Las mejores y las peores categorías de fondos del año
Cristina Vallejo
Los productos especializados en Turquía, en Austria y en las pequeñas compañías francesas encabezan el ránking, mientras que los energéticos son los que peor se comportan.
Más que mediado el año y avanzado incluso el verano, conviene hacer un repaso sobre cuáles son los activos más rentables del ejercicio y cuáles lo están haciendo peor. Una manera eficaz de acometer esta tarea es ver qué categorías de fondos son las que lideran el ránking en cuanto a rendimiento y cuáles se han convertido en los 'farolillos rojos'.
Entre las mejores, tenemos a Turquía, quizás una sorpresa, debido a los fundamentados recelos políticos y económicos que despierta el país. Entre los peores, al sector energético, que no termina de acostumbrarse a un precio del petróleo barato.
¿Cuáles son las categorías de fondos más rentables de lo que llevamos de ejercicio?
Encabezando el ránking se sitúa la que engloba a los productos que invierten en Turquía, con un rendimiento del 36%, de acuerdo con datos de Morningstar. La subida ha sido en este ejercicio tan importante que los gestores del índice de Estambul consideraron la posibilidad de reducir el número de dígitos una vez rebasó los 100.000 puntos. Superó esa psicológica cota a finales de junio y ya se encuentra por encima de los 107.000 puntos y ello, tras una corrección coincidiendo con las últimas tensiones geopolíticas: el 7 de agosto marcaba máximos en los 110.000 puntos. El mercado ha celebrado que, tal y como se publicó el 12 de junio, el PIB del primer trimestre creciera a una tasa interanual del 5%, por encima del 3,5% que se esperaba. En gran medida, ese fuerte crecimiento ha tenido lugar debido al incremento del gasto público, pero también se acaba de conocer que los ingresos del Estado registraban en julio su mayor incremento desde noviembre, lo que, en palabras del ministro de Finanzas, Naci Agbal, ayuda a controlar el déficit, algo importante si tenemos en cuenta que Turquía sufre desequilibrios comerciales, una elevada inflación (ronda el 10 por ciento) y volatilidad en su divisa.
De acuerdo con Muhammet Mercan, de ING, la balanza comercial del país está mejorando y los ingresos por el turismo, también. Respecto a la divisa, factor que tienen muy en cuenta los inversores para comprar activos turcos, se encuentra plana frente al dólar este año, aunque frente al euro se deprecia alrededor de un 10%.
El avance la Bolsa turca se aceleró a partir de la celebración del referéndum convocado por el presidente Recep Tayyip Erdogan el mes de abril. Erdogan lo ganó y ello implicó un cambio constitucional que refuerza sus poderes. Si el golpe de Estado fallido de hace trece meses y la posterior durísima represión provocaron una inmediata corrección en el mercado turco y después lo mantuvieron paralizado durante prácticamente toda la segunda mitad de 2016, en 2017, a los inversores sí parece haberles gustado el reforzamiento de Erdogan.
¿Tiene más potencial la Bolsa turca? Los expertos de Morgan Stanley acaban esta misma semana de elevar los precios objetivos para los cuatro principales bancos del país, argumentando la facilidad de crédito del Gobierno que apoya a las entidades y que compensa el incremento de los costes de financiación que se pensaba que iba a hacerles daño en Bolsa. Pero hay analistas que advierten de dos cuestiones: el ratio créditos sobre depósitos ha alcanzado un nivel récord, lo que está empujando a los bancos turcos a competir por la captación de fondos y, por tanto, a remunerarlos a cifras que merman su margen de intereses.
Pero, más allá del sector financiero, para determinar si la Bolsa turca conserva potencial, o no, se puede ver si, valor a valor, tienen potencial hasta los precios objetivos que les calcula el consenso de analistas. Así, de los treinta valores de su indicador selectivo, 23 cotizan por debajo de la valoración de los expertos. Y de los cien valores del indicador de referencia, 59 tienen potencial.
Austria también despunta
Después de los fondos especializados en Turquía, los segundos más rentables son los que invierten en renta variable austriaca, con una revalorización de casi un 21%. Su buena evolución se atribuye a la mejora que han registrado los bancos Erste y Raiffeisen, que ganan un 30% y un 50%, respectivamente, así como la petrolera OMV, que avanza un 40%. Entre estos tres valores representan el 40% del índice. Asimismo, el momento del ciclo europeo ha favorecido la buena evolución del fabricante de autopartes Voestalpine o la de ladrillos Wienerberger.
