Barcelona, de la excelencia a la suficiencia
Hace 10 horas
Messi salva al Barcelona con un gol de penal en el último minuto tras otro partido negro del cuadro azulgrana
El Barcelona es como aquel -mal- estudiante que, con condiciones de sobra para sacar matrícula de honor en cada examen, prefiere ir a por el cinco pelado. A fin de cuentas, da lo mismo un cinco que un diez según la ley del mínimo esfuerzo. Sucede que al primer imprevisto debe ir a la reválida, previo paso por el despacho del profesor, al que acude para llorarle un poco en pos del cinco que le permita pasar un verano tranquilo.
Messi no celebró el gol de la victoria
Pero el Camp Nou, más dividido que nunca en cuanto a la figura del entrenador, Luis Enrique Martínez, no ha olvidado aquellos tiempos en los que el club era envidiado por un método que hoy repudia en busca del cinquillo. Se ha acostumbrado a llorar por los árbitros, como si no se equivocaran en otros partidos, omitiendo hacer autocrítica desde hace meses. Igual hasta se creen que el profesor -o los árbitros o el presidente de la Liga- les tiene manía. Si esto fuera cierto, ¿por qué seguir apostando por la suficiencia si es bien sabido que este equipo solo funciona cuando busca la excelencia?
Y quien juega con fuego se acaba quemando. Leo Messi adelantó al Barcelona pero Unai López puso las tablas. El Barcelona, sin más juego ni recursos que la inspiración del alumno más aventajado del fútbol mundial, observó impotente como el Leganés, que empezó regalándole tres cuartos del terreno de juego, fue creciéndose, consciente de que era posible mojar pan en la herida del Barcelona.
EN VIVO en castellano desde el Camp Nou tras el FCB 2-1 LEG.Posted by Ignasi Oliva Gispert - Goal.com on domingo, 19 de febrero de 2017
Al final, fue una jugada fortuita, un claro penal de Mantovani sobre Neymar, permitió al rosarino poner el 2 a 1 definitivo y mantener vivo en la Liga a un Barcelona que, no hace tanto, era admirado por su convicción, su estilo y su efectividad. De aquello no queda ya absolutamente nada y solo cabe pensar en lo que puede pasar la próxima semana en el Vicente Calderón, el escenario donde el equipo se deshizo la temporada pasada. Esta vez puede marcar la defunción del Barcelona de Luis Enrique si no hay reacción a la de ya. Porque lo del Leganés rozó la calabaza.
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