinciden en que sentaría bien que la Fed subiera tipos siempre que se revisaran a la baja las estimaciones sobre el precio del dinero para el futuro o siempre que, como señala Borja Gómez, de Inverseguros, se insista en que el proceso de subidas de tipos va a ser en este momento excepcionalmente gradual.
Que los tipos de interés subirán el día 16 prácticamente se confirmó el pasado día 4 cuando se publicó el informe de empleo americano del mes de noviembre, que fue mucho mejor de lo esperado. Pero la Fed se podría «repensar» la subida de los tipos a la vista de la nueva inestabilidad existente en el mercado provocada por el precio del petróleo. Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, respecto a esta cuestión, comenta que aunque la subida nunca ha estado clara al cien por cien, se queda con que sí se van a subir los tipos ya, aunque con este incremento se agote en gran medida el recorrido al alza que se espera para el año 2016.
Pero no hay que olvidar el daño que puede hacerle a la economía americana un crudo que, en opinión de este experto, va camino de los 25 dólares el barril, debido a la inversión y al empleo que depende del sector. Debido, además, a la inflación, tan dependiente tanto directa como indirectamente de los costes de la energía. Daño al que Miguel Ángel Rodríguez, director de Ethical Finance Institute, añade el que sufren los países emergentes productores de materias primas, que se verán afectados adicionalmente por las subidas de tipos de interés y la apreciación del dólar. La Reserva Federal debería hacer gala de la categoría de banco central global que se ha peleado durante toda la crisis y velar por la estabilidad financiera mundial.
De acuerdo con Barry Eichengreen, profesor de la Universidad de Berkeley, Yellen y sus colegas de la Fed deberían pensar seriamente en retrasar la subida de los tipos de interés a la vista de las caídas de los precios de las materias primas. «Si estuviera en su lugar, me lo pensaría dos veces», afirmó Eichengreen en una entrevista que retransmitió la emisora de radio de Bloomberg. En su opinión, los bancos centrales pueden evitar que las materias primas se conviertan en focos de desestabilidad si están preparados para hacer lo que haga falta para contrarrestar la caída de precios.
Lo malo es que, si no suben los tipos de interés, la Fed puede perder credibilidad o, lo que es peor, puede provocar un efecto contraproducente en los mercados: éstos pueden pensar que la situación económica es grave de verdad y pueden reaccionar a la baja, al igual que en septiembre cuando la institución decidió retrasar el endurecimiento monetario. De hecho, Miguel Ángel Rodríguez comenta que en el mercado sentaría peor que no subiera los tipos que lo contrario. Siempre que se interprete sólo como un ajuste y no como el inicio de un endurecimiento monetario como los anteriores.
Lo malo es que, si no suben los tipos de interés, la Fed puede perder credibilidad o, lo que es peor, puede provocar un efecto contraproducente en los mercados: éstos pueden pensar que la situación económica es grave de verdad y pueden reaccionar a la baja, al igual que en septiembre cuando la institución decidió retrasar el endurecimiento monetario. De hecho, Miguel Ángel Rodríguez comenta que en el mercado sentaría peor que no subiera los tipos que lo contrario. Siempre que se interprete sólo como un ajuste y no como el inicio de un endurecimiento monetario como los anteriores.
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