Ramiro Lomba
Director del Sadei
"Si solucionamos el problema demográfico se arreglarían muchas de nuestras preocupaciones en otros ámbitos"
La Sociedad Asturiana de Estudios
Económicos e Industriales (Sadei) está de celebración. La sociedad
pública cumple 50 años en un contexto en el que Asturias intenta no
despegarse del resto de comunidades autónomas en cuanto a crecimiento
económico se refiere. La región ha cambiado mucho a lo largo de estas
cinco décadas y Ramiro Lomba, director de la institución, repasa su
historia y los retos a los que se enfrenta el Principado en el fututo
Domingo 06 de marzo de 2016
Sadei se ha consolidado
en estos 50 años como una institución de referencia en Asturias. Para
los que aún no lo conozcan ¿En qué consiste su trabajo?
En estos momentos, mediante una encomienda del Principado de Asturias, elaboramos las estadísticas de interés regional, las propias de la oficina central de estadística de la comunidad autónoma, que contempla la Ley del Plan Asturiano de Estadística. Por ejemplo, elaboramos estudios como la renta de los municipios asturianos, el nomenclátor de las entidades de población de Asturias o las cuentas de la industria regional, por citar algunas operaciones.
¿Cuántas personas trabajan en Sadei y cómo se reparten el trabajo?
Sadei ya cumplió 50 años. Ello supone que hay gente con mucha experiencia. Actualmente somos 18 personas en diferentes ámbitos: estadísticas económicas estructurales, coyunturales, demográficas, sociales, etc. En todas ellas hay técnicos trabajando que, junto con los encuestadores, los informáticos y los responsables de la web, conforman el grueso de la plantilla.
¿En qué contexto nace Sadei y a qué necesidades pretendía dar respuesta?
Sadei nace en 1966 impulsada por responsables de la Diputación y de la Cámara de Comercio de Oviedo que pretendían disponer de una información y de unos estudios propios que les permitiesen contrastar los datos y plantear políticas y escenarios de futuro para la Asturias de entonces.
¿Siguen manteniéndose hoy en día esos mismos objetivos?
Hoy se opera como una oficina de estadística. En la medida en que los datos estadísticos sean utilizables para la planificación regional podría interpretarse que los objetivos no son tan diferentes. En todo caso, el marco legal actual no tiene nada que ver con el de entonces. El ejercicio de las competencias en materia estadística que hoy tienen las administraciones autonómicas, recogido en sus Estatutos de Autonomía, no es comparable a la ausencia de competencias de entonces.
¿Cómo ha cambiado la región en esos 50 años?
Ha cambiado en casi todo, pasando de una estructura económica donde la agricultura ocupaba a más del 35% de la población ocupada y la industria era el sector más relevante a una economía donde la primacía de los servicios la hace homologable a las de nuestro entorno. Pero también ha cambiado en otros muchos aspectos: en infraestructuras no teníamos ni un kilómetro de autopista, ni aeropuerto. No había telefonía móvil o internet, con lo que ello supone para los hábitos actuales. No había grandes superficies comerciales, pero eran importantes las ferias y los mercados semanales. En fin, se ha transformado claramente el modo de vida, los hábitos de consumo, de ocio, etc. corresponden a los de otra época.
¿Qué expectativas de futuro tiene Asturias?
Pues depende en qué aspectos, porque la vida no es habitualmente ni blanca, ni negra, sino que hay múltiples matices. El hacernos mayores con un elevado grado de calidad de vida puede ser un problema para el sostenimiento del sistema de pensiones, pero sin duda es un gran logro social. En todo caso, nuestra interdependencia del conjunto de España, de las regiones de nuestro entorno y también de otros países, particularmente de los europeos, hace que nuestras expectativas vayan muy ligadas a las de esos territorios. Si España, si Europa son fuertes económica y, sobre todo, socialmente, nosotros estaremos ahí también. Aunque es cierto que la incertidumbre en estos momentos es grande. Volviendo al principio, lo más preocupante para el conjunto de la sociedad quizás sea que tenemos un porcentaje de población menor de 15 años muy reducido y eso es un problema importante a medio plazo.
¿Ha superado el Principado la pérdida de importancia de la minería en su economía?
