Están fuera del puente de mando federal o territorial del PSOE. Pero muchos eran y siguen siendo referentes del partido, y su voz es escuchada. Y algunos han ido expresando su opinión acerca del preocupante bloqueo que sufre el país, aun después de dos elecciones generales, a través de artículos en prensa, entrevistas, manifiestos. Losnotables del PSOE hablan y aconsejan desde la distancia a Pedro Sánchez. Son múltiples las voces que empujan a favor de la abstención, de dejar gobernar a Mariano Rajoy, aunque cueste y no esté haciendo "nada" para armar un nuevo Ejecutivo. O que, como poco, previenen contra un Ejecutivo alternativo y contra unas terceras elecciones. Pero la dirección federal aguanta el tipo y mantiene el no, igual que los barones (públicamente).
Felipe González ya se ha pronunciado por dos veces en el mismo sentido. La última, en una entrevista publicada este domingo en el periódico argentino 'Clarín', fruto de una visita fugaz a Buenos Aires. Y aquí si cabe ha sido más claro que en la tribuna que escribió para 'El País' a principios de julio. El expresidente instó al PSOE a "dejar formar gobierno, incluso si [Mariano] Rajoy no se lo merece". "Claro, no se puede ir a nuevas elecciones sin decirles a los responsables de los partidos 'ustedes son los que se tiene que ir'. No le pueden decir a la gente que se ha equivocado a la hora de votar'". Su receta es diáfana: los partidos que, tras las generales del 26-J, "no pueden hacer una mayoría alternativa", deberían "votar en contra en la primera votación" y abstenerse en la segunda. "Incluso si Rajoy no se lo merece, porque realmente no se lo merece. No ha hecho nada por formar Gobierno", apostilló.
No se puede ir a nuevas elecciones sin decirles a los responsables de los partidos 'ustedes son los que se tiene que ir'
El posicionamiento del expresidente es importante no solo por su estatus de referente indiscutible del socialismo, sino porque además ha actuado en estos dos últimos años como uno de los bastones de Sánchez. Él no ha participado en ninguna operación para derrocarle, ni lo ha cuestionado. Es más, llegó a pedir a sus compañeros que, "por cultura de partido", lo apoyaran, y lo hizo en uno de los capítulos de desestabilización interna. Sin embargo, las opiniones de González han llevado a menudo a la ejecutiva a tener que salir al paso y defender su espacio sin que sonara a una desautorización del patriarca.
Ya hubo charla Sánchez-González
En la carta abierta que el expresidente publicó en el rotativo de Prisa el 7 de julio venía a manifestar una opinión semejante, aunque menos taxativa. Aseguraba que las fuerzas políticas "que no pueden formar Gobierno no deben obstaculizar su constitución". La dirección se fijó, en cambio, en el mensaje a Rajoy para que se mueva para obviar el llamamiento implícito a la abstención. Pero en 'Clarín' González ha sido aún más rotundo, y habla abiertamente de abstención, sin que la condicione al sí previo de Ciudadanos. Sánchez y los suyos van a tener en esta ocasión, presumiblemente, más dificultades para intentar hacer ver que no ha discrepancias con el primer presidente socialista desde la Transición.
Guerra ya ha subrayado que sólo Rajoy puede formar Gobierno. El PSOE debe salir de la "contradicción" de no querer elecciones y decir a la vez no al PP, dice
En realidad, el secretario general ya conoce de primera mano el juicio de González desde hace mucho. Tres días después de las generales, el 29 de junio, ambos se reunieron en Madrid, tal y como reconoció Ferraz.
La de González ha sido la primera (y la última) voz de los notables del partido proclives a la abstención. Su exvicepresidente Alfonso Guerra lo ha expresado en un artículo en la revista 'Tiempo' publicado el mes pasado y en declaraciones a los medios. Rajoy es "el único" que puede intentar formar Gobierno dados los resultados, lo que obliga a los demás partidos a "revisar" sus posiciones, ha esgrimido. Más aún, ha señalado la "contradicción" del PSOE al jurar y perjurar que no apoyará al PP y al mismo tiempo no apuntar hacia las terceras elecciones. "Tiene que decidir: o lo uno o lo otro", llegó a afirmar hace escasas semanas.
Bono: abstención "por España"
Pepe Bono, expresidente del Congreso, exministro de Defensa y expresidente de Castilla-La Mancha también ha predicado a favor de la abstención -en su caso, en una entrevista en 'La Sexta noche', el pasado 23 de julio- como remedio para evitar unas terceras elecciones. Una abstención, "con mucho dolor", "por España", "por responsabilidad de país, sin nada a cambio, para pasar a la oposición, liderarla y acabar con la teatralidad de una izquierda populista". Bono recordó que el PSOE "ha estado a la altura de las circunstancias" en muchas ocasiones y esta vez ha de estarlo igualmente porque el país "no merece estar sin Gobierno".
Otro exministro, Josep Borrell, se ha manifestado asimismo a favor de unaabstención. Pero no de forma general y en cualquier circunstancia. Él distingue dos escenarios: si Rajoy logra atraerse a Ciudadanos y roza la mayoría absoluta, el PSOE no puede "bloquear" ese Ejecutivo y le tocaría dejar pasar al PP, pero no mediante una abstención mínima, de unos pocos diputados, como justo después del 26-J proponía el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, sino negociada y con contrapartidas. Segunda hipótesis para Borrell: que el presidente en funciones se quede en sus 137 escaños. Ahí sí puede haber "otras soluciones", "otras posibilidades" para formar Gobierno, y entonces habría que "preguntar" a Pablo Iglesias "si quiere que gobierne uno o quiere que gobierne el otro".
