domingo, 5 de febrero de 2017

Efectos de Vistalegre II...

Vistalegre entierra la confluencia de Podemos con IU en Asturias

Mientras varios documentos morados reclaman autonomía territorial para fijar alianzas electorales, la coalición destaca que la confluencia debe ir más alla de ambos grupos


Redacción
Dice el refrán que dos no discuten si uno no quiere, aunque no siempre resulta así de sencillo. Lo que sí es cierto es que dos no acuerdan si uno de ellos no quiere, y en el caso de la alianza electoral entre Podemos e IU de los pasados comicios de junio apenas son muy pocos ya, al menos en Asturias, los que quieren darle recorrido. La dirección de Podemos Asturies remitió al congreso de Vistalegre un documento muy duro para con la coalición en el que analizaba de forma muy crítica el resultado de la confluencia de ambos grupos en las últimos comicios y en el que reclama autonomía para que las alianzas electorales se decidan a nivel autonómico sin interferencias estatales. Las críticas moradas a IU, centradas en buena parte en cargar contra el portavoz parlamentario en la Junta General, Gaspar Llamazares, despertaron la reacción de Ia coalición que calificó la actitud de sus compañeros de campaña de «propia de un partido minoritario».
El nuevo coordinador de IU en Asturias, Ramón Argüelles, se alzó con la victoria en las primarias abiertas a la militancia con las que fue elegido con un mensaje favorable a tender puentes con los morados para buscar, a medio plazo, poder conformar un bloque mayoritario en los próximas elecciones generales. Esta semana, el coordinador insistía en «la idea hablar de convergencia en el sentido de alcanzar acuerdos, consensos y compromisos de la izquierda para lograr la hegemonía, imprescindible para poner en marcha las políticas sociales Y económicas que necesita la gente».
«La convergencia pasa por el acuerdo de IU y Podemos, pero no sólo: Tenemos que lograr sumar a muchas otras fuerzas y organizaciones que, como nosotros, están convencidos de que es necesario un cambio en las instituciones, con el único fin de estar al servicio de la gente, sin puertas giratorias», señaló Argüelles quien declaró en todo caso que «el cómo, acuerdos electorales o post electorales, tiene también que abordarse». Para el coordinador de IU de Asturias, su formación apuesta «por el acercamiento entre las fuerzas del cambio, en muchas cosas ya se está alcanzando en Asturias pero hay que profundizar más, de forma que podamos diseñar políticas desde la izquierda, aprovechando la aritmética del parlamento Asturiano. Es imprescindible el entendimiento».
Pero más allá de las palabras, los acuerdos siguen siendo más que complicados. El último ejemplo fue el intento vano de IU por tratar de implicar a Podemos en la negociación de los presupuestos autonómicos a través de una mesa tripartita con los socialistas que los morados rechazaron en todo momento para mantener encuentros bilaterales con el Gobierno. Finalmente, el diálogo entre Podemos y PSOE no dio ningún fruto y las negociaciones de IU naufragaron después de que la coordinadora vetara que el grupo parlamentario pudiera darles paso con una abstención. Ante el anuncio de las enmiendas a la totalidad, los socialistas terminaron por sacar los presupuestos adelante con un pacto que incluía a Ciudadanos y también al PP a cambio de reformar a lo largo de este año la ley del impuesto de sucesiones para aumentar a 300.000 euros la exención en las herencias.
De los tres documentos que se debatirán en Vistalegre, el más favorable a mantener el acuerdo con IU es «Podemos para todas», en el que participa el propio Pablo Iglesias. Pero esa alianza se sostiene esencialmente en el ámbito estatal, por la cercanía del secretario general de Podemos con Alberto Garzón. De forma mucho más critica se valora desde los sectores próximos a Íñigo Errejón; y, en todo caso, todos los candidatos asturianos de las tres listas en disputa, abogaron de forma explícita por revisar los acuerdos electorales a nivel territorial, con un respaldo a las tesis de descentralización por las que aboga la dirección morada en Asturias (que no ha querido posicionarse por ninguna de las tres candidaturas) y que ha hecho un balance bastante negativo del acuerdo con IU.
De hecho el proceso en Asturias fue singularmente accidentado. En un inicio en Podemos se acogió el acuerdo de forma favorable y también en IU recibió el respaldo de la militancia aunque con el porcentaje más bajo de todo el Estado. Los problemas estallaron a la hora de confeccionar las listas, con un reparto de puestos fijado en Madrid, y que dejaba a IU de Asturias con el número 3 de la candidatura, que dejó muy descontenta a la coalición en el Principado. Además, el cabeza de lista de IU en Asturias era el propio coordinador regional, entonces Manuel González Orviz, quien después de reclamar sin éxito subir la puesto número dos, se topó con la sugerencia de Podemos de que cambiaran su nombre por el de una mujer para respetar la paridad en la lista cremallera (la candidatura iba encabezada por los diputados morados, Sofía Castañón y Segundo González, que revalidaron su escaño en junio). Una vez cerrado el recuento de las urnas, el balance no fue muy positivo, IU de Asturias se quedó sin representación y con una relevante fuga de voto a la abstención. La culpa siempre es huérfana, ahora ambos grupos harán balance de cómo debe evolucionar el pacto en el futuro.

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