Sin entrar a comparar con la industria del metal o la maquinaria, de amplia tradición, paralelamente con el carbón, las industrias lácteas, las industrias químicas o las industrias de otros productos minerales no metálicos triplican, cuadriplican o mucho más el peso de la minería del carbón en muchos aspectos: ingresos, inversiones, ocupados. Es evidente que la minería del carbón ha jugado un papel relevante en el proceso industrializador de una larga etapa de la economía de nuestra región. Pero los datos disponibles nos indican que, con mucho menor participación de la minería del carbón, la industria regional sigue pesando más en nuestra economía que lo que lo hace la industria nacional en la economía española. Y que los datos comparados del índice de producción industrial que elabora el INE dicen que nuestra industria en medias anuales en 2015 creció por encima de la media nacional. En ese sentido nuestra estructura productiva no es que haya superado o no la etapa del carbón, cuya valoración puede ser un tanto subjetiva, según la opinión de cada uno, es que ha cambiado.
La industria sigue teniendo un peso fundamental en el tejido productivo regional ¿Depende Asturias excesivamente de las grandes multinacionales?
De nuevo apelamos a adjetivar algunos hechos. No lo sé si es excesivo o no; eso dependerá seguramente de la evolución de los mercados de los productos que elaboran esas multinacionales. Si evolucionan en positivo probablemente nos parezca adecuada su presencia en la región y si van mal apelaremos a que es excesiva nuestra dependencia. El hecho cierto es que hay una presencia importante de grandes multinacionales en la metalurgia, pero también en la industria química o en la industria alimentaria, etc. Pero excesiva o no es una valoración que estará más ligada a la propia evolución de cada sector que a la estructura productiva actual. Y, desde luego, no conozco ninguna oficina de promoción económica en España o en toda Europa que no esté interesada en captar inversiones de empresas multinacionales; aunque eso pueda no ser la prioridad.
¿Tiene capacidad el turismo para convertirse en el motor económico?
En España ya es uno de los motores más dinámicos; aunque no el único. En Asturias mi percepción es que puede ser un magnífico complemento, pero que es muy difícil que pueda alcanzar el nivel de desarrollo de la industria nacional. A mi juicio, los grandes flujos de turistas se mueven por el tirón de las grandes ciudades, Madrid y Barcelona particularmente y, en el caso español, también por razones de sol y playa, además de infraestructura hotelera; y ahí, el desarrollo y las condiciones de la costa mediterránea española y de las islas son prácticamente inigualables. Nosotros podemos competir en paisaje, en turismo rural, etc. y puede ser, lo está siendo de hecho, muy importante en zonas del territorio. Pero seamos realistas, ese flujo no es de millones de personas como pueda serlo en otras áreas de España. Lloret de Mar, Salou, Benidorm o Torremolinos pueden ser modelos que pueden gustar más o menos, pero cualquiera de ellos seguramente mueve más turistas, más recursos y cuenta con más infraestructura turística que toda Asturias. ¿Es ese modelo el deseable para Asturias?: yo creo que no, pero no puedo obviar que ese patrón es el que económicamente proporciona más negocio y más empleo.
Asturias se recupera de la crisis pero lo hace a un ritmo más lento que la media de las comunidades españolas. ¿A qué se debe? ¿Qué se está haciendo mal?
Las últimas cifras conocidas que mayor consenso generan son que España creció en torno al 3,2% en 2015 y Asturias lo hizo al 2,6%. Asturias globalmente está entre las últimas en un ranking de comunidades autónomas. Yo haría dos reflexiones. Una, ¿sería mejor para la región que Asturias creciese al 2% y la media de España creciese al 1,5% y que Asturias se situase no la tercera por la cola, sino la tercera por la cabeza? Dos, en el crecimiento general de una economía de los diferentes territorios, ¿es indiferente al comparar que uno gane población y ocupados y que otro pierda población y que apenas mantenga el nivel de ocupación? Y, de nuevo, lo de hacer las cosas bien o mal en este ámbito está condicionado por la ideología o por el modo de entender la acción pública de cada uno.
¿Qué medidas necesita Asturias para consolidar esa recuperación y que llegue al mercado de trabajo?
Varios indicadores de encuestas nacionales muestran que Asturias probablemente tiene niveles de protección social superiores a otras regiones españolas y también tiene buenos ratios en tasas de riesgo de pobreza o en porcentaje de hogares con privación material. Sin embargo está peor en creación de empresas o en tasas de actividad. Esto es, el crecimiento económico en el pasado ha posibilitado un desarrollo económico en términos de aumento del bienestar de la población; pero para que eso pueda seguir siendo así ahora también necesitamos dinamizar nuestra economía; la cuestión es cómo, y yo, para esa pregunta, no tengo una respuesta única.