Borrell apuesta por una abstención con contrapartidas si Rajoy se alía con C's, pero si se queda con sus 137 diputados, cree que es posible buscar otras salidas
Esta última matización del expresidente de la Eurocámara es más reciente, de una entrevista con eldiario.es lanzada este fin de semana, porque semanas atrás contemplaba la primera fórmula. Claro que en aquel momento no se preveía tal encastillamiento de la situación. Borrell tiene peso específico, porque fue uno de los fichajes estelares de Sánchez parasu segundo 'Gobierno en la sombra', y al que encargó la cartera de Exteriores, aunque su implicación en la campaña fue reducida.
Dos manifiestos de respuesta
Un manifiesto lanzado a mediados de julio no recomendaba a las claras la abstención, pero sutilmente venía a apuntar ese camino. Era el documento firmado, entre otros, por seis exministros del PSOE -Javier Solana, Joaquín Almunia, Mercedes Cabrera, José María Maravall, Tomás de la Quadra y César Antonio Molina-. Su principal 'claim' es que se forme Gobierno "cuanto antes" para evitar el "absurdo" de llevar al país a unas nuevas elecciones. Y para sortearlas, pedían realizar "sacrificios", incluso "personales". O sea, que haya dimisiones si hacen falta para desencasquillar el panorama.
Al pronunciamiento de los seis exministros siguieron otros dos manifiestos.Uno, de Economistas Frente a la Crisis -un colectivo que agrupa a profesionales progresistas-, en el que reclamaban un Ejecutivo alternativo y en el que no esté el PP. Sí coinciden en que es necesario un Gobierno con plenos poderes cuanto antes, pero ese objetivo no puede alcanzarse "a cualquier precio". Como no creen los firmantes, la junta directiva de la asociación -en la que figura la exministra Cristina Narbona-, que haya que evitar a toda costa una nueva convocatoria electoral si eso comporta dar las llaves de La Moncloa al PP. A EFC pertenece, precisamente, Borrell, y por eso aboga por explorar otras "soluciones" si Rajoy no suma 169 escaños (sus 137 y los 32 de Albert Rivera).
Segundo manifiesto de respuesta a los exministros: el quesuscribieron 450 personas, entre ellos políticos como el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, o el excoordinador de IU Gaspar Llamazares, activistas o intelectuales. Su fórmula es más concreta: quierenun Gobierno de PSOE, Podemos y Ciudadanos. Las dos fuerzas emergentes se siguen vetando mutuamente. Sánchez agradeció el "compromiso y valentía" de los promotores del texto.
El lanzamiento del documento, el 28 de julio, coincidió con una tribuna de otro de los notables del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, también en 'El País'. Su mensaje es que para hacer frente a las grandes crisis de Europa y de España es preciso aparcar temporalmente los asuntos cotidianos paraconstruir una "política grande". Pero antes el ex secretario general había prevenido contra un acuerdo con Unidos Podemos, ya que sería una "investidura Frankenstein" y no un Gobierno de izquierdas, pues la coalición agrupa a confluencias "variopintas y partidos independentistas".
Economistas Frente a la Crisis patrocina un Gobierno en el que no esté el PP; 450 firmantes apoyan un Ejecutivo de PSOE con Podemos y Ciudadanos
José Luis Rodríguez Zapatero no ha abogado por la abstención públicamente. Antes del comité federal del 9 de julio que patrocinó el no a Rajoy, advertía de que habría "tiempo por delante" para "ir fijando posiciones". No obstante, el expresidente ya se cuenta entre los adversarios internos de Sánchez, igual que Bono o Pepe Blanco, pese a que los tres fueron sus principales avalistas hace dos años, igual que Susana Díaz.
No habrá sorpresas para la cita del martes
La abstención, sin embargo, no es la fórmula explicitada por los poderes del PSOE. Se pronunció con claridad a favor de ella Fernández Vara, pero luego plegó velas en cuanto vio que sus palabras no tenían eco público. Losbarones críticos con Sánchez comparten que si Rajoy llega a los 169-170 escaños (si además de C's le respalda la diputada de Coalición Canaria), puede no haber más remedio que dejarle gobernar para evitar otro proceso electoral. El asturiano Javier Fernández, por ejemplo, ya advirtió en el comité federal a Sánchez y su ejecutiva del riesgo de conducir al partido hasta una "ratonera" si seguía aferrado al no, porque luego sería más difícil dar marcha atrás, en caso necesario.
La dirección federal no se ha movido. Sánchez ya adelantó a Rajoy que votará en contra, que no negociará con él y le animó a buscar otros apoyos
Mañana martes el secretario general volverá a verse en el Congreso con el presidente en funciones. Y su respuesta va en la línea de las últimas semanas: votará en contra porque el PSOE "no puede apoyar aquello que quiere cambiar", no negociará nada y conmina a Rajoy a "explorar" el pacto con los nacionalistas del PNV y los independentistas de la antigua Convergència, con quienes tejió un pacto -de paternidad no reconocida- para la Mesa del Congreso. No se prevén sorpresas, como tampoco se prevén voces de los barones reclamando la abstención. No hay ambiente todavía, porque el PP ni siquiera cuenta con C's de su lado. Así que no hay novedades. La presión de la vieja guardia, de los notables del PSOE, no hará mella en Sánchez. Oficialmente, queda una mínima rendija para la abstención, pero cada vez más angosta. Más aún ahora que ya hay un calendario para las elecciones vascas, el 25 de septiembre. Y las gallegas pueden coincidir ese mismo día. Este lunes se sabrá.
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