La disputa por el control del consejo de administración de El Corte Inglés tiene en vilo a la banca española e internacional, a la que el grupo adeuda cerca de 4.000 millones, además de a los más de 100.000 empleados y miles de proveedores que viven del que fue hasta la crisis el mayor grupo de distribución de España. Una guerra cuyo origen está, como suele pasar en casi todos los conflictos familiares, en la herencia que Isidoro Álvarez legó a sus personas más cercanas.
El Confidencial ha tenido acceso al cuaderno particional del testamento del presidente de El Corte Inglés, fallecido en septiembre de 2014 tras someterse en un hospital de Madrid a un tratamiento experimental contra la leucemia. Aunque Isidoro trató de satisfacer a sus hijas Marta y Cristina Álvarez Gull, adoptadas en 2004, doce años después de su matrimonio con María José Gull, así como a sus dos hermanos, César y María Antonia Álvarez Álvarez, y su sobrino, Dimas Gimeno, lo cierto es que las partes han acabado con demandas en los tribunales por los activos que estaban depositados en Cartera de Valores IASA.
Esta sociedad, cuyo objetivo es únicamente ser una tenedora de bienes, es dueña del 21% de El Corte Inglés, a razón de un 14% para Marta y Cristina Álvarez Gull y el 7% para sus dos hermanos y su sobrino. Además, dentro de IASA, había numerosos inmuebles y activos valorados en al menos 140 millones de euros, un dinero que las hijas decidieron repartirse mediante una reducción del capital social de esta empresa a finales de 2016, ejecutando el testamento, según ellas lo consideraron adecuado.
César y María Antonia se han opuesto a esta maniobra, que han acabado denunciando en un tribunal mercantil de Madrid, como adelantó El Confidencial en octubre de 2017. Una decisión que ha derivado en un enfrentamiento diabólico entre Marta y Cristina contra Dimas por la presidencia de El Corte Inglés. Una guerra sin cuartel en el que, como admiten las partes sin ningún rubor, "o mueres o matas". Una batalla sobre el futuro de una compañía que desde tiempos inmemoriales siempre tuvo la discreción como norma general, hasta el punto que siempre le persiguió una fama de opacidad generalizada.
¿Pero qué había dentro de IASA que ha generado esta pelea pública? Según documentación oficial, Isidoro Álvarez dejó a sus herederos una primera cuenta con 37,65 millones de euros en “acciones admitidas a cotización oficial e inversiones realizadas a través de UBS” y una segunda de 36,42 millones, también depositados en el mismo banco suizo. Sobre estas dos cuentas no se detalla en el testamento el domicilio de la misma.
Álvarez dejó a sus herederos una primera cuenta con 37,65 M en "acciones admitidas a cotización oficial e inversiones realizadas a través de UBS"
Sí se especifican otras tres cuentas en el mismo UBS donde el expresidente de El Corte Ingles tenía parte de sus ahorros, 658.073, 11.399,87 y 17.753,93 euros. Las tres imposiciones estaban en la sucursal madrileña del banco suizo, sita en la calle María de Molina, número 4, según "la certificación expedida por la propia citada bancaria helvética el 1 de septiembre de 2016". Desde la compañía se explica que todo el dinero de Isidoro Álvarez estaba fiscalizado en España, ya que aseguran que el empresario nunca tuvo ningún bien en el extranjero ni se acogió a ninguna regularización fiscal. Hacienda lo sancionó en 2007 con el pago de una deuda tributaria de 3,97 millones por una inversión en bonos austriacos.
La que se conoció como Unión de Bancos Suizos, fruto de la fusión de seis entidades locales en el siglo XIX dedicadas a la gestión de grandes fortunas en Europa, se encargó de administrar parte de la fortuna personal del que fue líder de El Corte Inglés durante veinticinco años. Pablo Díaz Mejías, presidente del área de banca privada y 'country head' de UBS en España, junto a Juan Monte, fue una de las personas que más conocimiento tenía del patrimonio de Isidoro.
El testamento detalla que los gestores de UBS apostaron los ahorros por los que ahora se pelea la familia en fondos y sociedades de inversión muy diversas y sobre valores de todo tipo, tanto acciones de compañías europeas, estadounidenses, japonesas, bonos, activos de alto riesgo o 'high yield', así como países emergentes. Los vehículos elegidos eran siempre sociedades de primera talla mundial, como Bernstein, JP Morgan, Goldman Sachs, Belgravia, Axa, Fidelity, Nordea, Pictec, M&G, Schroder o Pioneer.
La fortuna de Isidoro Álvarez también incluye otras cuentas en bancos españoles, como el Santander, e inmuebles que cuando las hermanas hicieron la reducción del capital estaban valorados a su valor en libros. Su valor real es mucho mayor, según indican otras fuentes. Mucho dinero, en cualquier caso, que ha dado lugar a un conflicto familiar que tendrá su propio capítulo en la vista judicial de una de las primeras demandas de la familia de Dimas Gimeno y en el consejo extraordinario que El Corte Inglés tiene que convocar para la primera quincena de junio
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