La crisis económica es importante pero a ella se suma en Asturias la demográfica. ¿Es el gran reto al que se enfrenta la región?
En mi opinión, sin ninguna duda. Si encontrásemos soluciones para esa cuestión, se arreglarían muchas de nuestras preocupaciones en otros ámbitos.
En estos momentos, mediante una encomienda del Principado de Asturias, elaboramos las estadísticas de interés regional, las propias de la oficina central de estadística de la comunidad autónoma, que contempla la Ley del Plan Asturiano de Estadística. Por ejemplo, elaboramos estudios como la renta de los municipios asturianos, el nomenclátor de las entidades de población de Asturias o las cuentas de la industria regional, por citar algunas operaciones.
¿Cuántas personas trabajan en Sadei y cómo se reparten el trabajo?
Sadei ya cumplió 50 años. Ello supone que hay gente con mucha experiencia. Actualmente somos 18 personas en diferentes ámbitos: estadísticas económicas estructurales, coyunturales, demográficas, sociales, etc. En todas ellas hay técnicos trabajando que, junto con los encuestadores, los informáticos y los responsables de la web, conforman el grueso de la plantilla.
¿En qué contexto nace Sadei y a qué necesidades pretendía dar respuesta?
Sadei nace en 1966 impulsada por responsables de la Diputación y de la Cámara de Comercio de Oviedo que pretendían disponer de una información y de unos estudios propios que les permitiesen contrastar los datos y plantear políticas y escenarios de futuro para la Asturias de entonces.
¿Siguen manteniéndose hoy en día esos mismos objetivos?
Hoy se opera como una oficina de estadística. En la medida en que los datos estadísticos sean utilizables para la planificación regional podría interpretarse que los objetivos no son tan diferentes. En todo caso, el marco legal actual no tiene nada que ver con el de entonces. El ejercicio de las competencias en materia estadística que hoy tienen las administraciones autonómicas, recogido en sus Estatutos de Autonomía, no es comparable a la ausencia de competencias de entonces.
¿Cómo ha cambiado la región en esos 50 años?
Ha cambiado en casi todo, pasando de una estructura económica donde la agricultura ocupaba a más del 35% de la población ocupada y la industria era el sector más relevante a una economía donde la primacía de los servicios la hace homologable a las de nuestro entorno. Pero también ha cambiado en otros muchos aspectos: en infraestructuras no teníamos ni un kilómetro de autopista, ni aeropuerto. No había telefonía móvil o internet, con lo que ello supone para los hábitos actuales. No había grandes superficies comerciales, pero eran importantes las ferias y los mercados semanales. En fin, se ha transformado claramente el modo de vida, los hábitos de consumo, de ocio, etc. corresponden a los de otra época.
¿Qué expectativas de futuro tiene Asturias?
Pues depende en qué aspectos, porque la vida no es habitualmente ni blanca, ni negra, sino que hay múltiples matices. El hacernos mayores con un elevado grado de calidad de vida puede ser un problema para el sostenimiento del sistema de pensiones, pero sin duda es un gran logro social. En todo caso, nuestra interdependencia del conjunto de España, de las regiones de nuestro entorno y también de otros países, particularmente de los europeos, hace que nuestras expectativas vayan muy ligadas a las de esos territorios. Si España, si Europa son fuertes económica y, sobre todo, socialmente, nosotros estaremos ahí también. Aunque es cierto que la incertidumbre en estos momentos es grande. Volviendo al principio, lo más preocupante para el conjunto de la sociedad quizás sea que tenemos un porcentaje de población menor de 15 años muy reducido y eso es un problema importante a medio plazo.
¿Ha superado el Principado la pérdida de importancia de la minería en su economía?
Sin entrar a comparar con la industria del metal o la maquinaria, de amplia tradición, paralelamente con el carbón, las industrias lácteas, las industrias químicas o las industrias de otros productos minerales no metálicos triplican, cuadriplican o mucho más el peso de la minería del carbón en muchos aspectos: ingresos, inversiones, ocupados. Es evidente que la minería del carbón ha jugado un papel relevante en el proceso industrializador de una larga etapa de la economía de nuestra región. Pero los datos disponibles nos indican que, con mucho menor participación de la minería del carbón, la industria regional sigue pesando más en nuestra economía que lo que lo hace la industria nacional en la economía española. Y que los datos comparados del índice de producción industrial que elabora el INE dicen que nuestra industria en medias anuales en 2015 creció por encima de la media nacional. En ese sentido nuestra estructura productiva no es que haya superado o no la etapa del carbón, cuya valoración puede ser un tanto subjetiva, según la opinión de cada uno, es que ha cambiado.