Austria, además, se encuentra entre los países europeos que más crecen: de acuerdo con el dato adelantado para el segundo trimestre, su avance fue de un 0,9% trimestral.
Pequeñas y medianas compañías de Francia
Tras los que invierten en acciones austriacas, se cuentan los productos especializados en las compañías de pequeña y mediana capitalización de Francia, con ganancias de alrededor de un 18%.
Si bien el Cac 40, el índice en el que cotizan las grandes compañías, sube un 5,72% en lo que llevamos de año, el indicador de las empresas medianas y pequeñas avanza un 15,5%. Entre las compañías más conocidas y que más suben de este índice nos encontramos con Air France-KLM, que gana un 150% desde principios de año.
De acuerdo con los precios objetivos de consenso, de las 250 compañías que forman parte de este indicador, hay cerca de 200 aún con potencial alcista.
Petróleo y materias primas agrícolas, los 'farolillos rojos'
Si las tres mejores categorías de fondos son de renta variable y todas ellas de diferentes áreas geográficas, de las tres peores, dos son sectoriales.
En primer lugar nos encontramos, por ser los peores, con los productos especializados en el sector energético, que pierden un 23%, de media. Y ello porque, por ejemplo, dentro de los 21 componentes del Stoxx 600 Europe Oil & Gas, únicamente cuatro compañías se salvan de los recortes: OMV, Vestas, que no es petrolera, Repsol y Subsea. En negativo, nos encontramos con que las peores son Petrofac, con un descenso del 51%, Tullow Oil, con una caída del 42%, y Saimpem, con un descenso del 38,80%. De hecho, estas últimas son las peores de todo el Stoxx 600 Europe. Mientras tanto, las compañías europeas más conocidas, Total, BP y Eni retroceden alrededor de un 13% en este 2017.
En Estados Unidos, Exxon (-13%) y Chevron (-7,75%), se encuentran entre los ocho valores del Dow Jones en rojo en el año. Y quince de los 16 componentes del S&P 500 Oil & Gas Exploration and Production arrastran pérdidas en este 2016. Por último, los cinco miembros del S&P 500 Oil & Gas Equipment & Services, entre los que se encuentran Halliburton, Technip y Schlumberger, también suman descensos importantes en este ejercicio.
La segunda categoría de fondos que peor se comporta este año es otra relacionada con las materias primas, pero en este caso con el sector agrícola, con un descenso del 11,27%.
Rusia se viene abajo
En tercer lugar se sitúan los productos especializados en renta variable rusa, con una caída del 11,23%. El Micex no dejaba de subir desde enero de 2015, cuando se sobrepuso a las sanciones de 2014 por la anexión de Crimea. Y aceleró a partir de principios de 2016, una vez que el precio del crudo comenzó a remontar desde mínimos.
Pero a partir de enero de este año comenzó a perder posiciones para bajar desde los 2.300 puntos hasta los 1.800 puntos en que marcó mínimos a mediados de junio. Desde entonces está recuperándose de nuevo y ahora ronda los 1.950 puntos. Y una explicación de la evolución de la Bolsa de Moscú este año puede encontrarse en la marcha del precio del petróleo: de hecho, si se superpone el gráfico del índice con el del Brent, ambos discurren en paralelo. Así, el último repunte de las acciones rusas coincide con la recuperación del barril.
Desde el punto de vista macroeconómico, Rusia comenzó a salir de la recesión en el último trimestre del año pasado y ya acumula tres seguidos de crecimiento del PIB, para alcanzar en el segundo de 2017 un avance del 2,5%, el mayor en cinco años. Pero no lo está capitalizando en Bolsa este ejercicio. Quizás lo adelantó el pasado año, cuando ganó un 26,76%. La recuperación puede haberse descontado del precio de las acciones. Pero, además, las consecuencias de las sanciones recientemente impuestas por Estados Unidos son ahora una incógnita: ¿pueden hacer descarrilar la recién estrenada recuperación económica?, ¿pueden provocar que se incrementen los recelos de la inversión extranjera y se termine replegando? En todo caso, de acuerdo con los cálculos de los analistas, de las 50 acciones que componen el RTS (índice de valores rusos en dólares), 35 conservan potencial alcista.
El rublo también se ha mostrado vulnerable a todas estas dudas, con una caída del 8% frente al euro (aunque gana un 2,5% frente al billete verde). La deuda no se ha visto afectada: la rentabilidad del bono ruso a diez años comenzaba el año cerca del 8% y ahora se sitúa algo por debajo, en el 7,80%, cuando partía el año 2016 de niveles en el entorno del 10%.
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