La industria sigue teniendo un peso fundamental en el tejido productivo regional ¿Depende Asturias excesivamente de las grandes multinacionales?
De nuevo apelamos a adjetivar algunos hechos. No lo sé si es excesivo o no; eso dependerá seguramente de la evolución de los mercados de los productos que elaboran esas multinacionales. Si evolucionan en positivo probablemente nos parezca adecuada su presencia en la región y si van mal apelaremos a que es excesiva nuestra dependencia. El hecho cierto es que hay una presencia importante de grandes multinacionales en la metalurgia, pero también en la industria química o en la industria alimentaria, etc. Pero excesiva o no es una valoración que estará más ligada a la propia evolución de cada sector que a la estructura productiva actual. Y, desde luego, no conozco ninguna oficina de promoción económica en España o en toda Europa que no esté interesada en captar inversiones de empresas multinacionales; aunque eso pueda no ser la prioridad.
¿Tiene capacidad el turismo para convertirse en el motor económico?
En España ya es uno de los motores más dinámicos; aunque no el único. En Asturias mi percepción es que puede ser un magnífico complemento, pero que es muy difícil que pueda alcanzar el nivel de desarrollo de la industria nacional. A mi juicio, los grandes flujos de turistas se mueven por el tirón de las grandes ciudades, Madrid y Barcelona particularmente y, en el caso español, también por razones de sol y playa, además de infraestructura hotelera; y ahí, el desarrollo y las condiciones de la costa mediterránea española y de las islas son prácticamente inigualables. Nosotros podemos competir en paisaje, en turismo rural, etc. y puede ser, lo está siendo de hecho, muy importante en zonas del territorio. Pero seamos realistas, ese flujo no es de millones de personas como pueda serlo en otras áreas de España. Lloret de Mar, Salou, Benidorm o Torremolinos pueden ser modelos que pueden gustar más o menos, pero cualquiera de ellos seguramente mueve más turistas, más recursos y cuenta con más infraestructura turística que toda Asturias. ¿Es ese modelo el deseable para Asturias?: yo creo que no, pero no puedo obviar que ese patrón es el que económicamente proporciona más negocio y más empleo.
Asturias se recupera de la crisis pero lo hace a un ritmo más lento que la media de las comunidades españolas. ¿A qué se debe? ¿Qué se está haciendo mal?
Las últimas cifras conocidas que mayor consenso generan son que España creció en torno al 3,2% en 2015 y Asturias lo hizo al 2,6%. Asturias globalmente está entre las últimas en un ranking de comunidades autónomas. Yo haría dos reflexiones. Una, ¿sería mejor para la región que Asturias creciese al 2% y la media de España creciese al 1,5% y que Asturias se situase no la tercera por la cola, sino la tercera por la cabeza? Dos, en el crecimiento general de una economía de los diferentes territorios, ¿es indiferente al comparar que uno gane población y ocupados y que otro pierda población y que apenas mantenga el nivel de ocupación? Y, de nuevo, lo de hacer las cosas bien o mal en este ámbito está condicionado por la ideología o por el modo de entender la acción pública de cada uno.
¿Qué medidas necesita Asturias para consolidar esa recuperación y que llegue al mercado de trabajo?
Varios indicadores de encuestas nacionales muestran que Asturias probablemente tiene niveles de protección social superiores a otras regiones españolas y también tiene buenos ratios en tasas de riesgo de pobreza o en porcentaje de hogares con privación material. Sin embargo está peor en creación de empresas o en tasas de actividad. Esto es, el crecimiento económico en el pasado ha posibilitado un desarrollo económico en términos de aumento del bienestar de la población; pero para que eso pueda seguir siendo así ahora también necesitamos dinamizar nuestra economía; la cuestión es cómo, y yo, para esa pregunta, no tengo una respuesta única.
La crisis económica es importante pero a ella se suma en Asturias la demográfica. ¿Es el gran reto al que se enfrenta la región?
En mi opinión, sin ninguna duda. Si encontrásemos soluciones para esa cuestión, se arreglarían muchas de nuestras preocupaciones en otros ámbitos.
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